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Este año se ha dicho que los relojes inteligentes dominarán el escenario tecnológico. | Foto: BBC Mundo

Innovación

Lo bueno y lo malo de usar un réloj inteligente

¿Sabía que ya existen relojes con sistema operativo Android que se conectan a internet y toman fotos en segundos? Un bloguero utilizó un modelo de reloj inteligente. Vea su diagnóstico.

30 de enero de 2014


Este año se ha dicho que los relojes inteligentes dominarán el escenario tecnológico. Sin embargo, ocho meses han pasado y la revolución aún no despega.

Parece un secreto a voces que en los próximos días Samsung y Apple presentarán sendos relojes inteligentes para conquistar a los consumidores.

David Cuen, bloguero de BBC Mundo, probó la segunda generación del reloj de Sony para saber qué tanto merece la pena el ruido que están generando estos nuevos aparatos y para darles un adelanto de esta tendencia.

El reloj de Sony está pensado como un espejo de los teléfonos Android (particularmente la línea Xperia de la empresa japonesa) por lo que requiere de una conexión Bluetooth constante a un teléfono con internet. Es decir, no tiene una conexión independiente.

Lo bueno

Notificaciones


Para mí el reloj inteligente funciona mejor si se piensa como una extensión de la barra de notificaciones del teléfono.

¿Llegó un correo nuevo? El reloj vibra para avisarnos ¿Alguien está llamando? El teléfono permite silenciar la llamada, rechazarla o aceptarla aunque sólo se pueda tomar en el teléfono.

Las notificaciones son particularmente útil cuando se está en una reunión o en algún escenario en el que no es posible mirar la pantalla del teléfono.

Cámara fotográfica

El reloj no toma fotos pero puede controlar la cámara del teléfono y mostrarnos que está viendo el dispositivo.
Imaginen por ejemplo que quieren tomar una foto grupal en la que también salgan ustedes.

Ponen su teléfono inteligente en posición, revisan la imagen en el reloj y cuando crean que todos están listos tocan la pantalla. Así se toma la foto desde el teléfono.

Encuentra el teléfono


La segunda utilidad de estos aparatos es la de utilizarlos como control remoto del dispositivo.

Una de las aplicaciones que más ayudan es "Find my phone" (encuentra mi teléfono) para aquellas veces en las que solemos olvidar donde dejamos la máquina con la que hacemos llamadas.

Lo malo

Bluetooth

El hecho de que el reloj dependa constantemente de una conexión a Bluetooth puede no ser muy cómodo.
Sony dice que puede haber hasta 10 metros de separación entre los dos dispositivos, y así parece ser.

Pero si un día olvidan el teléfono en casa no habrá manera de que el reloj y el extraviado se comuniquen por WiFi u otra conexión.

Párasito


El reloj de Sony es en realidad un parásito; requiere de otro organismo -el teléfono en este caso- para poder vivir.

No tiene vida propia. Es un espejo de su aliado y un control remoto nada más. A mí no me parece el fin del mundo, pero sé que para muchos no es ideal.

Basta con tocar la pantalla del reloj para que el teléfono empiece a hacer ruido donde quiera que esté.

Tamaño ¿o figura?

El diseño del reloj es bueno pero no impresionante. A simple vista parece un poco gordo y sin duda las nuevas generaciones tienen el diseño en el centro de su apuesta.

Aún así el reloj es ligero y no cansa en absoluto, pero si lo suyo son los dispositivos ultra delgados...