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A sanción presidencial ley que castiga actos de discriminación

Por mayoría absoluta, el Senado aprobó la conciliación de la ley que castiga con penas de entre uno y tres años de cárcel los actos de discriminación por motivos de raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política, sexo u orientación sexual.

20 de septiembre de 2011

En los próximos días, si el presidente Juan Manuel Santos no hace ninguna objeción, Colombia tendría la primera ley en su historia para castigar los actos de discriminación.
 
El Senado aprobó por unanimidad la conciliación de la ley contra la discriminación al acoger todo lo aprobado por la Cámara de Representantes, que no sólo había reducido el tema al racismo, sino a motivos de discriminación por motivos étnicos, de religión, nacionalidad, ideología política, sexo u orientación sexual.
 
Según la ley, quienes hagan actos de discriminación recibirán penas de uno a tres años y deberán pagar multas de 10 a 15 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Aunque son excarcelables, penalmente la persona quedará reseñada. Sin embargo, quienes incurran en conductas de “apología al genocidio” recibirán castigos hasta de 15 años de cárcel.
 
Según el autor de la nueva ley, el senador Carlos Baena (Mira), el proyecto es de gran importancia para el país pues más del diez por ciento de la población colombiana es vulnerable a sufrir actos de discriminación.
 
La medida, que reforma el código penal para incluir la discriminación como delito, debió ser conciliada, ya que fueron modificados su texto y sus alcances. 
 
Según los cambios que se introdujeron durante el trámite en el Congreso, la penalización va más allá de la discriminación racial.
 
Por una parte, contempla también la discriminación motivada por razones de etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, género u orientación sexual.
 
Además, se introdujo el tipo penal denominado “apología del genocidio”, el cual generará penas de prisión de entre 8 y 15 años, además de multas. Este cambio fue impulsado por el presidente de la Cámara, Simón Gaviria, y recibió el apoyo de todas las bancadas.
 
De esta forma, las organizaciones neonazis que justifican prácticas como la persecución antisemita y racial quedarán en la ilegalidad. En Colombia, algunos de estos grupos, aunque marginales, desde hace algunos años realizan con cierta frecuencia reuniones y eventos en los que expresan su simpatía con el nacionalsocialismo alemán y el falangismo español.