La empresa ha concentrado su plan estratégico en proteger las cuencas hidrográficas, para su posterior conducción, tratamiento y distribución.

SOSTENIBILIDAD

Agua para rato

El Acueducto de Bogotá le apuesta a conservar el recurso hídrico, a poner en marcha plantas para producir energía limpia y a invertir en infraestructura para lograr su sostenibilidad.

7 de junio de 2010

Uno de los mayores retos que enfrenta cualquier empresa de servicios públicos es lograr que los ciudadanos de todos los estratos sociales accedan a sus servicios en igualdad de condiciones y con la misma calidad. Sin embargo, cuando las compañías alcanzan esta cobertura total, deben redefinir sus prioridades y, dentro de un modelo de gestión pública, asumir los desafíos que se imponen desde el ámbito de la sostenibilidad.

Así lo ha entendido la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab), que luego de una enorme transformación administrativa en la última década, no solo ha logrado ofrecer cobertura total de sus servicios para los barrios de la capital del país, sino que además se propone garantizar que la ciudad no sufra problemas de abastecimiento por muchas décadas y así garantizar el agua para las futuras generaciones.

Durante 2009, cerca de 35.000 nuevas familias accedieron al servicio legal de agua potable, y otras 33.000 al servicio de alcantarillado, especialmente en las localidades de Kennedy, Suba, Bosa, Engativá, Fontibón y Ciudad Bolívar, con lo cual las tasas de cobertura de agua llegaron a 99,66 por ciento y en alcantarillado a 98,94 por ciento.

Estas cifras ligeramente inferiores al ciento por ciento están relacionadas con aquellas familias que se ven forzadas a establecerse en barrios periféricos e ilegales.

Bogotá es una ciudad privilegiada en términos de sus sistemas de abastecimiento, su oferta hídrica y su capacidad para el tratamiento del agua. Cuenta con cerca de 17.800 kilómetros de redes, cuatro embalses y cuatro plantas de tratamiento que le permiten garantizar la continuidad y calidad del agua para 9 millones de colombianos del centro del país.

Sin embargo, en el largo plazo, esas ventajas dejarán de existir si no se protege el recurso. De esta realidad surge la convicción que tiene la empresa de que –en su ejercicio diario de dotar con agua potable y recoger las aguas residuales– sus fuentes hídricas son justamente su mayor patrimonio y que es prioritario adelantar programas para su conservación.

Por lo tanto, actividades como proteger y preservar sus fábricas de agua, poner en funcionamiento mecanismos de desarrollo limpio para disminuir la presencia de gases efecto invernadero y construir interceptores y colectores que contribuirán a descontaminar los ríos de la ciudad, dan cuenta del compromiso del Acueducto de Bogotá con el desarrollo sostenible, y a la vez son claves para la sostenibilidad de la empresa en el tiempo.

La empresa ha concentrado su plan estratégico en proteger las cuencas hidrográficas, para su posterior conducción, tratamiento y distribución. En los páramos, a más de 50 kilómetros de la ciudad y de la mano con la comunidad, ejecuta proyectos para conservar la oferta ambiental de los sistemas de abastecimiento en las cuencas de los ríos que nacen en el Páramo de Chingaza, tales como Chuza, Guatiquía y Río Blanco, así como los de la cuenca del Tunjuelo como Chisacá, Curubital y Mugroso.

En el mismo sentido, en la ciudad viene realizando inversiones que rondan el billón de pesos para recuperar los casi 200 cuerpos de agua que la atraviesan: ríos como el Salitre, el Tunjuelo y el Fucha, varias quebradas y 12 humedales, que además contribuyen a la descontaminación del río Bogotá.

Con maquinaria especializada y tecnología de punta, la Empresa viene construyendo túneles e instalando tuberías para controlar inundaciones, conducir las aguas residuales, disminuir los malos olores y recuperar la vida de los ríos. La Empresa espera que para 2015 los residuos y la alta carga contaminante ya no viajen por los ríos, para de esta forma evitar que el río Bogotá se siga afectando al recibir sus aguas.

Estos megaproyectos se vienen ejecutando por etapas. La primera de ellas, que beneficia a 2,5 millones de habitantes de la ciudad, está focalizada en la cuenca del río Salitre, con
la construcción de los interceptores izquierdo y derecho de los ríos Torca, Salitre y Rionegro; el interceptor río Bogotá y el saneamiento y recuperación de los humedales Torca, Guaymaral, La Conejera y Juan Amarillo.

En la segunda etapa, que busca sanear la cuenca del río Fucha, se construyeron dos megaobras con una longitud de 21,7 kilómetros de túnel, y se encuentra en proceso la canalización del río Fucha, que beneficiará a 3 millones de habitantes. Para la cuenca del Tunjuelo, donde habitan cerca de dos millones de ciudadanos, se construyeron la presa seca de Cantarrana, los interceptares izquierdo y derecho en la parte alta, media y baja del río, y el colector Piamonte para recoger las aguas del alcantarillado de la población más vulnerable de las localidades de Ciudad Bolívar, Tunjuelito, Kennedy y Bosa.

Pedagogía del agua

Conscientes de que las acciones para cuidar el medio ambiente no son sostenibles sin el apoyo y compromiso de las comunidades, el Acueducto de Bogotá puso en marcha el programa ‘Pedagogía del agua’ para sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de usarla adecuadamente y sobre la calidad del producto, que le permite a cualquier persona, sin importar su condición socio-económica, tomar agua de la llave.

El Acueducto de Bogotá, dentro de su programa de Sostenibilidad Empresarial, entregó a la ciudad el Salón del Agua, un espacio que funciona en Maloka, donde los niños y los adultos pueden aprender sobre el cuidado de los recursos naturales.

Adicionalmente, la Empresa viene trabajando directamente con niños y comunidades a través de actividades lúdicas y talleres, con mensajes relacionados con el cuidado y el respeto del medio ambiente y, sobre todo, de uno de sus principales tesoros: el agua potable.

Nuevos mercados

La experiencia de 121 años, sus avances tecnológicos y su fortaleza financiera le han permitido al Acueducto no solo gerenciar los planes departamentales de agua en La Guajira y en Boyacá, sino también catapultarse al mercado internacional.

Actualmente, se encuentra ejecutando un contrato de asesoría con la empresa Agua y Saneamiento de Argentina (Aysa), para la gestión integral de redes del sistema de acueducto de la ciudad de Buenos Aires. De la misma forma, algunos países de Centroamérica han mostrado su interés en replicar el manejo del ciclo integral del agua de Bogotá.