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El Partido Liberal y Cambio Radical querían consultar la posición de sus militantes frente al proceso de reunificación. El CNE, por motivos que llaman a la suspicacia , no pudo avalar la solicitud de la consulta. Los tres magistrados que pertenecen a la U fueron clave para esa negativa. | Foto: SEMANA

ELECCIONES 2011

Los 'intereses políticos' que negaron la consulta para la reunificación liberal

El Consejo Nacional Electoral no aprobó la petición del Partido Liberal de consultar a sus militantes para promover un proceso de reunificación. Tres magistrados de La U y uno del P. Conservador impidieron la consulta.

23 de septiembre de 2011

El Partido Liberal y Cambio Radical no podrán consultar a sus militantes en las elecciones del 30 de octubre para avalar el proceso de reunificación, el cual adelantan en fase preliminar a través de conversaciones entre dirigentes desde finales de 2010.
 
Este viernes la sala plena del Consejo Nacional Electoral (CNE) no pudo aprobar la solicitud tramitada por el jefe único del liberalismo, Rafael Pardo, de sumar una papeleta en todos los puestos de votación para que los liberales expresaran su postura frente a este proceso de reunificación.
 
La sala plena, integrada por nueve magistrados, técnicamente no rechazó la solicitud, pero no alcanzó los votos necesarios, estipulados por el reglamento de la corporación, para que la solicitud de los liberales fuera plenamente aprobada.
 
La votación de la sala plena fue de cinco votos a favor de la consulta y dos en contra. El reglamento del CNE estipula que las decisiones deben ser adoptadas por las tres cuartas partes de la sala, lo que significa que para ser aprobada la consulta necesitaba mínimo de seis votos a favor. Para que la solicitud fuera rechazada, también se necesitaban seis votos, pero en sentido contrario. Además, a la sala plena, se ausentaron dos magistrados.
 
El presidente del CNE, magistrado Joaquín José Vives, anunció que el próximo lunes 26 de septiembre la sala plena volverá a votar sobre la consulta de reunificación liberal, sin embargo, admitió que “técnicamente” esta solicitud no va a prosperar.
 
Según Vives, porque en la próxima votación esta solicitud de reunificación liberal no alcanzará los seis votos a favor que necesita. En consecuencia, el CNE tendría que nombrar conjueces para que sean estos quienes den la última palabra.
 
Sin embargo, ese proceso podría tardar al menos un mes en resolverse, y el plazo que tiene la aprobación de esta consulta es del 30 de septiembre, fecha en la que el CNE debe presentarle a la Registraduría cualquier solicitud de consulta que quieran hacer los partidos políticos.
 
Por estas razones es que la consulta sobre la reunificación liberal ha sido declarada “hundida” por los periodistas.
 
¿Oposición de La U?
 
La decisión no estuvo exenta de polémica, pues varias decisiones que rodearon la votación dejaron entrever intereses políticos.
 
La votación fue alrededor de la ponencia del magistrado José Joaquín Plata (PIN), que avalaba la petición de la consulta liberal.
 
Cinco magistrados,  Joaquín José Vives (Liberal), Gilberto Rondón (Liberal), Carlos Ardila Ballesteros (Cambio Radical), José Joaquín Plata (PIN) y Nora Tapia (Partido Conservador) votaron a favor, con el argumento de que es un derecho de los partidos políticos otorgado por la reforma política, sancionada en julio de 2011.   
 
Los dos votos en contra de la consulta fueron de los magistrados Pablo Gil y Bernardo Franco, quienes no explicaron el motivo de su decisión. Gil y Franco son representantes en el organismo electoral del Partido de La U, colectividad que no ha ocultado su incomodidad frente al proceso de reunificación liberal.
 
Los magistrados ausentes de la votación tampoco se salvan de las suspicacias. Óscar Giraldo pertenece a La U, y Juan Pablo Cepero es uno de los que representa al Partido Conservador, cuyo presidente, el senador José Darío Salazar, en reiterados pronunciamientos a los medios de comunicación, había calificado la consulta que pretendían llevar los liberales de “inconveniente” por los costos que le podría significar al Estado la logística de esa consulta.
 
Pero la mayor inquietud era que el Partido Liberal sería el único en tener consulta el próximo 30 de octubre, lo cual les significaría una elevada votación y hasta ingresos adicionales por el tema de la reposición de votos.
 
Por eso es que el jefe único del liberalismo, Rafael Pardo, controvirtió la decisión del CNE. “Quienes votaron en contra están violando un derecho que tiene todo partido político”.
 
Pardo insinuó que algunos dirigentes, especielamente del Partido de La U, “temen” que el proceso de reunificación liberal de alguna manera afecte los intereses de “vocación de permanencia” que tiene esa colectividad.
 
Por ejemplo, de 27 senadores que actualmente son de La U, 24 de ellos tienen origen en el oficialismo liberal. Incluso, senadores como Armando Benedetti han expresado que regresarían “gustosos” al Partido Liberal, pero han condicionado esa decisión a lo que digan el presidente Juan Manuel Santos y el expresidente Álvaro Uribe.
 
Las consultas internas populares fueron aprobadas por la reforma política de 2009 con el argumento del fortalecimiento de la democracia interna de los partidos. Esta sería la primera consulta tramitada en el marco de esta norma, pero a la vez la primera en ser rechazada.
 
"Reunificación, sigue"
 
Pero más allá de esta polémica decisión, el proceso de reunificación liberal seguirá adelante. Eso dice el propio Rafael Pardo que, aunque tenía gran interés en adelantar esta consulta, afirmó que la reunificación es un proceso de mediano plazo.
 
“La consulta es un instrumento del partido, pero no un instrumento definitivo que diga que se haga o no una reunificación liberal. Tenemos apoyo de Cambio Radical, miembros importantes de La U, el proceso sigue y es largo”, explicó Pardo.
 
La reunificación liberal comenzó a finales de 2010 cuando las bancadas parlamentarias del Partido Liberal y Cambio Radical comenzaron a tener coincidencias respecto de algunos temas de la agenda política. A tal punto que la mayoría de proyectos discutidos en el Congreso tenían una especie de bloque integrado por los miembros de ambos partidos.

Mientras tanto los dirigentes de ambos partidos iniciaban conversaciones para explorar los escenarios de una fusión entre ambos partidos, o lo que es más factible, que los dirigentes de Cambio Radical desintegraran el partido y regresaran al oficialismo.

Posteriormente, los avales de candidaturas para las elecciones regionales fueron el nuevo escenario. En muchos lugares del país Liberales y Cambio acordaron unir fuerzas en torno a un candidato único.
 
Pardo dijo que los diálogos de exploración continuarán con la misma dinámica, aunque sin el mandato popular que los liberales esperaban con la consulta que querían promover el 30 de octubre.

El camino legal que tiene la reunificación liberal está en el marco de la ley estatutaria de la reforma política (Ley 1475 de 2011), sancionada por el presidente el pasado mes de julio.
 
Esa ley contiene un artículo (el número 4) que permite que los partidos se disuelvan, se liquiden, o que puedan fusionarse con otros partidos y movimientos políticos. Pero esta disposición necesitaría una ley complementaria que reglamente el mecanismo.