Los nudistas se despojaron de su ropa para pelear por lo que llamaron su “libertad de expresión”. | Foto: MARCIO JOSE SANCHEZ (AP)

ESTADOS UNIDOS

¡Abajo los desnudos! En San Francisco multan por andar sin ropa

En esa ciudad californiana era común ver a hombres caminando desnudos por las calles, sobre todo en el barrio gay de la ciudad, pero eso está por cambiar. Una ley prohíbe mostrar de más en lugares públicos.

21 de noviembre de 2012

Hace unas semanas San Francisco era el paraíso de los "Naked Guys" o desnudistas que se paseaban tal como llegaron al mundo sin que las autoridades lo impidieran. Así ocurrió hasta este miércoles pues, por cuenta del congresista Scott Wiener, representante del distrito de Castro, ya nadie va a mostrar más de la cuenta en esa ciudad.

Weiner promovió una ley que sanciona a todo aquel que exhiba el perineo o la región anal en alguna calle, parque, plaza o en algún medio de transporte público. La iniciativa se aprobó con seis votos a favor y cinco en contra.

Quien incumpla esta norma por primera vez tendrá que pagar una multa de 100 dólares, pero si reincide e insiste en salir a la calle sin ropa la sanción es de 500 dólares y hasta de un año en prisión.

Vale la pena aclarar que esta prohibición no incluye a las mujeres que deseen mostrar sus pechos ni a los niños menores de cinco años. También se harán excepciones en ferias callejeras y festejos como el desfile anual del orgullo gay y la feria de Folson Street, que celebra el sadomasoquismo y otras tendencias sexuales.

Wiener ya había logrado que se aprobaran dos restricciones para los nudistas: debían llevar ropa en los restaurantes y, al sentarse en lugares públicos, debían colocar una toalla entre sus genitales y la superficie del suelo o los bancos públicos.

Esta vez Weiner se salió con la suya pero no sin antes ser el blanco de las protestas de los nudistas, quienes aunque fuera por última vez, se despojaron de su ropa para pelear por lo que llamaron su “libertad de expresión”.

"Lo que la ciudad está tratando de hacer es imponer un código de vestimenta por la vía legal, de forma criminal. No hay nada obsceno en el cuerpo humano. Creer lo contrario es un prejuicio", declaró en un diario local la abogada Christina DiEdoardo, quien ya interpuso una demanda para tumbar la norma.