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El Congreso no ha podido recuperarse de los embates que ha sufrido por cuenta de la corrupcíon y la parapolítica. Es una de las instituciones más desprestigiadas, según los últimos informes de Transparencia

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Lánguido semestre en el Congreso

El saldo del Congreso quedó en rojo. El ausentismo, las suplencias y las campañas impidieron un buen desempeño del Legislativo pese a la importancia de varios proyectos de ley.

16 de diciembre de 2009

Este miércoles terminaron las sesiones ordinarias del Congreso. El pupitrazo otra vez fue el protagonista. A última hora varios proyectos fueron votados con la urgencia de quien espera el timbre para salir corriendo a vacaciones.

La deuda más grande que dejó este período legislativo fue el trámite de la Ley estatutaria que desarrolla la Reforma Política. Este proyecto buscaba regular cómo se sancionarán a los partidos y políticos irresponsables que dejen entrar dineros del narcotráfico en sus campañas o que permitan la influencia de grupos ilegales. También tenía el propósito de hacer más trasparente las candidaturas. Sin embargo, por falta de tiempo quedó pendiente y así sea aprobado el año entrante, la norma no estará vigente para las elecciones de marzo.

Aunque ayer tarde el Congreso aprobó el impuesto de guerra (una iniciativa urgente para el gobierno), quedaron pendientes reformas importantes como la de la Justicia o una ley para las víctimas. La primera se requiere para el buen funcionamiento del Estado y la segunda porque éste tiene una deuda con quienes han sufrido el conflicto.

De los temas que estaban previstos en la agenda del Congreso faltó la creación de la comisión de seguimiento a la política de inteligencia y contrainteligencia del Estado. La creación de esta comisión fue aprobada con la Ley de inteligencia, en la legislatura pasada. Pero en esta legislatura, ni siquiera se nombró la comisión para que comenzara a funcionar.

Otro tema de relevancia que quedó en el tintero fue la regulación que busca reestructurar el DAS. El escándalo de las interceptaciones ilegales y seguimientos a periodistas, magistrados y políticos de la oposición puso en evidencia la necesidad de crear controles al organismo. No obstante el proyecto se quedó en “buena intención”.

Para el senador del Polo Parmenio Cuéllar, el problema de este período legislativo no es que el Congreso no haya alcanzado a discutir todos los proyectos, sino que no había ninguno de relevancia.

“No se ha hecho la reforma Agraria que necesita el país, no se ha hecho una Ley para las víctimas del conflicto armado en Colombia y nada de lo que está en curso vale la pena reamente”, dijo Cuéllar.

Este semestre legislativo estuvo signado por el ausentismo, tanto así que la Procuraduría sacó un informe en el que señaló las faltas de 28 congresistas a las sesiones plenarias. Las ausencias se debieron principalmente a que la mayoría de congresistas está buscando sur reelección para lo cual hace campañas, planea las alianzas y movidas políticas en su región.

Sin embargo, el presidente del Congreso, Javier Cáceres, anunció que sí habrá sesiones extraordinarias durante el jueves y el viernes, pues cerca de 40 proyectos de Ley en Senado y más de 60 en Cámara están en riesgo de quedarse sin aprobación.

Según anunció el la oficina de prensa del Senado se discutirán varios proyectos de Ley como el del Impuesto de Renta, que busca recursos para financiar la guerra otros cuatro años; el de prórroga a la Ley de Justicia y Paz, que pretende extender el beneficio de la desmovilización a quienes abandonaron la guerra después del 25 de julio de 2005, entre otros de interés gubernamental.

Algunos congresistas de la oposición ya anunciaron su voto negativo al proyecto de prórroga de la Ley de Justicia y Paz. Dicen que no aprobarán esa norma hasta que no exista una ley a favor de las víctimas.

Falta ver si el gobierno logra convencer a su bancada para que asista a las sesiones que quedan y los proyectos faltantes no se hundan por falta de quórum.

Según dijo a Semana.com el vicepresidente de la Cámara, Santiago Castro, “considerando que estamos en una jornada preelectoral y que hubo cambios en las reglas de juego, como el hecho de que el voto de los congresistas debe ser nominal y público desde que se aprobó la Reforma Política, los proyectos importantes fueron aprobados”. Para él el saldo que deja el Congreso es positivo.

No obstante, para el representante de la U, Roy Barreras, la actividad del Congreso este semestre fue “muy escuálida. El hecho de que todos estuvieran en campaña y que buena parte del Congreso estaba integrado por suplentes hizo que se descuidara la actividad parlamentaria”, explicó.