Home

Política

Artículo

El llamado 'canciller de las FARC', Rodrigo Granda, no tiene en su contra cargos judiciales por delitos de lesa humanidad. Solo ha sido procesado por rebelión. El marco para la paz le permitiría hacer política. | Foto: SEMANA

MARCO PARA LA PAZ

¿Rodrigo Granda al Congreso?

El llamado 'canciller de las FARC', Rodrigo Granda, no tiene en su contra cargos judiciales por delitos de lesa humanidad. Sólo ha sido procesado por el delito político de rebelión. El marco para la paz le permitiría hacer política y hasta tener curul en el Congreso, sólo si se pone fin al conflicto.

8 de junio de 2012

La fórmula parece sencilla. De aprobarse el marco para la paz, el Congreso tendrá que diseñar una ley para darle una nueva definición al delito político. El objetivo, que el gobierno colombiano pueda ofrecer a las guerrillas -FARC y ELN- un escenario para que puedan hacer política, después de un proceso de paz y sólo tras el fin del conflicto.

Según el marco para la paz, esa ley “regulará” cuáles serán las “conductas o delitos” que pueden ser considerados “conexos” al delito político, que en el caso de las guerrillas, es el de rebelión.

Un debate que se anticipa muy complejo, pues el gobierno y el parlamento tendrán que ser cuidadosos hasta el extremo para que no se beneficien actuales cabecillas que hayan incurrido en delitos atroces o de lesa humanidad.

En las recientes semanas, el parlamento ha discutido la conveniencia de entregarles vocería política a las guerrillas. Las posturas han sido muy enfrentadas.

Los autores y defensores del marco consideran que sin participación en política es difícilmente concebible una solución negociada al conflicto armado de medio siglo.

Los opositores cuestionan el escenario con argumentos -exagerados para muchos- como que ‘Timochenko’ o ‘Iván Márquez’, los máximos cabecillas de las FARC, alcancen una curul en el Congreso.

El presidente Juan Manuel Santos, quien lleva casi ocho meses reclamándole al Congreso el marco para la paz, ha tenido que controvertir a los críticos y aclararles que “ni Timochenko ni ninguno de los cabecillas de la guerrilla van a llegar a cargos de elección popular por causa de este acto legislativo. ¡Eso no es posible!”, ha insistido.

Roy Barreras, autor del proyecto, tuvo que aclarar que “los máximos responsables” de “todos los delitos de lesa humanidad”, a los que se les aplicaría las sanciones de la justicia transicional, no tendrán posibilidad de hacerse elegir. La Constitución, según el artículo 122, impide a quienes hayan sido condenados por delitos de lesa humanidad o por narcotráfico, desempeñar cargos públicos.

El escenario de la vocería política quedaría reducido a quienes solo tengan como saldo pendiente con la justicia la pertenencia a la guerrilla. Muchos consideran que quedaría reducido a guerrilleros rasos.

Pero según los alcances del marco para la paz, hay una figura relevante para las FARC que podría superar todos los filtros para poder tener vocería política, incluso, ostentar una curul en el Congreso. Ese sería Rodrigo Granda, el llamado ‘canciller de las FARC’.
Granda fue capturado por autoridades colombianas en territorio venezolano a comienzos del 2004. Fue procesado sólo por el delito de rebelión, aunque tiene abiertas investigaciones por supuesto enriquecimiento ilícito y una en Paraguay por su presunta responsabilidad en el secuestro de Cecilia Cubas, hija del expresidente de ese país Raúl Cubas.

Granda no tiene en su ‘prontuario’ delitos de lesa humanidad, ni homicidios culposos. Tampoco puede ser responsable de graves actos perpetrados y atribuidos por la justicia a las FARC porque, a pesar de ser una persona cercana al secretariado de esa guerrilla (como miembro de la Comisión Internacional de las FARC), no tiene ningún cargo en la jerarquía militar de esa organización ilegal ni estructura de mando.

El ‘canciller de las FARC’ salió de la cárcel en junio del 2005, y fue hasta cuando, en una controvertida decisión, el presidente Álvaro Uribe autorizó la excarcelación de casi 200 guerrilleros, tras una petición del entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, con el propósito de facilitar una liberación de Íngrid Betancourt. Actualmente, de Granda se dice que está en territorio venezolano.

Su importancia para las FARC ha quedado demostrada también en los PC de 'Raúl Reyes', con quien tenía comunicación al menos cada semana.

En los informes de inteligencia colombianos, Granda, quien nació en Frontino, Antioquia, figura como hombre de confianza de Luis Édgar Devia, alias ‘Raúl Reyes’, considerado el segundo comandante de mayor poder en las FARC después de ‘Tirofijo’, el máximo cabecilla de la organización.
 
Granda acompañó a 'Raúl Reyes', 'Marco León Calarcá', el 'Cura Camilo' y 'Olga Marín', compañera sentimental de ‘Raúl Reyes’ e hija de Manuel Marulanda Vélez. Se inició en las FARC hace más de 30 años, cuando apenas cursaba segundo año de bachillerato. De acuerdo con los registros de los organismos de seguridad, antes de su captura, Granda habría realizado 200 viajes en los últimos 10 años a países europeos y latinoamericanos en búsqueda de apoyo para el movimiento guerrillero.
 
Son apenas algunas razones para señalar a Granda como la ‘ficha clave’ de la guerrilla que podría llegar al Congreso, gracias al escenario que contempla el marco legal para la paz.