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Internet brinda la posibilidad de publicar de manera directa todo lo que ocurre en su vida. | Foto: © Jesco Tscholitsch/Corbis

Poca privacidad

Registrar su vida minuto a minuto en fotos: la nueva tendencia

A medida que aparecen nuevos dispositivos que permiten tomar dos fotografías por minuto de manera automática, los críticos advierten que compartir en exceso puede llevar a que muchas personas -sin quererlo- terminen siendo vigiladas.

30 de enero de 2014


"Las personas están usando más y más dispositivos para registrar su vida", dice Martin Kallstrom, cofundador y director de Memoto.

Si se utiliza durante 12 horas cada día, realiza 10.000 fotos a la semana, no del usuario sino de lo que lo rodea.

Alimentará el fenómeno conocido como "lifelogging", en el que se registra todo lo que pasa cada minuto vidas que quedan convertidas en una serie de fotografías, videos, tuits y actualizaciones de estatus en redes sociales.

Memoria fotográfica

La frase "sobrecarga informativa" ha sido usada en exceso en los artículos que están a la espera de lo peor: la pérdida de la privacidad, la falta de seguridad personal o la imposibilidad de permanecer anónimo.

La idea de Google ofrece la posibilidad de publicar en internet y de manera directa todo lo que ocurre.

Pero algunos negocios están capitalizando el hecho de que las personas quieren registrar todos los momentos especiales para que nunca se pierdan.

Microsoft ya vende un dispositivo llamado SenseCam, que toma fotografías cada 30 segundos. La lista continúa con Google Glass para video que puede estar acompañado de fotos o actualizaciones instantáneas en Twitter sobre casi cualquier cosa imaginable.

¿Será que demasiada información para algunos es apenas suficiente para otros?
"Cada persona encontrará cuál es el nivel apropiado para ella. Algunos tomarán una gran cantidad de fotos y las guardarán para sus familiares y amigos. Otros querrán compartirlas abiertamente", anticipa Kallstrom.

Cultura exhibicionista

El desarrollo de las redes sociales definitivamente ha cambiado la forma como se comparte. ¿Pero qué hay de malo en ser público si sólo los amigos están leyéndolo?

Algunos dispositivos son tan pequeños que casi ni se notan.
"Ahora estamos en un momento que en que la observación masiva es un fenómeno global", dice Henry Jenkins, un profesor de medios en la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos.

"Estamos grabando aspectos de nuestras vidas para compartir, y sabrá Dios qué podría hacer la próxima generación de historiadores con la inmensa cantidad de datos que hemos recolectado a través del lifelogging y otros fenómenos", dice.

"Hemos visto cómo nuestra cultura se volvió más exhibicionista, pero también hemos visto personas que se sienten más incómodas con el exceso de información. Esa es la tensión que veremos desarrollarse en la próxima década".