| Foto: Archivo particular

COPA AMÉRICA

¿Cómo usar la tecnología para ganar la Copa América?

Los entrenadores de las selecciones dejaron de pasar horas mirando videos para conocer rivales o mejorar tácticas. Ahora usan plataformas y aplicaciones para recolectar información.

12 de junio de 2015

La tecnología cambió el paradigma del fútbol. El deporte que llegó a ser definido por los líricos escritores como la "dinámica de lo impensado”, poco a poco se está transformando. Ahora, los guayos que usan los deportistas tienen sensores capaces de medir hasta la última bocanada de aire que tomaron. También existen máquinas que registran hasta el último centímetro que recorren.

La tecnología no sólo revolucionó la forma como los hinchas ven o comentan los partidos desde cualquier lugar del mundo, desde cualquier plataforma. Las aplicaciones también están cambiando los métodos que utilizan los cuerpos técnicos para entrenar o para ganar partidos.

Durante décadas, los directores técnicos de fútbol profesional acumularon cintas de video con partidos de sus rivales para poder analizar sus movimientos, evaluar sus patrones de juego y detectar, así, sus puntos débiles. Un análisis complejo y subjetivo que demandaba muchísimas horas.

Luego, durante los entrenamientos, se decidían las jugadas preparadas que podrían llegar a impactar de lleno en esa debilidad del rival y que, de alguna manera, permitirían adelantarse en el resultado. “Pero todo cambia.”, explica el experto Lautaro Spotorno, de la empresa especializada SAP.

En Brasil 2014, la Federación Alemana de Fútbol empleó la tecnología para obtener información clave de sus rivales en menos tiempo y aprovechar miles de minutos en mejorar sus propias debilidades y explotar sus fortalezas.

Para eso, apeló a soluciones de big data, que permiten manejar grandes volúmenes de datos en tiempo real, y de decisiones de negocio, indispensables para convertir esos datos en información útil para tomar decisiones, que al final pueden ser el diferencial en un partido cerrado.

“La selección germana pudo elaborar detalles clave que no hubieran identificado de otra forma, como la reducción del tiempo de recuperación de la pelota o la mejor forma de llegar al arco rival con chances netas de gol con tres jugadores en menos de 30 segundos”, explica Spotorno.

La tecnología lleva al fútbol a un campo más cercano al conocimiento directo y profundo del juego. Hasta las charlas técnicas del entretiempo ya son diferentes: pizarrones y fibrones dejarán su lugar a dispositivos con pantallas táctiles que, sin dilaciones, habrán analizado el primer tiempo y mostrarán el patrón de juego durante esos primeros 45 minutos.

¿Y en la Copa?


En el equipo de trabajo de la selección brasileña hay dos profesionales que miden de forma sistemática los movimientos de los 23 jugadores durante los entrenamientos. La selección argentina, dirigida por Gerardo Martino, tiene un profesional dedicado a rastrear minuciosamente los datos de los tres rivales que tendrá que enfrentar en el grupo B.

El seleccionado colombiano también cuenta con un profesional adscrito al cuerpo técnico de José Pekerman que se dedica exclusivamente a rastrear todos los detalles de los rivales. Toda la información se consolida en bases de datos para ser transmitida al entrenador, que a su vez la adapta a los esquemas y planteamientos que dispone en la cancha.

¿Esto puede ser un diferencial en la Copa América? “Sin duda –explica Spotorno–. Tarde o temprano todos los equipos contarán con estas herramientas para potenciar su juego”, afirma. La inversión de las diferentes Federaciones busca rentabilizar en los momentos apremiantes de los partidos de la Copa.

¿Fútbol automatizado?

La forma como la tecnología se está involucrando en el fútbol sí puede cambiar las incidencias de los partidos, pero al final no afecta la esencia del juego. Las actuaciones de los jugadores siguen siendo un misterio; una cuestión de segundos que ninguna plataforma por sofisticada que sea puede medir.

Que los equipos o selecciones inviertan en sistemas para calcular algunas variantes del juego no es ni más, ni menos, una fórmula legal para sacar ventajas. Similar a lo que hacían los entrenadores de la vieja guardia que pasaban horas y horas mirando videos para conocer las tendencias de su equipo o rival.

Así, será posible pensar en partidos con más posibilidades de gol y más emociones, sin que se altere la esencia del deporte. Porque los partidos, en definitiva, hay que jugarlos.