La 'hoja de ruta' del gobierno Santos

En el que puede considerarse el primer consejo de ministros del próximo gobierno, Juan Manuel Santos definió la hoja de ruta de su administración que empezará este sábado 7 de agosto.

Santos admitió que hay prioridades, que todas ellas requieren acción legislativa en el Congreso y que están a punto de consolidarse en proyectos de ley, los cuales serán radicados a partir de la próxima semana.

Pero antes que referirse a ellas, el Presidente electo fijó con sus ministros “los principios y valores fundamentales” que empezarán a determinar la forma de gobierno. A estos principios los denominó como la “brújula” para “retomar el rumbo en caso de que se haya perdido el norte”.

Esos principios podrían ser considerados como el decálogo de la próxima administración que, según Santos, deberá caracterizarse por la transparencia y los resultados. “Vamos a gobernar como en una caja de cristal, donde todo el mundo pueda ver lo que estamos haciendo”.

En esa hoja de ruta, el gobierno entrante fijó los principios básicos de su ejercicio administrativo. En ellos se acordaron compromisos con la prosperidad social, la equidad, el pluralismo, la austeridad, la eficiencia, la eficacia, y cero tolerancia con la corrupción.

Y en ese sentido, Santos decidió, con su equipo, la creación de una alta consejería para el buen gobierno y la eficiencia administrativa. Aunque no dio mayores detalles, el nuevo cargo tendría la misión de garantizar y exigir el cumplimiento de los principios y valores trazados por el gobierno.

Al frente de esa consejería estará Maria Lorena Gutiérrez, quien se desempeñaba como decana de la facultad de Administración de la Universidad de los Andes.

Santos justificó el nombramiento en que esa facultad ha sido acreditada y reconocida internacionalmente, y que con Gutiérrez al frente, se marca “el estado del arte de cómo debe ser la buena administración”.

Continuidad, pero con otros métodos

Santos, en el primer ejercicio colectivo con los miembros del gabinete, ratificó que su gobierno dará continuidad a las políticas de la administración saliente. Y como muestra de ello, anunció que, en la víspera de la posesión, sus ministros se reunirán con el gabinete de Uribe, en un hecho que calificó de no tener precedentes en la historia política del país.

Pero en lo que habrá variaciones será en las formas. Por ejemplo, los consejos comunales ya no serán el método para poner en práctica la democracia participativa.

“Seguiremos con el diálogo permanente con el pueblo (...) No serán consejos como los conocemos, pero vamos a mejorarlo con el uso de la tecnología, con reuniones regionales, para dar accesos a los ciudadanos a todas las entidades del Estado”, dijo Santos.

El presidente electo también calificó la ‘reunión de Anapoima’ un buen ejercicio de “inteligencia colectiva” y dijo que esa metodología será la constante del nuevo gobierno.

Allí, durante dos días, los encargados de orientar las políticas públicas expusieron la radiografía de las prioridades de las respectivas carteras.

En este ejercicio quedaron ratificadas varias prioridades. Una de ellas, según dijo el designado ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, será el reestablecimiento de las relaciones con el poder judicial.

Por eso, anunció que el primer acto oficial de gobierno, el próximo lunes 9 de agosto, será la reunión protocolaria con los magistrados de la Corte Suprema, la Corte Constitucional, el Consejo de estado y el Consejo Superior de la Judicatura.

Y en materia legislativa se ratificaron como prioridades el trámite de iniciativas que lleven a término las propuestas de primer empleo, la reforma a la ley de regalías, la ley de tierras, la separación de ministerios, y la ley de ordenamiento territorial.

Pero la agenda definitiva será presentada el lunes 9 de agosto, cuando el paquete de iniciativas sea radicado en las secretarías del Senado y la Cámara de Representantes.

El Decálogo del gobierno Santos

Este fue el texto de los “principios y valores” que Santos acordó con su gabinete ministerial. Contiene principios de gobierno, éticos, administrativos y de comportamiento.


Principios de Buen Gobierno

Nos comprometemos a una gestión pública efectiva sustentada en los siguientes principios:

• Compromiso con la prosperidad social

• Transparencia

• Cero tolerancias con la corrupción

• Equidad

• Pluralismo

• Eficiencia y Eficacia

• Austeridad

- Sistema de Gobierno

Nos comprometemos con un sistema de gobierno:

• Efectivo, Competitivo y con estándares de clase mundial.

• Centrado en resultados.

• Con permanente capacidad de medición.

• Anticipativo más que reactivo.

• Meritocrático.

• Al servicio de la comunidad.

• Interdependiente.

• Descentralizador.

• Orientador y promotor.

• Con responsables específicos para el logro de los Objetivos del Gobierno.

• “El mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario¨.

- Principios de ética pública

• Damos más de lo que se espera de nosotros y ejercemos estricto cumplimiento de la ley en el ejercicio de nuestros deberes.

• Evitamos toda situación en la que los intereses personales directos o indirectos se encuentren en conflicto con el interés general o puedan interferir con el desempeño ético y transparente de nuestras funciones.

• Tomamos decisiones buscando solamente el interés público; no toleramos el abuso de poder o el tráfico de influencias.

• Declaramos nuestros bienes antes de abordar nuestros cargos para garantizar nuestra transparencia.

• Tenemos la obligación de denunciar ilegalidades e irregularidades.

• No usaremos información privilegiada o confidencial para beneficio propio o

de terceros.

• Actuaremos con sobriedad en distinciones y condecoraciones.

• No aceptamos regalos ni donaciones que generen posible conflicto de interés.

- Principios de comportamiento

• Creemos en el diálogo constructivo.

• Respetamos las diferencias y estamos dispuestos a ceder ante argumentos.

• Reconocemos nuestros errores o equivocaciones y estamos dispuestos a corregir.

• Somos solidarios con las decisiones y con el equipo de Gobierno.

• Somos disciplinados y puntuales.

• Reconocemos que sirve bien al gobernante quien le dice la verdad.