Home

Política

Artículo

La posibilidad de una alianza entre el Partido Verde y el Polo Democrático, en la segunda vuelta, no parece fácil, pero tampoco es imposible.

ELECCIONES 2010

Partido Verde y Polo: ¿qué tan lejos?, ¿qué tan cerca?

Mientras algunos militantes de lado y lado consideran improbable una alianza para la segunda vuelta, otros creen que se pueden tender puentes para esa opción. Similitudes y diferencias.

23 de abril de 2010

Con el ascenso del candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, en las encuestas, simultáneamente el Polo Democrático lanzó una estrategia para diferenciar su propuesta de la del ex alcalde de Bogotá.

El candidato del partido de izquierda, Gustavo Petro, quien propuso al comienzo de su campaña un acuerdo programático con varios sectores, ha calificado al candidato del Partido Verde de “neoliberal”. En su criterio, Mockus cree que la economía de libre mercado garantiza los derechos de los colombianos, lo cual dista del programa social del Polo.

Durante el debate televisado por Caracol Televisión el domingo pasado, Petro lanzó una pregunta a Mockus con el propósito de dar cuenta de sus diferencias. El candidato del Polo le preguntó por su opinión sobre la reforma laboral del Gobierno.

Petro conocía la respuesta porque Mockus ya había dicho que no reversaría las medidas que afectaron a los empleados. El propósito de la pregunta de Petro, entonces, fue poner en evidencia las diferencias con Mockus.

El ex presidente del Polo Carlos Gaviria ha dicho que Mockus carece de una propuesta social, que su proyecto protege el statu quo y no busca cambios profundos. Así mismo, otros militantes del Polo han dicho que Mockus es muy parecido al candidato del Partido de La U, Juan Manuel Santos, y que nunca ha hecho una crítica al Gobierno.

El ex magistrado Gaviria admitió que la estrategia consiste en delimitar lo que separa a verdes y polistas, porque da por supuesto que las diferencias con el candidato del oficialismo, Santos, son bien conocidas. ¿La razón?: “Mockus, según las encuestas, parece estarle quitando votos al Polo. Por eso el partido de izquierda trata de recuperarse”, explica a Semana.com el analista Rafael Nieto.

La defensa de Mockus a ideales como la transparencia y la legalidad, sin el ataque decidido al Gobierno, es lo que le ha significado un repunte en las encuestas. “A Mockus sí le ha funcionado no ser antiuribista ni uribista. Con esa postura de centro puede recoger votos de ambos lados”, agrega Nieto.

“Cuando dos candidatos están en competencia son naturales las críticas contra el opositor. Así es la política. Además, los dos partidos se disputan en la primera vuelta el electorado de opinión”, explica el investigador de partidos políticos y temas electorales de la Universidad del Valle Javier Duque.

Para Nieto como para Duque, la estrategia de reconocimiento de las diferencias entre Petro y Mokcus, emprendida por el Polo, tiene el propósito de ver cuántos votos puede recuperar el partido. Está en juego la necesidad de sacar más del 4 por ciento de los votos en la primera vuelta para poder acceder al dinero al que tienen derecho los partidos por concepto de reposición.
 
Lo más probable es que no haya ganador en la primera vuelta, porque ninguno de los candidatos obtendría la mitad más uno de los votos válidos. Y, según lo indican hasta ahora las encuestas, lo más probable es que la segunda vuelta sea entre Mockus y el candidato del Partido de La U, Juan Manuel Santos.

Todos los partidos, sin embargo, se medirán en las urnas para ver la fuerza de su electorado, con la que podrían negociar un acuerdo, ya sea programático o burocrático, con los candidatos que pasen a la segunda vuelta. En este eventual escenario, el distanciamiento entre el Polo y el Partido Verde puede cambiar.

“El Polo tendrá la tentación de acercarse al Partido Verde”, asegura Nieto.

“Si Mockus quiere tener una gobernabilidad que no lo arroje en brazos del régimen actual, va a tener que buscar al Polo”, sentenció el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Virginia Luis Fernando Medina, en su reciente ensayo “Legalidad Democrática e Izquierda Democrática: ¿La Cuadratura del Círculo?”.

¿Es probable una alianza?

Gaviria calificó una eventual segunda vuelta entre Mockus y Santos como una “situación trágica para el país”. En su criterio, seguiría pendiente una reforma a la política económica con el objetivo de reducir la desigualdad social. Por eso para el ex magistrado, sería como escoger entre una propuesta mala y una peor.

Pero así no lo creen otros de los militantes del Polo Democrático, quienes desde ya proponen encontrar coincidencias con Mockus.

“Me preocupa que el Polo se equivoque en el blanco. Ojalá el Polo no apuntara sus cañones a los verdes”, dice a Semana.com el concejal de Bogotá Carlos Vicente de Roux, partidario de una alianza en segunda vuelta.

En su criterio, el candidato Petro debe ir hasta la segunda vuelta solo, para que el electorado que apoya al Polo pueda expresarse en las urnas y demostrar su militancia. Pero, en caso de que haya una segunda vuelta y los candidatos sean Mockus y Santos, el Polo debería reconocer que el ex alcalde de Bogotá representa una alternativa diferente al uribismo.

“Un gobierno de Mockus sería un paso adelante. No asumiría la plataforma programática del Polo completa, pero no sería indulgente con la parapolítica, no buscaría cambiar la Constitución para seguir en el poder, no le haría el juego a los falsos positivos, no se enfrentaría al poder judicial, ni tampoco avalaría las interceptaciones ilegales a sus opositores”, explica de Roux.

De Roux es consciente de que el ideario del Polo y el de Mockus son diferentes. Pero, en caso de que el Polo pierda su paso a la segunda vuelta, no estaría en condiciones de pedir mucho. “Mockus está apostándole al centro en un país de mayoría uribista. No hay que pedirle que ataque a Uribe, sino mirar lo que representa”, agregó el concejal.

Según el ensayo del profesor Medina, la alianza debe cumplir dos requisitos: que el Polo logre en la primera vuelta un buen resultado, y plantear una mesa de discusión de un programa en el que coincidan verdes y polistas, en la que lo importante no sea sacar ventajas burocráticas.

“El Polo no debe apresurarse a formar alianzas, sino que debe mostrarle a Mockus unas condiciones básicas para un acto de gobernabilidad y estar preparado a levantarse de la mesa si Mockus no ofrece condiciones aceptables”, escribe Medina.

Es muy probable que un sector importante del Polo no esté de acuerdo con una negociación. Hay quienes defienden a ultranza su ideario de izquierda a pesar de que no logre seducir al electorado y el costo político sea alto. No obstante, otro sector del Polo, el que representa el propio Petro, es más proclive a los acuerdos.

Mockus, por su parte, se ha mostrado renuente a una posible alianza con el Polo. Cuando comenzó a subir en las encuestas dijo que el planteamiento del partido de izquierda ha sido el de un cogobierno, con el que él no está de acuerdo.

Sin embargo, en una segunda vuelta las condiciones serán distintas y es más probable que algunos integrantes del Partido Liberal, del Partido Conservador y de Cambio Radical opten por inclinar la balanza a favor de Santos (como ya lo han dejado ver algunos de sus militantes). La pregunta que sigue abierta es si Mockus, quien tiene vocación de antipolítico, seguirá confiado en el voto de opinión, o si buscará una alianza.

“Hay una variable en la política colombiana que es el personalismo de las campañas en la figura del candidato. Es una variable que puede arrojar resultados inesperados y lo inesperado en este caso cuenta mucho”, explicó Duque.

Para el analista Nieto una eventual alianza entre polistas y verdes es “el abrazo del oso”. En su criterio, si Mockus formaliza un acuerdo con el Polo, muchos electores de centro interpretarían el hecho como un giro a la izquierda del Partido Verde y terminarían votando por Santos en la segunda vuelta.

“El desprestigio de la administración de Samuel Moreno en la Alcaldía de Bogotá, la posición ambigua del Polo frente cuál debe ser la solución al conflicto y su posición difusa sobre las relaciones con Chávez terminarían haciéndole más daño que beneficio a Mockus en una segunda vuelta”, dice Nieto.

El analista aduce que Mockus no necesita hacer una alianza formal con el Polo para sumar votos porque “de todas maneras la izquierda en una segunda vuelta no votaría por Santos, sino contra él. Lo que le conviene al Partido Verde es permanecer en el centro del espectro ideológico”, agregó.

Por el contrario, para el investigador Duque, en una segunda vuelta entre Mockus y Santos, una alianza natural sería entre el Polo y el Partido Verde. Para él, los dos partidos son los que están más lejos ideológica y programáticamente del resto de partidos y están mucho más cerca, aunque no dentro de la misma órbita ideológica.

“Una alianza no se hace entre iguales, sino entre distintos. Uno hace una alianza cuando la necesita. Yo no veo otro partido que se pueda sumar a los verdes, porque al mirar el espectro ideológico de cada uno, salta a la vista que a la mayoría los jala la derecha”, dijo Duque.