"Talleres democráticos no son el camino institucional de La U": Juan Lozano

El partido de La U dice que afronta el año electoral de 2011 con los pies sobre la tierra. La colectividad sabe que las elecciones regionales no son su escenario más propicio, mientras se siente como pez en el agua en contiendas de carácter nacional.

Y es que no deja de ser contradictorio que La U, siendo el partido con mayor representación en el Congreso, con el más alto número de votos en marzo de 2010 y tras haber avalado al Presidente que obtuvo más votos en toda la historia, Juan Manuel Santos -con más de nueve millones-, tenga una muy pobre representación regional.
 
La U, actualmente, cuenta con no más de 125 alcaldes municipales, tan solo siete gobernaciones en departamentos poco representativos electoralmente (Vichada, Meta, Guainía, Sucre, Magdalena, Casanare y Chocó) y apenas dos alcaldías de capitales de departamento: Pereira y Puerto Inírida.

Por eso, Juan Lozano es conciente de que el reto que tiene por delante como presidente de La U no es de poca monta. Aspira a duplicar la cifra de alcaldías y gobernaciones, pero es consciente de que en las regiones, para un partido que afrontará las elecciones municipales y departamentales por segunda vez en sus siete años de existencia, será muy difícil competir con los partidos tradicionales.

Esa es la razón por la que La U será otro de los partidos que abrirá el escenario de las alianzas partidistas. Aunque Lozano dice que la primera intención es tener candidatos de la cantera.
 
¿Autonomía frente a Uribe?
 
Más allá de esa radiografía, el escenario para La U también es especial. La anunciada participación del expresidente Álvaro Uribe en la contienda, con sus llamados talleres democráticos en las regiones, podrá determinar la autonomía y el campo de acción del partido.

Sin embargo, Juan Lozano, en una conferencia de prensa que concedió esta semana, advirtió que lo que predominará para la escogencia de candidatos y los acuerdos políticos para las alianzas son los “conductos institucionales del partido”.
 
“Veo positivo para el país que se adelanten los talleres democráticos con un empeño programático, de encontrar los grandes temas que se deben resolver en las ciudades y departamentos. Eso es útil. Pero La U tiene su institucionalidad, y los avales y todo el proceso de orientación electoral tiene que surtirse dentro de los conductos institucionales”.

Con esas palabras, Lozano pretende enviar el mensaje de que los talleres democráticos (en los que según Óscar Iván Zuluaga se pretende motivar la participación de líderes en torno a los principios uribistas y que fortalezcan la antigua coalición de La U y Conservadores) no determinarán la concesión de avales ni la consolidación de alianzas para La U.

¿Cómo sellarán las alianzas?

Juan Lozano también reveló que el escenario de las alianzas “no será excluyente”, y que el primer parámetro para ello será replicar la Unidad Nacional en las regiones. Incluso, si hay candidatos de otros partidos que no hagan parte de esta coalición, también será un escenario posible.

“El espíritu es buscar a los mejores candidatos. Estamos trabajando dentro del marco de la Unidad Nacional, con la proyección que no solo sea en el legislativo, también en las regiones. Pero si hay en algún lugar un candidato que tenga origen, por ejemplo, en el Partido Verde, lo podemos mirar”.

Es la primera vez que desde La U salen este tipo de afirmaciones, ya que el escenario que políticamente se había planteado es que, en materia de alianzas, La U y los conservadores irían por orillas distintas a las del Partido Liberal y Cambio Radical, los otros miembros de la coalición.

El conducto institucional

El senador Juan Lozano también explicó cómo será el procedimiento para la selección de candidatos y la decisión de establecer alianzas. Dentro de la institucionalidad del partido se hará a través de los directorios municipales, departamentales y la dirección nacional, de la siguiente manera:

Los directorios municipales serán los encargados de recomendar la expedición de los avales a las alcaldías. El candidato saldrá a partir de consultas, encuestas, convenciones, colegios electorales, o consensos políticos. Cualquiera de estos mecanismos ha sido autorizado por la dirección nacional.

También será responsabilidad de los directorios municipales la recomendación de coalición con otros partidos. La única regla es “gente digna, honrada y que sea capaz de ponerle el alma al buen gobierno”, según palabras de Lozano.

Tras la recomendación del aval, la dirección departamental será la encargada de validarlo. Si no hay conflicto en esa instancia, se expedirá el aval, que es potestad exclusiva de la dirección nacional.

En referencia a candidatos a gobernaciones y a alcaldías de capital de departamento, la recomendación de los avales será de los directorios departamentales y de nuevo la dirección nacional tendrá en exclusiva la posibilidad de expedirlo.

Para ello, desde este viernes 14 de enero y hasta el 31 de marzo, el partido de La U se ocupará de la reinstalación de 1.116 directorios municipales y de los 32 directorios departamentales.

“La U buscará confirmar sus mayorías políticas, pero no será una fábrica de avales empeñada en hacer elegir a toda costa a funcionarios a lo largo y ancho del país. No daremos avales así nos garanticen una victoria segura en un lugar determinado. Queremos elegir a la mayoría de los alcaldes buenos, honrados”, es la consigna de Juan Lozano.
 
Tres grandes incógnitas

Sin embargo, varias inquietudes deja el diálogo con Lozano:
 
Si La U acepta los guiños que se produzcan en los talleres democráticos del expresidente Uribe.
 
Si hará alianzas con partidos que hicieron oposición al anterior gobierno o si apuesta a fortalecer su alianza sólo con los conservadores, como le gustaría al propio Uribe.
 
Y, finalmente, si por la ambición de aumentar su representación regional se avalarán candidatos que siembren dudas.
 
Sólo el tiempo dará respuesta a ellas.