Videochat con el candidato liberal a la Alcaldía de Bogotá, David Luna

 
 

[ Copy this | Start New | Full Size ] 
 
 
David Luna (36 años) fue el primero en madrugarle a la campaña por la Alcaldía de Bogotá. En diciembre de 2010 consiguió el respaldo del Partido Liberal que lo ungió como su candidato único y con más del 90 por ciento del directorio de la capital.
 
Abogado de la Universidad del Rosario, con maestría en Derecho Administrativo, Gobierno y Políticas Públicas de las Universidades Externado de Colombia y Columbia University (Nueva York, USA), lleva una carrera política de 16 años, siempre ligada a la capital del país.
 
A sus 20 años se convirtió en edil de la localidad de Chapinero. Posteriormente dio el paso al concejo de la ciudad y en 2006 fue elegido representante a la Cámara por Bogotá con el aval de la lista de Enrique Peñalosa.
 
Ahora se encontrará con quien fuera su antiguo jefe político en la campaña, esta vez como contradictores en una de las campañas que se vislumbra como una de las más reñidas de la historia reciente.
 
A pesar de ser el candidato que se ha anticipado a todos en su estrategia y en promulgar su programa de gobierno, Luna aún no crece en las encuestas.
 
En la más reciente, realizada por la firma Cifras y Conceptos (César Caballero, exdirector del DANE) y publicada por SEMANA, registra un 3,8 por ciento de intención de voto. Opinión que contrasta con otros estudios que lo ubican con una intención de voto mayor.
 
Luna, sin embargo, está en campaña desde hace casi seis meses, aunque él asegura que lleva 16 años preparándose para manejar los destinos de la ciudad.
 
Recientemente, Luna se comprometió con que un eventual gobierno suyo estaría orientado por valores como la transparencia y la eficiencia “para que nunca se vuelva a repetir una imputación de cargos al alcalde de Bogotá” y propuso eliminar el IDU y crear la Agencia Distrital de Infraestructura para ponerle fin a los “carruseles y mafias” en el IDU y del mantenimiento de la malla vial.
 
Anunció que, de ganar la alcaldía, desmontará el pico y placa al considerar que el enemigo de la movilidad no es el carro particular sino los atrasos en la infraestructura.