Goles sin falta

Una red de 25.000 jóvenes colombianos practica el juego limpio dentro y fuera de la cancha. Los mejores fueron escogidos para conformar la Selección Colombia de Fútbol Callejero.

4 de diciembre de 2007

Jorge Valdano, el súper delantero argentino que hizo parte de la selección campeona del Mundial de Fútbol México 86, dijo alguna vez que en ninguna parte ha aprendido tanto de él y de las otras personas como en una cancha.
Para él como para muchos el fútbol es como la vida misma: hay que entrenar con esfuerzo, prepararse y sólo cuando se está listo, se tiene la oportunidad de saltar a una cancha. Una vez allí, hay que actuar en equipo y con honestidad para alcanzar la meta de introducir el balón a la red, y celebrar. Los tramposos que no jueguen limpio se van del partido.
De esa manera funcionan todas las cosas. Así lo creen con firmeza los seis jóvenes de la selección colombiana de fútbol callejero, que nos acaba de representar en el Campeonato Suramericano, avalado por la Fifa y celebrado en Paraguay entre el 23 de noviembre y el 3 de diciembre.
Ellos hacen parte de un programa llamado Fútbol por la Paz, una red nacional de más de 25.000 muchachos de 12 fundaciones dedicadas a este deporte en el país, que han hecho de esta práctica la mejor manera de aprender y mejorar sus actitudes y comportamientos.
Son en su mayoría ‘pelaos’ de barriadas humildes de distintas ciudades que, quizás como tu lo has hecho, han crecido pateando una pelota en la esquina de su casa. La diferencia es que, debido a sus limitaciones económicas, el fútbol se convirtió para ellos en una de sus pocas actividades productivas.
Es por eso que nació esta red. Para enseñarles, a través de capacitaciones y continuas visitas, que en la vida como en la cancha se debe actuar de la mejor manera posible. La fundación que impulsó este programa se llama ‘Con-texto Urbano’, y su director Agustín Ortiz explica que una de las metas principales es “lograr que los muchachos aprendan a resolver sus conflictos en el terreno de juego de una manera pacífica, y que esto se refleje en su vida diaria”.
Para alcanzar esto, el fútbol callejero se inventó sus propias reglas: entre otras cosas, aquí los partidos no los gana el que más goles meta, sino el que mejor se comporte. En cada equipo, de seis jugadores cada uno, tiene que haber al menos dos mujeres. Las tarjetas amarillas y rojas no existen, y los árbitros mucho menos. Cada grupo se evalúa a sí mismo y a su rival, con puntos llamados soles. Los soles obtenidos, más el número de goles son la suma que define a ganadores y perdedores.
La red nacional lleva oficialmente un año y hace parte de la red internacional ‘Streetfootballworld’, que promociona el intercambio de experiencias entre organizaciones de 44 países. Esta iniciativa nació en 2002, también con impulso de ‘Con-Texto Urbano’, la fundación colombiana que se inspiró en el jugador paisa Andrés Escobar, quien por su juego limpio y cordialidad era llamado “el caballero de la cancha”. 

Nuestra
Selección ‘callejera’
El director técnico de este equipo no crea mucha polémica, aunque dice que es bien estricto con sus jugadores. Se llama John Vahos, y trabaja con la Red desde la comuna nororiental de Medellín. Él cuenta que entre 25.000 candidatos estos seis jóvenes fueron escogidos por ser los mejores dentro de la cancha, pero también porque afuera son un ejemplo para la gente de su barrio.
• Johan Muñoz: 18 años. Hincha del América de Cali y de Ronaldinho. Hace parte de la fundación ‘Tiempo de Juego’, que dirige el periodista Andrés Wiesner.
• Viviana Cardona: Tiene 21 años y es la fan número uno del Atlético Nacional.
• Carlos Mario López: Le gustaría jugar en el Nacional y tiene 22 años.
• Cristina Pineda: Es de Medellín y es hincha de Lionel Messi.
• Leovany Galeano: A sus 18 años, sueña con ser como Ronaldinho.
• Roosvelt Vergara: Vive en Soacha.