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El presidente Juan Manuel Santos regresará al Congreso. Probablemente encuentre un ambiente muy distinto al de un año atrás, donde pareció llegar a un terreno donde jugaba de local. | Foto: Daniel Reina

20 DE JULIO

Santos-Congreso: las hipótesis de un esperado reencuentro

El presidente Juan Manuel Santos regresará al Capitolio y se verá por primera vez con los congresistas, a quienes dedicó duras palabras en el episodio de la reforma a la Justicia. ¿Cómo será el discurso político más decisivo del mandatario desde el día de su posesión?

19 de julio de 2012

Los 20 de julio de cada año los presidentes de Colombia tienen la obligación de aparecer en el Capitolio. Una cita que muchas veces es protocolaria, pues cada mandatario debe instalar la legislatura.
 
Pero el 20 de julio de este año la presencia de Juan Manuel Santos ante el pleno del Congreso es quizás la más particular de todas las visitas que un presidente haya hecho ante el poder legislativo en las recientes épocas.

Todo porque el episodio de la reforma a la Justicia no solo desató una de las mayores crisis institucionales del país, sino que fracturó las relaciones entre el presidente Santos y los congresistas.

Desde que Juan Manuel Santos se posesionó, el 7 de agosto del 2010, nunca escatimó en palabras elogiosas a los congresistas. Cuando le aprobaron la Ley de Víctimas, Santos los elogió con frases como “para ustedes, ha valido la pena ser congresistas”.

Pero las cosas cambiaron con la reforma a la Justicia, un proyecto reclamado con insistencia por el propio Santos pero que fue plagado de "verdaderos micos" que escandalizaron a la opinión pública.

Entonces, cuando todo el país buscaban responsabilidades, Santos en una alocución, y en varias entrevistas, responsabilizó directamente al Congreso de lo sucedido. Incluso insinuó que los llamados senadores y representantes "conciliadores de la Reforma" habrían violado la ley.

El Congreso sintió el golpe. Sintieron que el gobierno los sometió a la picota pública. Por eso mucho se especula que este 20 de julio, por primera vez en su gobierno, Juan Manuel Santos encontrará en el Capitolio un ambiente hostil, que incluso podría amenazar su gobernabilidad, que era resaltada por el mandatario como uno de sus principales activos, reflejado en el respaldo de cinco de los ocho partidos políticos con asiento en el Congreso, incluso con el espaldarazo de los Verdes, quienes habían sido sus más enconados contradictores en la campaña política del 2010.

Ese ambiente es el que espera a Juan Manuel Santos, quien por primera vez se sentirá jugando de visitante en el campo de juego del Capitolio.

Y esa condición se produce en un año particularmente decisivo, pues al final de esta legislatura, Santos tendrá que hablar de la reelección. Una posibilidad que le otorga la reformada Constitución del 91, pero que políticamente requiere, inevitablemente, de una armónica relación con los congresistas.

¿Quién necesita a quién? ¿El presidente al Congreso, o el Congreso al presidente? En el parlamento hay más de 200 dirigentes políticos, la mayoría aspiran volver al Capitolio en el 2014.

Nunca antes un discurso de Santos se vislumbra tan decisivo. Nunca antes ha sido tan hermético, y pocas pistas hay en el ambiente sobre el mensaje que el presidente le enviará al parlamento.

Sin embargo, hay algunas pistas. Primero, ha crecido la información de que el discurso será extenso. Se estima un tiempo de duración que puede oscilar entre hora y media y dos horas. Hay una cifra. El discurso está consignado en 41 páginas tamaño carta.
 
En el Congreso creen que, por las circunstancias, Santos no profundizará en la herida de la reforma a la Justicia. Se habla de un discurso conciliador, incluso, algunos dicen que será "un discurso de campaña", en la medida que el presidente llegue a hacer un especie de rendición de cuentas de sus dos años de gobierno.

Muchos descartan que el jefe de Estado rectifique algunos de sus adjetivos al Congreso, pero lo que sí parece seguro, o al menos se advierte obligado, es que a pesar de los hechos de la reforma a la Justicia, Santos reconozca públicamente la labor del parlamento.

Lo que sí es una incógnita serán las peticiones que el presidente le haga a los congresistas. Aún no se sabe cuál será la agenda que el Ejecutivo le propondrá al Legislativo, si será amplia, ambiciosa, o se reducirá a lo fundamental.

No se sabe si habrá reformas constitucionales, pues hay ambiente de no tocar la Carta Política tras lo sucedido con la reforma a la Justicia.

Tal vez la relación de Santos con el Congreso se reduzca a temas muy puntuales. El fortalecimiento de la seguridad, la recta final de la reforma al fuero militar; la reforma a la educación superior, la reforma a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), la reforma tributaria, y una reforma al sistema de salud, son los temas que se vislumbran.
 
Sólo en el momento en que la agenda política de la tercera legislatura se anuncie, se podrá saber cómo será la nueva relación entre Juan Manuel Santos y el Congreso. Por eso, el discurso de este 20 de julio podría ser esa carta de navegación.

A las 4:00 de la tarde se instalará la nueva legislatura. El primero en intervenir será el presidente del Congreso, Juan Manuel Corzo. Enseguida, el turno será para Santos.