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Foto tomada de: Tomas Rodriguez/Corbis

Buenos modales

10 reglas de educación a la hora de usar un teléfono inteligente

El uso y abuso de smartphones y demás dispositivos móviles está impactando negativamente en nuestras interacciones sociales. Vea cuáles son los diez mandamientos de los buenos modales.

30 de enero de 2014


Una de las consecuencias más notorias de la aparición de los smartphones y demás dispositivos móviles es el impacto que han tenido en nuestra vida social y no hablo de la gran conectividad que este objeto omnipresente nos otorga.

¿Hay algo peor que ese ojo que se desliza impunemente hacia la mano que sujeta el teléfono mientras mantenemos una conversación?

Absorbidos por un mundo virtual, en detrimento del real, nos estamos convirtiendo en una sociedad de nomofóbicos amparados en la ausencia de toda norma de conducta, en zombies que deambulan sin escucharse ni mirarse a los ojos gran parte del tiempo que se supone comparten en un mismo espacio.

No obstante, ya se están perfilando toda una serie reglas de buena conducta que voy a tratar de resumirles en este artículo.

Los 10 mandamientos:


* Respetarás a quien tienes enfrente

* No pondrás el celular encima de la mesa cuando comes acompañado.

* El teléfono en silencio hasta el fin de la comida cuando comes acompañado.

* No poner música a todo volúmen.

* No hablar en voz alta en lugares públicos.

* Respeta a trabajadores en lugares públicos.

* No ignores los lugares silenciosos, apaga tu celular.

* Evita hablar por el celular estando en el baño.

* No textear mientras se conduce un vehículo.


Aunque hay gran divergencia de opiniones al respecto, parece haber un consenso en torno a diez normas de etiqueta con celulares, empezando por la idea de que la persona que nos acompaña físicamente tiene "prioridad absoluta" y una charla en Facebook, consultar correos electrónicos o actualizar Twitter no es excusa.

Cuando estamos en un restaurante, poner el smartphone sobre la mesa es como decirle al otro que estamos esperando que se presente algo mejor. La regla es ponerlo donde no sea visible y en silencio durante toda la cena.

Pero si eso resulta demasiado doloroso, otra opción es ponerle una funda o colocarlo hacia abajo, dando a entender que sólo se usará cuando es estrictamente necesario. Y si alguien te llama, lo más correcto es disculparse y apartarse de la mesa para hablar.

Ni la música a todo volumen y ni las conversaciones a voz en grito son aceptables en público, y tampoco lo es entrar hablando con el teléfono en el baño. Ni lo agradecen los que están dentro en el caso de un excusado público, ni la persona que está al otro lado de la línea (especialmente cuando oigan que se tira la cadena).

Otra muy importante, es que las personas que trabajan de cajeros, mozos y en general de cara al público merecen respeto, y hablar por teléfono o estar pendientes de la pantalla mientras nos atienden no sólo es desconsiderado para con ellos sino que además frena el servicio y obliga a otros a esperar más.