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| Foto: © Martin Palombini/Corbis

Seguridad en la red

¿Adivinar su contraseña es tan fácil como saber su cumpleaños?

¿Alguna vez se ha preguntado, qué pasaría si alguien roba la contraseña de su correo electrónico? O peor ¿si alguien tiene acceso a sus cuentas en redes sociales? Podría ser catastrófico. Así que lo mejor es ser mucho más que precavido.

30 de enero de 2014


En varios artículos, FacilDigital.com ha realizado varias recomendaciones para cuidar las contraseñas y los correos de los usuarios, pero más el peligro sigue siendo constante.

Además de las recomendaciones básicas, es necesario que los usuarios tengan en cuenta la importancia que cuidar su información y volver a valorar su privacidad.


Compartimos 4 consejos que van más allá de tener una contraseña con más de 10 caracteres:

1. Que su contraseña no tenga nada que ver con usted

Si su costumbre es poner el nombre de sus hijos, de su mamá, de su mascota, de su equipo de fútbol y similares, en sus contraseñas, usted es un blanco fácil de los ladrones de contraseñas. Recuerde que, esta información usted la llena en otros formularios de registro a páginas o boletines.

Procure que sus contraseñas no tengan nada que ver con su información cotidiana. Utilice palabras largas que no suela manejar. Igualmente, combínelas con símbolos y números.

2. Tenga cuidado con los formularios de registro

Cuando accede a llenar formatos que solicitan sus datos personales, procure que el portal al que está accediendo sea seguro, reconocido y de confianza. Una de las técnicas más usuales que utilizan los hackers es inventarse estos ‘formularios’ para acceder a su información personal.

Si no es estrictamente necesario, no comparta datos personales, ni de su familia o entorno cercano, en estos portales de registro. Para los ciberdelincuentes es sencillo acceder a estos espacios también.

3. En redes sociales lo están leyendo

Aunque suena inverosímil, muchas veces los mismos usuarios le facilitan el trabajo a los hackers con toda la información y contenidos personales que comparten inocentemente en redes sociales. Muchas se olvida el alcance de redes como Facebook o Twitter.

De nuevo, es usual que los usuarios tengan la percepción que nadie los lee y sienten que pueden hablar (escribir) como si estuvieran en la sala de su casa. La realidad es otra: hay cientos de delincuentes que están detrás de estos contenidos que, al final, son su principal insumo para robar contraseñas.

Este es un ejemplo que más gracioso es preocupante y más común de lo que piensa:




Nunca olvide el valor de su información personal

Usualmente, pensamos ¿qué tan valiosa puede ser la contraseña de una perona más, que utiliza correo electrónico y redes sociales? Cuando la respuesta es “nada”, empieza una sensación de confianza, que a la postre es el primer enemigo de la privacidad en la red.

Piense que su contraseña es como su número telefónico o la clave de su cuenta del banco. La verdadera pregunta que se debe hacer como usuario es ¿qué pasa si las fotos personales y sus mensajes privados están a la disposición de un desconocido? Hasta su dignidad podría estar en riesgo.