ESPECIAL SOSTENIBILIDAD

Minería al servicio de La Guajira

Para Cerrejón, la prioridad es sentar las bases para que haya un desarrollo sostenible en la región, aun después de que se agoten las reservas carboníferas.

16 de junio de 2010

Durante muchos años, La Guajira, región del país con una población 45 por ciento wayuu, ha sido vista como aquella zona desértica al norte de Colombia ‘dominada’ por contrabandistas, marimberos y traficantes de combustibles, y donde los gobiernos locales no cuentan con instituciones fuertes.
 
Sin embargo, en las tres últimas décadas las cosas han venido cambiando para bien de la región y del país, gracias a la llegada de Cerrejón, empresa dedicada a extraer y exportar carbón. Adaptarse a las condiciones culturales particulares de la zona ha sido un proceso difícil que ha requerido de diálogo, paciencia y negociación, pero que ha forjado relaciones de ganancia mutua.
 
Y no es para menos, ya que se trata de una de las minas a cielo abierto más grandes del mundo, en cuya operación han sido intervenidas 10.556 hectáreas, de una total de 69.000 que contienen los depósitos de carbón. Actualmente, se encuentran activas 7.956 hectáreas y ya han sido rehabilitadas 2.718 mediante la siembra de especies nativas.
 
A diferencia de lo que ocurre con otro tipo de empresas que vislumbran su actividad productiva de manera indefinida, para Cerrejón es claro que el carbón es limitado y que, por lo tanto, en algunas décadas dejará de operar. Esta realidad hace que su horizonte de estrategia empresarial esté también limitado.
 
Sin embargo, la responsabilidad con el entorno social y ambiental tiene matices particulares en las empresas extractivas. Estas requieren incluir en la estrategia acciones para asegurar el desarrollo sostenible de las regiones donde operan. Es decir, en este caso, Cerrejón debe procurar dejar un impacto positivo en La Guajira, a cambio de extraer el recurso por tantos años.
 
Hasta el momento, la compañía solo ha explotado la sexta parte de las reservas probadas que tiene la zona, y si los factores internacionales y nacionales se mantienen estables, habrá producción para un siglo más. Esto depende de varios factores. En lo internacional, que la demanda se mantenga y que los precios no bajen. En lo nacional, que la empresa, integrando a la comunidad y las instituciones del gobierno (local, regional y nacional), realice de la mejor manera la extracción, el transporte, el embarque y la exportación del carbón. Y, por último, de la manera como evolucione el uso de fuentes alternativas de energía.
 
A pesar de los impactos positivos que ha tenido la industria de carbón en la zona norte del país, hay un consenso entre expertos y académicos sobre la necesidad de mejorar los indicadores de desarrollo humano de la región. El Observatorio del Caribe Colombiano y Pnud Colombia, por ejemplo, analizaron 53 indicadores relacionados con pobreza, educación, salud, desnutrición y servicios públicos, y encontraron que en 44 de ellos La Guajira está en peores condiciones que el total nacional y en 22 de ellos presenta los peores registros de la región caribe.
 
Según el vicepresidente de Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Carbones del Cerrejón Limited, Julián González, “cambiar esta situación rápidamente es sin duda el mayor desafío de la sociedad guajira, de la cual el Cerrejón es actor fundamental y juega un rol activo y protagónico”.
 
Para ello, después de recorrer un largo camino, hoy la estrategia corporativa de Cerrejón está definida bajo los lineamientos de la minería responsable. Esta tiene como pilares la promoción del desarrollo sostenible de La Guajira, la implementación de prácticas de responsabilidad social vanguardistas, la evaluación permanente de expertos externos y la construcción de confianza con las comunidades y con los grupos de interés.
 
Choque de sostenibilidad
 
Con el fin de contribuir a generar un proceso de crecimiento económico sostenido en La Guajira y mejorar los niveles de ingreso de los habitantes del departamento, Cerrejón se propone dar un choque de sostenibilidad en cuatro líneas básicas: 1) generar emprendimientos productivos, 2) manejar adecuadamente las fuentes hídricas, 3) fortalecer las instituciones y 4) apoyar y dar soporte a las comunidades indígenas.