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El presidente Juan Manuel Santos ya confirmó su asistencia a la Asamblea de La U. El expresidente Álvaro Uribe, aún no. | Foto: Archivo SEMANA

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La U: ¿más cerca de Santos que de Uribe?

El actual presidente del partido de gobierno, Plinio Olano, entregó las primeras pistas sobre el futuro de la colectividad. Pistas que advierten mayor sintonía con el jefe del Estado que con el expresidente.

27 de septiembre de 2012

El 28 de octubre se advierte como la fecha más señalada para el Partido Social de la Unidad Nacional, La U. Para ese día está pactada la Asamblea General de la colectividad, que más allá de definir quién o quiénes conformarán su dirección en propiedad, tendrá que resolver los principales dilemas que han acompañado al partido desde que asumió el poder con el presidente Juan Manuel Santos.
 
A Plinio Olano, senador boyacense, le tocó asumir la coordinación de ese 'chicharrón' que supone la Asamblea de La U. Una asamblea que estaba prevista para finales del año pasado, pero que se ha ido aplazando y dilatando de forma sistemática, precisamente por la dificultad que ha tenido el partido de resolver sus dilemas.
 
El principal dilema ha sido la confrontación ideológica en la que se han envuelto los dos jefes naturales de la colectividad: el expresidente Álvaro Uribe, inspirador del movimiento, y el presidente Santos, fundador del partido.
 
Olano asegura que ese 28 de octubre La U no piensa definir si es un partido uribista o santista. El senador admite que en el partido hay diversos puntos de vista que se tienen que respetar, pero sí admite que ese día empezará un proceso de “identidad política” bajo un principio que lo asume como su principal reto como actual director del partido: “mi responsabilidad es mantener la unidad del partido”.
 
Pero a un mes de esa asamblea, Plinio, como todos lo conocen en el parlamento, entregó las primeras pistas de lo que podría ser el futuro del Partido de La U, al revelar los principales detalles de cómo se está organizando la reunión que congregará a todos los miembros de La U, pues allí estarán presentes no solo los congresistas, sino los diputados, concejales y ediles que tiene el movimiento en todo el territorio nacional.
 
El primer detalle revelado por Plinio Olano es que el presidente Juan Manuel Santos ha “confirmado plenamente” su presencia, a tal punto que la fecha de la asamblea sólo se pudo definir gracias a la agenda oficial del mandatario.
 
Quien no ha confirmado su presencia es el expresidente Álvaro Uribe por una sencilla razón. Aún no ha sido notificado del evento que adelantará el partido del cual es militante.
 
Olano tiene el propósito de invitarlo. Por eso anunció que la próxima semana buscará el espacio para reunirse con el expresidente porque asegura que tanto Santos como Uribe “son líderes naturales e igual de importantes para el partido”.
 
Pero Olano, al ser interrogado sobre la posibilidad de volver a aplazar la asamblea nuevamente, y esta vez ante una respuesta negativa de Uribe, confesó: “la Asamblea será el 28 de octubre si Dios quiere”.
 
El segundo detalle que reveló Olano y que daría a entender que La U estaría más en sintonía con Santos que con Uribe es que la Asamblea no se reducirá por el tema de la definición de la dirección en propiedad del partido. Por el contrario, asegura Plinio que la asamblea del partido será programática e ideológica, y las discusiones que en ese sentido se desarrollen girarán alrededor de un tema específico: el proceso de paz.
 
Y para eso el presidente de La U aspira a que ese debate político sea moderado por un ícono mundial de la paz. Algún premio Nobel, es la pretensión. Pero quien va a ser el encargado de conseguir ese concurso será nada más ni nada menos que el propio Santos, quien se comprometió con Olano a encontrar a esa persona.
 
La tercera pista que reveló el senador Plinio es que “con toda seguridad el partido de La U fijará su oposición” a un proyecto que avanza a paso lento su trámite en el Congreso. La reforma constitucional que pretende eliminar las sanciones a los congresistas que decidan cambiarse de partido político.
 
Ese es el proyecto del Transfuguismo, y que por tramitarse dos años antes de un debate electoral supone varias definiciones políticas. Una de ellas es determinar quién está con el jefe del Estado, quien tiene la posibilidad, consagrada en la Constitución, de prolongar su mandato por otros cuatro años mediante la figura de la reelección.
 
Si La U, que en esta legislatura tiene la intención de tomar todas sus decisiones en bancada, se opone a este proyecto, imposibilitaría a quienes estén más en sintonía con Uribe salirse de La U para engrosar las filas del Puro Centro Democrático, la plataforma política que el expresidente viene impulsando desde el 5 de julio, día en que oficializó su oposición al gobierno Santos.
 
La decisión que adopte La U sobre el transfuguismo no deja de ser relevante pues ese partido se conformó, en buena medida, gracias a reformas similares que permitieron a sus actuales dirigentes salirse del Partido Liberal o del Conservador. Uno de esos dirigentes beneficiados con ese tipo de reformas fue precisamente Plinio Olano, pues gracias a que la reforma política de 2009 no castigó el ‘voltearepismo’ pudo salirse de Cambio Radical y llegar a La U, como también lo hizo el senador Roy Barreras, una de las figuras más mediáticas de la colectividad.
 
En ese entonces, cuando Olano y Barreras se cambiaron de partido lo hicieron en la coyuntura de que Cambio Radical se opuso a la segunda reelección de Uribe. Ahora, si esos dirigentes se oponen al transfuguismo, al que perjudicarían sería al propio Uribe, por las razones antes mencionadas.
 
Cuando se le preguntó a Olano si la U tiene la “autoridad moral” para oponerse al transfuguismo el presidente del partido confesó: “estamos mirando el futuro de la colectividad”.
 
Así como para el país el mes de octubre se advierte determinante, en buena parte por ser el mes donde empezará formalmente el proceso de paz con las FARC, para La U también es un mes crucial. El partido apuesta por ser el “verdadero partido de gobierno”, según Olano, y para ello la única exigencia que le piden al Ejecutivo es que no impida la visibilidad del partido. Y así como permitieron que otros partidos, como el Liberal, por ejemplo, abanderaran la ley de víctimas y la ley de primer empleo, lo mismo piden ahora con un tema específico: la reforma a la salud, de la cual La U quiere ser el autor de la fórmula que resuelva la crisis del sistema.