La disputa entre el gremio de los taxistas y Uber puede cambiar varios legislaciones en Colombia. | Foto: Archivo particular.

MOVILIDAD

Las 10 claves para entender la pelea de Uber y los taxistas

La controversia por el servicio que presta la plataforma Uber es mundial. Sin embargo, la clave está en regulaciones obsoletas que aún afectan la calidad del servicio de transporte público.

29 de julio de 2015

Una vez más la pelea entre los taxistas y la plataforma Uber termina afectando a los ciudadanos que desesperadamente necesitan movilizarse en las urbes colombianas. La mañana del miércoles fue especialmente caótica para los bogotanos por cuenta de ‘planes tortuga’ que, en protesta, adelantaron miles de taxis por las vías arteria de la ciudad.

La respuesta de Uber fue, aunque retadora, ingeniosa. Entregaron viajes gratis a sus usuarios y, de paso, dejaron en evidencia la incapacidad de las autoridades, encabezadas por el Ministerio de Transporte, que han insistido en la ilegalidad de la plataforma que opera en varias partes del mundo.

Los usuarios son los que quedan en la mitad de esta disputa, pero también los que eligen. Si las falencias no fueran tan fuertes en el servicio público que prestan los taxis, no habría mercado para Uber. Sin embargo, lo que sí está claro, es que la pelea entre ambos bandos -con la determinante participación del Gobierno a favor de los ‘amarillos’- no es una cuestión de blanco o negro. Hay muchos matices que deben ser considerados antes de emitir un juicio.

Por eso, presentamos en 10 claves el trasfondo de una controversia que no sólo se vive en Colombia, sino que también ha llegado a México, Estados Unidos, Canadá o Francia, solo por mencionar algunos.

1. ¿Por qué Uber es ilegal para las autoridades?

El Ministerio de Transporte, en cabeza de Natalia Abello, insiste en que el servicio que presta la plataforma es ilegal. Para la cartera solo las empresas de transporte habilitadas por su despacho pueden prestar dicho servicio. Esto en la práctica, se traduce en la legalidad de aplicaciones como Tappsi o Easytax porque la usan los taxis y la ilegalidad de Uber porque la emplean vehículos de servicio especial.

En otras palabras Uber, una empresa de tecnología fundada hace cinco años en San Francisco (Estados Unidos) y con solo 13 empleados en Colombia, tendría que habilitarse como una firma transportadora para poder operar legalmente.

2. Uber: ¿plataforma digital o empresa de transporte?

Uber insiste en un punto inamovible: son y serán una plataforma digital legalmente constituida que presta un servicio de intermediación entre personas que necesitan transportarse en las ciudades y conductores que tienen el vehículo, con todos los seguros del caso y las respectivas afiliaciones legales, que puede hacerlo.

En la otra acera, tanto las autoridades como el gremio de los taxistas mantienen su inamovible: Uber cobra tarifas más altas y burlan los controles del Estado lo que, para ellos, desemboca en una especie de anarquía en la prestación del servicio individual de transporte público que tiene unas regulaciones ya establecidas.

3. ¿Por qué el servicio que presta Uber afecta al gremio de los taxistas?

En términos prácticos, la ‘guerra’ de los ‘amarillos’ contra los ‘blancos’ es hoy por los usuarios de mayor capacidad de pago. Uber requiere de un teléfono inteligente, una tarjeta de crédito (lo que reduce el público a un 20 % del total de los usuarios de transporte público) y cuesta, en promedio, entre 20 % y 30 % más que un trayecto en un taxi tradicional.

Por otro lado, los taxistas aseguran que ellos tienen que pagar una serie de impuestos y cumplir con una cantidad determinada de condiciones de seguridad para poder circular que Uber simplemente se pasa por la faja. Sumado a esto, los taxistas que protestan indican que la plataforma pone los precios según su consideración, mientras que sus costos son regulados por el Estado mediante un tarjetón a la vista del pasajero. Esto, según su argumentación, distorsiona el mercado.

4. ¿Qué validez tienen las demandas de los taxistas frente a Uber?


Aunque sus métodos de protesta son cuestionables, varios de los argumentos de los taxistas son válidos. Por una parte, la distorsión del mercado es un hecho para los ‘amarillos’ que ven como los ‘blancos’ se llevan la ‘crema’ del mercado. También es cierto que los valiosos cupos que funcionan a modo de licencia para prestar el servicio de taxi no deben ser adquiridos en el servicio especial, lo que es un factor de inequidad.

Los taxistas llevan años exigiendo mejores condiciones, seguridad social, un modelo de negocio más justo y una competencia que se acoja a las reglas de juego. A pesar de todo esto, es indefendible que algunos taxistas tomen vías de hecho para amedrentar a los automotores que utilizan la plataforma de Uber. Tampoco valida las enormes fallas (inseguridad, negación del servicio y cobros fraudulentos, entre otros) que los afectan.

5. ¿Qué pasa con las regulaciones que debe establecer el Gobierno?

Es cierto que las regulaciones siempre están retrasadas, en este caso raya en lo paradójico. De acuerdo con la Superintendencia de Puertos y Transportes, los operativos para inmovilizar vehículos “por utilizar plataformas y aplicativos tecnológicos que transgreden o facilitan la transgresión de las normas del transporte individual y especial” violan normas, de acuerdo con el artículo 9 de la Ley 105 de 1993, época en la que Internet todavía era incipiente.

También es cierto que actualmente el Gobierno y el Legislativo buscan expedir nuevas leyes que se adapten a la realidad de estos días. Esto significa que hay una oportunidad de oro para que la legislación sea en beneficio de los usuarios, por encima de cualquier interés particular. De hecho,  en la discusión de los nuevos reglamentos participan tanto Uber como los taxistas. Resta esperar los resultados concretos.

6. ¿Cuáles son los alcances del servicio Uber X?

Uber resume a UberX como un servicio de bajo costo que impulsa a los ciudadanos a compartir su vehículo para llevar a otras personas a sus sitios de trabajo o estudio y generar dinero.  Actualmente la empresa mantiene una fuerte campaña para que cualquier conductor se inscriba en la aplicación y comience a prestar el servicio, que sí tiene varios visos de ilegalidad.

La tendencia del ‘car sharing’ (compartir el carro) es muy valiosa para mejorar el medio ambiente, reducir los trancones y mejorar la calidad de vida de los usuarios, pero en el momento que se genera un lucro por hacerlo o promoverlo se convierte en un servicio público, que debe cumplir unas condiciones específicas para funcionar.

7. ¿Qué pasa si el Gobierno intenta bloquear a Uber?

En diferentes medios circuló la versión de que el Gobierno Nacional intentaría ‘apagar’ a Uber. Expertos consultados por Semana.com explicaron que un eventual bloqueo de la plataforma sería el primer paso para que otras industrias puedan pedir lo mismo, en contra de la innovación. "¿Qué pasaría si un día los canales de televisión solicitan que el Gobierno bloquee Netflix porque les quita una porción de su audiencia?", cuestionó uno de los expertos.

El Gobierno tiene en sus manos una decisión más que compleja, podría ser histórica. Si llega a bloquear una aplicación, después de recibir una orden administrativa o judicial, tendría que enfrentar implicaciones del orden tecnológico y sobre todo de prestación de servicio de cara a los usuarios.

8. ¿Qué papel juega el MinTIC en esta controversia?

Además de los usuarios, diera la impresión de que el Ministerio de las Tecnologías también quedó en la mitad de una pelea que parece superarlo. Frente al rumor de un posible bloqueo de Uber, el MinTIC respondió que sólo podría hacerlo tras recibir una orden judicial o administrativa.

Lo que cuestionan los expertos es que la cartera promueva la creación de aplicaciones para ayudar a solucionar problemas cotidianos de los colombianos y al mismo tiempo podría bloquear aquellas que funcionan pero resultan molestas si llegan a competir en ciertos mercados.

9. ¿Cómo reguló México a Uber?

El gobierno mexicano logró estandarizar el servicio de Uber. Los carros deben pagar 100 dólares por un permiso anual y Uber debe cancelar una cuota de 1,5 por ciento de la tarifa por cada trayecto que la ciudad destinará a un fondo para financiar obras públicas de movilidad. El costo mínimo de una carrera será de 12,70 dólares.

10. ¿Qué pasará con los usuarios de plataformas digitales como Uber?

La respuesta está en manos de los usuarios. Las autoridades tendrán sí o sí que regular las plataformas como Uber. Su obligación, por encima de cualquier cosa, es mejorar la calidad de vida de quienes día a día se tienen que movilizar por las ciudades.

Tanto Uber, como Google o Netflix cambiaron el panorama de los negocios y los sectores económicos en el mundo y los usuarios han sabido sacarle el juego a estos avances, falta que las autoridades aprovechen esta coyuntura histórica y se pongan al día con la normatividad.