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Léon Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris. | Foto: Daniel Reina

DENUNCIA

“Sabemos, con nombre propio, quién se opone a la reparación”: León Valencia

El director de la Corporación Nuevo Arcoiris anuncia una cruzada para "avergonzar públicamente" a quienes se oponen a la política de reparación y restitución de tierras.

9 de abril de 2012

La aplicación de la Ley de Víctimas no completa sus primeros 100 días pero sus propósitos son ambiciosos. Según los testimonios de los exparamilitares en Justicia y Paz, hasta la fecha se han confesado 175 mil asesinatos y 35 mil desapariciones.

Por solo acciones del paramilitarismo (cuya ofensiva coincide desde mediados de los 80, precisamente la fecha en la que la Ley de Víctimas dispone la reparación) se calcula que el universo de víctimas puede ser tres veces superior al de las víctimas de las dictaduras en el Cono Sur, según León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arcoiris.

El número de hectáreas que se pretende restituir es de entre 2,5 y 6 millones, según lo ha dicho el Superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez.

Pero esos objetivos tienen el obstáculo de quienes "adelantan una cruzada" para oponerse a la reparación y la restitución de tierras.

El gobierno ha calificado a "las manos negras" de la ultraderecha y la ultraizquierda como los enemigos soterrados de esta política. El senador Juan Fernando Cristo dice que son "los mismos que despojaron las tierras".

Pero León Valencia dice que "sabemos, con nombre propio" quiénes se oponen a la reparación.

El director de la Corporación Nuevo Arcoiris, dice que las organizaciones sociales pretenden hacer una alianza para "avergonzar públicamente" a quienes se opongan a la restitución.

Dice que desde el expresidente Álvaro Uribe, quien a través de Twitter "anunció una campaña contra la Ley de Víctimas, pasando por los empresarios antioqueños que han presionado a Juan Manuel Santos, y quienes hicieron lobby contra las marchas de Barranquilla y Necoclí".

Valencia también considera que los mismos ejércitos paramilitares, especialmente los mandos medios que, o no se desmovilizaron, o volvieron a delinquir, se han convertido en los "ejércitos anti-restitución", cuya capacidad se demostró en los paros armados del pasado mes de enero que adelantaron en siete departamentos y que afectaron capitales como Santa Marta y Medellín.