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Ban Ki Moon, Secretario General de la ONU | Foto: FOTO AP

CUMBRE

La crisis financiera pone en riesgo el trabajo de la ONU: Ban Ki Moon

Comenzó la Asamblea de la ONU, en la que 129 delegaciones y líderes mundiales se reúnen para evaluar el avance en el combate a los problemas globales como la crisis alimentaria y energética, y el cambio climático, temas que podrían quedar relegados de la agenda por la crisis financiera.

Cesar Paredes
23 de septiembre de 2008

Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, inauguró la sesión anual de la asamblea General del organismo multilateral que agrupa a 192 naciones del mundo, y a la que asisten líderes mundiales. Ki Moon se refirió en primer lugar a las amenazas que representa la crisis financiera para el trabajo de la Organización de Naciones Unidas en los países pobres.

El secretario general de la ONU, en la apertura del debate expuso cuales son los retos más importantes a los que se enfrenta el mundo actualmente: las crisis financiera, alimentaria y energética, y la amenaza que representa el cambio climático.
Sin embargo, en su discurso incluyó entre los problemas a escala global la falta de liderazgo, y la posibilidad de que las naciones terminen enfocándose en intereses particulares y no vean la necesidad de trabajar por un futuro compartido, pese a que hoy ningún país puede "promover sus intereses sin aliarse con las demás".

El secretario general de la ONU pidió a los estados miembros a trabajar "más y no menos" para "ayudar al prójimo a hacer frente a la tormenta que se avecina". También propuso la creación de una alianza entre los gobiernos y ONG del mundo para poder cumplir los Objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) entre las que están la erradicación de algunas enfermedades y la reducción de la pobreza, y que se convoque a una Asamblea para el 2010 con el propósito de hacer un balance del cumplimiento de las metas.

Ban Ki Moon enfatizó en que la crisis alimentaria no ha desaparecido y dijo que el año pasado por esta época la tonelada de un alimento como el arroz costaba 330 dólares, hoy cuesta más de 700. También advirtió que la violencia va en aumento en países como Afganistán, Somalia, Sudán, Irak y República Democrática del Congo. Por eso llamó a los Estados miembros a que no aprueben operaciones de mantenimiento por la paz sin estar seguros de que cuentan con los recursos necesarios.

Los temas de la agenda

Comenzó la versión 63 de la Asamblea General de la ONU en la que participarán 192 delegaciones de presidentes y sus respectivos cancilleres. Las diferentes delegaciones se reúnen para analizar la coyuntura actual, en medio de crisis financiera, de alimentos y de pobreza mundial. Estos temas desplazarán seguramente a los de seguridad, armamentismo nuclear y terrorismo, de versiones anteriores.

Probablemente la crisis también ponga en segundo lugar el análisis de los avances de las Metas del Milenio. Estas metas fueron acordadas en septiembre de 2000, cuando más de 100 presidentes, primeros ministros y líderes alrededor del mundo se reunieron en la ciudad de Nueva York.

En ese entonces todos los países coincidieron en que era urgente atacar los problemas de los más de mil millones de personas más pobres del mundo, que los esfuerzos de la economía global y de cada gobierno deberían enfocarse en atacar el desabastecimiento de alimentos; el cubrimiento de servicios básicos como el agua y la energía; al acceso a la salud. En la agenda mundial de ese entonces empezó a ocupar un lugar preponderante el tema de la protección ambiental. El propósito era tener avances concretos para lo cual se fijó un plazo hasta 2015.

Sin embargo, al nuevo encuentro de mandatarios y líderes mundiales, lo asiste una nueva preocupación que será quizá a la que se refieran la mayoría de los líderes del mundo: la crisis financiera. Esta, que detonó al principio de la semana pasada con la declaración del cuarto banco de inversión más importante de Estados Unidos, Lehman Brothers, amenaza con el desplome de todo el sistema financiero mundial. La Reserva Federal estadounidense tuvo que salir en su auxilio y garantizar préstamos y compras de activos a aseguradoras y bancos para evitar la debacle. Sin embargo, entre los analistas la medida además de inusual es insuficiente y lo que podría pasar es que se retarde la caída.

Por esta razón los discursos de la mayoría de mandatarios del mundo podrían referirse a cómo solucionar el problema. Sin embargo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no pueden dejarse de lado. Así piensan algunos analistas.

La semana pasada, Luis Castello, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Colombia, dijo a la Radio Nacional que el problema del hambre en América Latina persistía pese a que la región produce más del 30 por ciento de alimentos que consume. “En América Latina tenemos 52 millones de habitantes hambrientos no por falta de alimentos sino por falta de dinero para comprar esos alimentos”.

También señaló que “la Fao ha calculado es que se necesitan 30 mil millones de dólares anuales aproximadamente para ayudar para llegar con alimentos a los más necesitados, ayudar a la estabilización de los precios y mejorar las tecnologías para su producción”.
Para los analistas el balance de lo recorrido hasta ahora, es decir, a la mitad del camino de que se cumplan las metas programadas para 2015, es desalentador. Los altos precios de los alimentos, que comenzaron a incrementarse el año pasado siguen preocupando a todos los sectores; los augurios sobre lo que puede derivarse del acelerado cambio climático no generan optimismo, y pareciera que ya es demasiado tarde para implementar la propuesta “de desarrollo sostenible”, consistente en una economía que no solo se preocupa por el crecimiento sino por el bienestar social y ambiental, de la que comenzó a hablarse hace varias décadas (en los años 30, Mahatma Gandhi ya se aproximaba al concepto).