Polo cerró filas con Aurelio Suárez

Aurelio Suárez, quien en las recientes encuestas de intención de voto en Bogotá apenas supera el uno por ciento, inscribió su candidatura a la Alcaldía Mayor.
 
Pero más allá de anunciar propuestas, el hecho político es que los máximos dirigentes del Polo lo acompañaron en la inscripción. Las corrientes mayoritarias del partido, representadas en sus congresistas, estuvieron al lado de Suárez y enviaron un mensaje concreto: el Polo peleará por mantener el poder en la capital. “El Polo está vivo”, se leía en una de las pancartas que llevaban algunos militantes.
 
El presidente del Polo, Jaime Dussán, los senadores Jaime Robledo, Gloria Inés Ramírez, los representantes Iván Cepeda, Germán Navas Talero, y los excongresistas Wilson Borja y Venus Albeiro Silva, estuvieron presentes y enviaron el mensaje de unidad.
 
Al acto, y como era previsible, no asistieron senadores como Luis Carlos Avellaneda o Camilo Romero. Ellos, aunque pertenecen al Polo, apoyarán al candidato Gustavo Petro, disidente de la colectividad.
 
Suárez, al firmar el acta de inscripción, esbozó parte del programa de gobierno que en estos tres meses le presentará a los bogotanos. Se sustenta en 13 puntos.
 
Para el candidato del Polo, la prioridad está en temas sociales. "El problema más grave de Bogotá es que es una de las ciudades más desiguales de América Latina", dijo el aspirante del Polo, antes de enumerar el primer punto de su propuesta: salto adelante en la política social, en educación, salud y seguridad alimentaria.

Frente a los temas de movilidad, uno de los puntos cruciales de la campaña, Suárez apuesta porque sea la ciudadanía la protagonista para la evolución. Anunció la revisión de la tarifa de Transmilenio y el apoyo al Sistema Integrado de Transporte. En su programa, el Metro se construiría por la Avenida Caracas y sería subsidiado.
 
Suárez, al momento de su inscripción, no evadió el tema de la corrupción. En un gobierno suyo “habrá cero tolerancia” frente a ella. El Polo Democrático tiene el reto de desmarcarse de los escándalos que rodearon la administración de Samuel Moreno.