Hernán Darío Gómez, Director Técnico de Colombia. | Foto: EFE

La Copa Nostra

‘BOLILLO’ 1, COLOMBIA 0

Blog de opinión sobre la Copa América, Hernán Darío Gómez y la Selección Colombia por Juan Pablo Machado.

Juan Pablo Machado
5 de julio de 2011

Siempre me ha gustado Hernán Darío Gómez, más en los micrófonos que detrás de la raya. Aclaro que es un gran conversador, un paisa auténtico y dicharachero y un técnico que en cada frase dispara un titular. Gracias a Dios se sale de las aburridas y repetitivas respuestas del 95 por ciento de futbolistas colombianos (a quienes, de paso, jamás deberían entrevistar sino desempolvar un casette viejo para sacar el mismo y repetido testimonio): “Este partido ya es historia...”, “Se hizo el trabajo de la semana...”, “Mejoramos en los personal y en lo colectivo (sí, créalo, así la dicen)”, “Esperamos que, por ahí (¿en dónde?), las cosas se nos den...”.

Pero ‘Bolillo’ tiene una temperamento frentero y una lengua afilada. En la última rueda de prensa en Argentina dijo que “Si Colombia no pasa de la primera ronda, renuncio”. Bueno, de 12 equipos clasifican ocho... Entonces no es que haya soltado una revelación divina, aunque sí me gusta ese atrevimiento para jugársela y apostar. Recordemos que este es el país de las sagradas excusas para todo.

Alguna vez Hernán Darío me permitió acompañarlo casi una semana para escribir en una revista un perfil del ‘Bolillo’ cachaco, en la época en que dirigió a Santa Fe, en el 2009. Me enteré de cosas novedosas y frescas como que le gustaba ver telenovelas colombianas en la noche (¿quién se atreve a admitirlo tan fácilmente?), que tiene una máquina trotadora para mantener la barriga a raya, que acostumbra sagradamente, esté en donde esté, lavar mientras se ducha sus calzoncillos y medias, que no acepta invitaciones a almorzar “de trabajo” (la hora de la comida es para comer), que es enfermo por las buenas lociones, que casi no compra ropa porque casi toda se la regalan los amigos y que no es tan aguardientero como lo pintan sino más bien “whiskero”, aunque muy de vez en cuando se toma un amarillito.

Ahí supe, así no lo hubiera conocido personalmente en su cuarto de gloria deportivo con Maturana, Valderrama, ‘Tino’ y compañía, que era un personaje perfecto y valioso para airear el aburrido mundo de las declaraciones de los futbolistas.

Cinco Copas América después (contando las que tuvo al frente con Ecuador) vuelve al ruedo. Creo que su gran reto en esta nueva versión en Argentina, más allá de exigirle un resultado deportivo en esta Copa, es darle una verdadera identidad a esta Selección. Como lo hicieron en su momento con el “toque-toque” de Maturana.

Todos criticaron que ‘Bolillo’ no convocara un “diez-diez”, pero creo que nadie ha hecho un análisis de las implicaciones de esta decisión y a qué vamos a jugar con esta muy buena generación de futbolistas, que lució un tanto a la deriva en los dos amistosos previos. ¿Vamos a depender de la cabeza y capacidad goleadora de Falcao? ¿A la media distancia de Guarín? ¿A la fogosidad de Dayro? ¿A las escaramuzas de Zúñiga, que en el Nápoli juega

Pero 20 años después y tres mundiales seguidos sin asistir nos han confirmado que hay que jugar de otra manera y que al Barcelona de hoy nadie se le puede parecer. Menos, una selección que se reúne por ráfagas y no tiene la continuidad de un club.

¿A qué vamos a jugar? Mientras lo vamos resolviendo en el camino, ‘Bolillo’ anotó su primer gol sin jugar y dio un primer mensaje a sus jugadores de que cualquier mal paso tiene consecuencias que deben ser asumidas. Ellos verán si rodean al capitán del barco o saltan y lo dejan hundirse solo.

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