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Héctor Helí Rojas es el actual vicepresidente del Parlamento Andino.

ENTREVISTA

"Santos necesita colaboración crítica, no unanimismo": Héctor Helí

El ex congresista advierte que si "Santos permite que avance la impresión de que se deterioró la seguridad democrática", sus enemigos políticos aflorarán para las elecciones de 2011.

13 de septiembre de 2010

Como de mente aguda y discurso encendido recuerdan en el Congreso al ex senador liberal Héctor Helí Rojas, quien después de más de 20 años de actividad legislativa pasó a ocupar uno de los asientos de Colombia en el Parlamento Andino.
 
Ahora es el vicepresidente del organismo multilateral que tiene por objetivo promover la cooperación legislativa de los países miembros (Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador) y hacer recomendaciones a los gobiernos para que incorporen medidas de integración regional.
 
En entrevista con Semana.com, Rojas, quien está al margen de las más importantes discusiones legislativas, le tomó el pulso a los primeros días del gobierno de Juan Manuel Santos, instó a su partido a tomar posiciones críticas y advirtió que los enemigos de la “Unidad Nacional” se “perfilarán” para las elecciones de octubre del año entrante.
 
Semana.com: ¿Cómo ve lo que pasa con la política desde un escenario distinto al Congreso?

Héctor Helí Rojas: Indudablemente la llegada de Juan Manuel Santos al poder ha sido muy refrescante. Sin embargo, la necesidad de un desfogue y de un nuevo aire, como que nos obnubiló a todos. En la mesa de concertación nacional hay tantos temas que a veces uno no entiende qué es lo que se está discutiendo. Me parece que sobran propuestas, falta priorización y falta administración.

Por andar tan contentos y tan de amiguitos concertando cosas, estamos descuidando dos temas: que Santos necesita una colaboración crítica; el unanimismo puede ser lo peor que le puede pasar. Y no estamos hablando con firmeza de la seguridad. Los desafíos de los actos terroristas que vemos por estos días son desestabilizadores y muy preocupantes.

Semana.com: Usted dice que falta priorización. ¿Qué debería ser lo primero de la agenda legislativa?

H.H.R.: La Reforma a la Salud. La Corte Constitucional hizo un esfuerzo impresionante para salvaguardar unos recursos, pero sólo hasta diciembre. De aquí a unos meses estará quebrado el sistema de salud. Esa debería ser la prioridad ‘uno A’ del Gobierno.

Y en segundo lugar, tanta reforma a la justicia, a la política y tantas leyes sobre los mismos temas pueden crear una burbuja legislativa que tranque la discusión sobre el hueco fiscal que suma más de 20 billones de pesos, y que el Gobierno no ha dicho cómo va a llenar.

Semana.com: Y en tercer lugar…

H.H.R.: Me parece muy agradable que el Gobierno se ocupe de la Ley de Víctimas, pero unida con la Ley de Tierras. Ambas son leyes de transición y de reparación, que no deberían ser discutidas por separado con el argumento de que una la apoya el Partido Liberal y la otra el Partido Conservador. Ojalá esa bifurcación no termine hundiendo los dos proyectos.

Semana.com: En su criterio, ¿cuál es el futuro del santismo?

H.H.R.: Santos tiene enemigos por dentro de la mesa de unidad, que van a aparecer en las elecciones de octubre del año entrante cuando comiencen a perfilarse las fuerzas políticas. Esa será su primera medida de aceite. Si muestra ejecutorias, mantiene la seguridad democrática y este aire de apertura, es muy probable que el pueblo liberal se integre desde la base con el santismo. Pero si Santos deja que continúe la impresión de que se ha deteriorado la seguridad democrática, y que esto se parece a una administración de la Fundación Buen Gobierno y no a una de verdadera participación, pues los liberales y los demás partidos de la mesa de unidad van a salir a mostrar sus fuerzas y a alejarse.

Semana.com: ¿Y el uribismo…?

H.H.R.: Santos no está aprovechando la ‘gota fría’ que le cayó a los uribistas con el hundimiento de la reelección. Por andar de veleidoso y muy tranquilo con su Unidad Nacional está permitiendo que haya brotes del antiguo uribismo que ha traído enfrentamientos, por ejemplo, con el ministro Vargas Lleras. Entre las bancadas se oye que hay grupos uribistas que no están dispuestos a que el santismo se olvide de la obra de Uribe.

Semana.com: Hay quienes dicen que Santos está gobernando con las ideas del Partido Liberal y ejecutando el programa de los verdes. ¿Usted qué opina de esa apreciación?

H.H.R.: Yo creo que Santos sí ha recogido muchas ideas liberales. Pero es que en Colombia las ideas liberales, hoy en día, no solo las defienden los liberales. Hasta los conservadores hablan de temas liberales. El solo hecho de llamar a una mesa de concertación ya es una propuesta liberal, democrática.

No creo que esté haciendo nada que se parezca al ideario de los verdes, porque, con todo respeto, el ideario de ese partido no existe. Existió Mockus, pero al interior del Partido Verde hay tantas divisiones y tantos personalismos. ¡Quién iba a pensar que Mockus pretenda ser el jefe del nepotismo en Colombia proponiendo a su mujer de candidata a la Alcaldía de Bogotá!

Semana.com. ¿Cómo vio el nombramiento de Andrés Felipe Arias en la embajada de Italia?

H.H.R.: Ese nombramiento no le da buena imagen al Presidente. Él ha tenido la oportunidad que no han tenido los presidentes desde hace más de veinte años: hacer el gabinete con personas importantes. Debe aprovechar esa oportunidad, antes de que los partidos salgan a pedirle cuotas burocráticas. Pero si se enreda nombrando personas que deberían solucionar problemas con la justicia, obviamente se desacredita ante la opinión internacional.

Semana.com: Durante varios años usted perteneció a la oposición. ¿Cómo ve el futuro de la oposición de hoy?

H.H.R.: Yo insistiría en que mi partido y otros como el Polo y los verdes, puedan participar en las grandes propuestas de Santos, estén o no en la mesa de concertación, pero tienen que ser críticos. Hasta ahora no se sabe que alguien quiera asumir la posición de control político, que signifique una crítica constructiva a las propuestas del Gobierno. Eso es grave para la oposición, pero es más grave para Santos.

Semana.com: ¿Por qué?

H.H.R.: Porque si no hay oposición, no hay crítica. Si una gran mayoría en el Congreso toma las decisiones, eso termina en pequeñas transacciones con el Presidente, convierte el apoyo político en un apoyo burocrático, que da paso a las costumbres tradicionales de la política colombiana, y no le permite a Santos construir el gran gobierno que tiene en la cabeza.

Semana.com: ¿Cómo ha visto a su partido?

H.H.R.: Estoy muy preocupado porque no ha asimilado el tránsito de la oposición a la participación en el Gobierno. Y como llevaba doce años en la oposición, no ha entendido que estar en el Gobierno también es criticar y tener una agenda propia, ser propositivo.

Semana.com: ¿Volvería a participar en una consulta para la elección del candidato presidencial?

H.H.R.: A todos los que hemos sido dirigentes liberales nos gustaría aspirar a una nueva consulta para la candidatura por la Presidencia, pero si el partido no coge una agenda propia, si el partido no logra una identidad distinta del santismo, lo que habrá será una consulta santista, de la mesa de la unidad, pero no una consulta liberal ni consulta de los otros partidos.

Semana.com: ¿Extraña las discusiones de la Comisión Primera?

H.H.R.: A mí sí me da guayabo. Una pertenencia de 23 años a las comisiones primeras de Senado y Cámara me hace extrañarlas profundamente. Yo compenso eso pasando tiempo entre los amigos liberales y lanzando una que otra idea que ellos pueden coger.

Semana.com. ¿Volvería al Congreso?

H.H.R.: Creo que el promedio de vida entre los políticos se ha elevado. Antes, las personas pensaban pensionarse a los cincuenta y retirarse a vivir tranquilas. Ahora hay que pensar en retirarse del servicio público a los 70 años. En consecuencia, no descarto volver al Congreso.

Semana.com: Finalmente, ¿cómo va su nuevo trabajo?

H.H.R.: Estoy fascinado con mi nuevo trabajo, porque estoy viendo a Colombia en un contexto internacional. En el Congreso uno ve al país desde la Constitución y las instituciones, pero sin ver el contexto. En esta institución veo al país no solo en el contexto andino, sino en el latinoamericano y en el mundial. Eso me tiene fascinado. Estudio temas como la creación del consulado andino que puede servirle a los millones de migrantes de la región que no tienen a dónde ir cuando sus derechos son agredidos, o la posibilidad de que los derechos de las minorías sean protegidos por normas supranacionales de los países andinos.

Estoy trabajando la idea de la integración latinoamericana donde se pueden fundir la CAN con UNASUR y Mercosur, y luego con los países del Caribe para hacer realidad el sueño de crear un grupo que nos permita pisar duro y hablar claro frente a los bloques asiático, norteamericano y europeo. Esto me ha cambiado mi estilo de vida, mis hábitos de lectura y mis ideas. Estos otros temas me han revitalizado.