Llegaron los duros

Con una economía creciendo al 5 por ciento en los últimos cuatro años, ¿a quién no le interesaría estar acá? Las grandes corporaciones financieras del mundo han comenzado a aterrizar en el país, lo que augura que la competencia se pondrá buena.

Colombia es de los pocos de América Latina que tienen una fuerte banca nacional. Acá la banca extranjera representa el 30 por ciento de los activos del sistema, lo que contrasta con países como México, Perú, Venezuela y Chile.

Una muestra de esta característica del sistema financiero colombiano es que los tres bancos más grandes, según sus activos, son nacionales: Bancolombia, Banco de Bogotá y Davivienda. En el cuarto lugar está el primer extranjero, el Bbva.

¿Seguirá siendo así? La respuesta no es sencilla, aunque hay que empezar por reconocer la fortaleza y la capacidad de la banca local para competir codo a codo con las grandes corporaciones.

Lo cierto es que la banca extranjera ha comenzado a llegar más intensamente en los últimos dos años y los grandes jugadores ya están presentes en el país. El gigante bancario del mundo Hsbc entró al mercado local, al comprar la operación internacional de Banistmo, un grupo presente en Centroamérica y Colombia.

Su operación en Colombia es aún pequeña, con activos por 1,8 billones de pesos, lo que lo hace uno de los bancos de menor tamaño del mercado. Sin embargo, algunos analistas creen que ésta no será la posición que quiere tener este gigante hacia el futuro.

De hecho, el año pasado, tras superar una larga huelga bancaria, el Hsbc anunció una capitalización de su casa matriz con el propósito de mejorar la infraestructura del banco en el país, especialmente en materia tecnológica. La idea es ampliar sus canales de distribución, incluidos corresponsales no bancarios y cajeros automáticos.

Pero si de los grandes se trata, el año pasado entró al país otra de las mayores corporaciones financieras del mundo: General Electric, a través de su división financiera GE Money, se asoció con el Banco Colpatria en una participación que hoy se acerca al 50 por ciento del capital accionario.

Pero quienes pensaron que la adquisición de Banistmo por parte del Hsbc, o la llegada al país del GE Money mediante la compra de Multibanca Colpatria fueron las últimas inversiones extranjeras en la banca, se quedaron cortos.

Las recientes operaciones que se han dado en el nivel internacional han terminado por traer al país nuevos jugadores. El año pasado, el grupo Santander vendió su negocio de fondos de pensiones en Latinoamérica al Grupo financiero holandés ING por más de 1.000 millones de dólares. Por esta vía, el Grupo ING es el otro competidor en el mercado de pensiones en Colombia.

Algunos analistas financieros señalan que siendo este grupo financiero la décima empresa más grande del mundo, no se conformará con ser un jugador más en los mercados, sino que apunta a ser el líder.

Este año también aterrizaron otros gigantes: AIG Consumer Finance Group, filial de la aseguradora estadounidense del mismo nombre, le compró al banco ecuatoriano Pichincha la compañía de financiamiento comercial que tiene en Colombia, Inversora Pichincha.

Esto significa que esta multinacional entra al mercado del crédito de consumo en Colombia, lo que, se espera, dinamizará aun más este sector ya de por sí competido.

Y por otra transacción internacional, el Royal Bank of Scotland (RBS) acaba de entrar al país. El año pasado, un consorcio de tres bancos, liderado por el Royal Bank of Scotland y que incluye el Banco Santander Central Hispano y Fortis, adquirió el ABN Amro en el mundo.

El Banco Santander se quedó con algunas de las operaciones de ABN en América Latina, pero en el caso de Colombia la operación terminó en manos del RBS. En las próximas semanas, desaparecerá el ABN Amro y será reemplazado por RBS, Royal Bank of Scotland. En Colombia los planes no son pequeños. El RBS aspira a ser un gran jugador en banca corporativa, con nuevos negocios y servicios.

Todas estas nuevas instituciones saben bien que llegan a competir duro. No sólo con la banca local, sino con las entidades extranjeras ya establecidas en el país, entre ellas banca española y el Citibank. En este sentido, no hay duda de que el grupo español Bbva ha hecho una apuesta contundente por Colombia. Llegó en la década de los 90 al adquirir el Banco Ganadero, pero su verdadero salto lo dio al comprar a Granahorrar, con lo que se situó en el cuarto lugar.

Su competidor, el Santander, ha tenido un crecimiento lento. Aunque sus directivas han manifestado que están firmes en Colombia, la verdad es que no han tenido una estrategia de expansión clara, como la que han mostrado en otros mercados.

Por su parte, el Citibank tomó hace un par de años la decisión de crecer su operación en Colombia, como uno de los focos estratégicos de la organización en América Latina. Amplió su red de oficinas y aumentó su base de clientes con nuevos productos y servicios, porque el propósito es llegar a ser uno de los grandes del mercado. Sin embargo, algunos analistas creen que los planes de inversión y crecimiento del Citibank en el mundo se podrían frenar a raíz de la crisis financiera en Estados Unidos que impactó sus resultados.

Con tantas movidas, ¿qué se puede esperar hacia futuro en la banca colombiana? Lo más probable es que venga un reacomodamiento del mercado. La lucha por mantener la participación en el mercado será 'a muerte' y nadie querrá perder tajada. Las cifras son contundentes: actualmente los dos bancos más grandes del país tienen el 33 por ciento de la cartera total. Los cinco intermediarios más grandes concentran el 60,7 por ciento del total de la cartera. La apuesta está hecha.