Tras atentado, Unidad Nacional cierra filas alrededor del gobierno

El atentado contra el exministro Fernando Londoño, en el norte de Bogotá, generó una gran tensión en el Capitolio. La mayoría de sesiones se suspendieron. La plenaria del Senado, en la que estaba anunciado un profundo debate al sistema de salud del país, fue aplazado.

Pero la tensión del atentado se concentró en el proyecto que acaparaba la atención del día. El marco jurídico para la paz. Un proyecto que lleva dos semanas enredado, por los múltiples reparos que le han hecho desde orillas distintas, pero que este martes parecía resolverse, gracias a que el propio presidente Juan Manuel Santos, luego de su periplo en China y Singapur, se apersonó del tema para conseguir los votos necesarios que respalden el proyecto en la Cámara de Representantes.

Congresistas que tienen que votar el proyecto, como los representantes Miguel Gómez (la U) y Alfredo Bocanegra (Partido Conservador), luego de conocer el atentado, aseguraron que no había ambiente propicio para discutir el marco para la paz.

“Nosotros no podemos tender la mano cuando del otro lado nos contestan con bombas y muertos; yo creo que el Congreso tiene que ser consecuente y yo creo que este ni es el ambiente y es algo para reflexionar si este país necesita ese marco”, consideró Gómez.

“No estamos en las mejores condiciones para la discusión, una discusión que el Gobierno ha pretendido que sea apresurada como si ya tuviera todas unas nuevas condiciones inmejorables y deseables por el pueblo colombiano para avanzar hacia una paz política y una paz social”, señaló Bocanegra.

El autor del proyecto, senador Roy Barreras (La U), admitió que el atentado podría generar tensión en el Congreso, poco favorable al proyecto, pero consideró que es la oportunidad para legislar en contra de los enemigos de la paz. “El Congreso, que no contiene fuerzas terroristas de extrema izquierda ni de derecha, tiene que actuar con sensatez y no darles gusto a los enemigos de la paz. Espero que el Congreso obre con responsabilidad”, dijo en el Capitolio.

Al medio día, varios jefes de partidos políticos de la Unidad Nacional, al comprobar el ambiente de tensión, decidieron reunirse en la presidencia de la Cámara de Representantes.

Allí acordaron un comunicado de cuatro puntos en los que, además de rechazar y condenar el acto terrorista contra el exministro Londoño, solidarizarse con las familias de las víctimas fatales, decidieron rodear al presidente Juan Manuel Santos.

“Expresamos al Gobierno Nacional nuestro apoyo pleno frente a esta situación y reiteramos nuestro compromiso para acompañar todos sus esfuerzos dirigidos a enfrentar el terrorismo. Hechos como los de hoy no pueden entorpecer ni paralizar la agenda parlamentaria en el Congreso de la República, cuando discute y aprueba proyectos de tanta trascendencia para el país”, dice el comunicado firmado por Juan Lozano (la U), Efraín Cepeda (P. Conservador), Simón Gaviria (P. Liberal), Alejandro Char (cambio radical) y Luis Eduardo Garzón (P. Verde)

En la plenaria del Senado, el senador liberal Juan Manuel Galán dijo que, más allá de las hipótesis, el atentado a Londoño también es un atentado contra la eventual política de paz que el presidente Santos está liderando. “Hemos expresado apoyo a esa intención del presidente de buscar una política de paz. Eso no significa laxitud frente a los terroristas, vengan de donde vengan, deben ser perseguidos y castigados con todo el rigor de la ley”.

El Polo Democrático, partido de oposición al gobierno, no suscribió ese comunicado, pero también lo respaldó, pero en el sentido de rodear a la sociedad antes que al gobierno. “Aquí no vale si se es de oposición o no, tenemos que actuar como un solo cuerpo”, dijo el senador Camilo Romero.

En un comunicado oficial, Clara López, presidenta del Polo, condenó el atentado, se solidarizó con las víctimas y aprovechó para hacer un llamado a los violentos a que cesar “su accionar intolerante para que Colombia pueda dirimir sus diferencias en democracia”.
El atentado contra el exministro Fernando Londoño causó estupor en el parlamento. Algunos congresistas no se atrevían a decir en público quiénes podrían ser los responsables.

Pero en las conversaciones en el capitolio no ocultaban que Londoño representa una visión del estado, muy cercana a la defensa a ultranza de las Fuerzas Militares, así como del pensamiento uribista. Pero también recuerdan que fue uno de los ministros que más resoluciones de extradición firmó y que varias decisiones demostraron su fuerte persecución a los capos del narcotráfico.