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CONECTIVIDAD

¿Hasta dónde nos llevará la dependencia tecnológica?

En menos de una hora fallos informáticos afectaron la Bolsa de Nueva York y a aerolínea la United Airlines. ¿Qué tan preparadas están las potencias cuando los sistemas fallan?

8 de julio de 2015

Este miércoles dos noticias movieron la agenda en Estados Unidos. La Bolsa de Nueva York suspendió operaciones por problemas técnicos, también United Airlines debió suspender sus vuelos durante unas horas debido a un fallo informático. El denominador común es que los sistemas fallaron y en cuestión de minutos colapsaron dos actividades primordiales en Estados Unidos.

United Airlines indicó en su cuenta Twitter la solución de "un problema de conectividad de la red y el restablecimiento de las operaciones de vuelo", y anunció que los pasajeros afectados podían cambiar sus vuelos gratuitamente.

El incidente, que afectó a unos 3.500 vuelos en todo el mundo operados por United y por otras compañías, provocó largas colas de pasajeros descontentos en algunos aeropuertos, según imágenes de las cadenas de televisión locales.

La prohibición de vuelo fue decretada en horas de la mañana, según una nota publicada en la página web de la FAA, en la que se indicaba en un estilo telegráfico que la interrupción afectaba a "todos los vuelos" de la compañía y a "todos los aeropuertos", y alegaba "problemas de automatización".

La información sobre el fallo en la Bolsa de Nueva York todavía es escueta. Las operaciones se detuvieron entrada la mañana “a causa de una falla técnica”. El NYSE (por sus siglas en inglés) informó en una declaración que estaba experimentando "fallas técnicas" y que trabajaba para solucionar lo más rápido posible.

De acuerdo con lo que reportó el diario El País, en su cuenta de Twitter añadió que se trata de una "cuestión técnica interna y no de un ataque informático". "Hemos decidido suspender la negociación para evitar problemas derivados de esta cuestión técnica".

¿Preparados ante el desastre?

En los próximos días la pregunta que las empresas afectadas responderán es cuánto dinero perdieron, pero de fondo hay un cuestionamiento que varios expertos ponen sobre el tapete: ¿hasta dónde nos llevará la dependencia a la tecnología?

Si algo es seguro es que los sistemas fallas y casi siempre en el momento más inoportuno. Ocurre en escenarios tan cotidianos como la impresión de un trabajo final de universidad, como en el sistema de navegación de una de las aerolíneas más importantes del mundo. Llegó a tal punto la dependencia que ni los usuarios, ni las empresas toman los recaudos necesarios para tener un plan b.

El escritor Nicholas Carr aseguró en su libro The Glass Cage que, “La automatización altera la forma en que actuamos, aprendemos y lo que conocemos”. El mejor ejemplo de esto es precisamente la aviación. Volar un avión se volvió uno de los oficios más automatizados de la sociedad moderna. Gracias a programas sofisticados, en un vuelo normal los pilotos solo toman el control durante “un gran total de tres minutos”, señala Carr. Dedican el resto del tiempo a ingresar datos y supervisar controles desde su ‘cabina de cristal’ donde se limitan a ser simples “operarios de sistemas”.

Lo inquietante es que la automatización en la actualidad no solo se circunscribe a ciertas profesiones sino a casi todas las actividades de la vida diaria asistidas hoy por programas y aplicaciones del teléfono celular, una extensión del cuerpo tal y como lo fue el martillo en el pasado.

Con información de agencias.