Internet

Adiós, hojas de vida

LinkedIn, una red social para profesionales, se ha convertido en una herramienta clave de los usuarios para promocionarse y de las empresas, para encontrarlos. Así funciona.

28 de mayo de 2011

Hasta hace una semana, LinkedIn era una red que solo algunos en Colombia conocían. Pero la noticia sobre su entrada en bolsa, en donde el primer día la acción pasó de 45 a 122 dólares, generó gran curiosidad. Esta red, fundada en 2002 por Reid Hoffman con el objetivo de que los profesionales pudieran tener en su perfil una especie de hoja de vida actualizada y al mismo tiempo agregaran gente con la que han trabajado, está cambiando la manera como hoy se buscan y se encuentran oportunidades laborales.

En casi diez años ha aglomerado a más de cien millones de usuarios registrados en 200 países y cada mes se le une un millón de personas más. Ha recibido alrededor de 47,6 millones de visitas en el mundo. "Aunque son menos usuarios que en otras redes sociales, empieza a ser vital para subsistir en el área profesional", dice Nicolás Martínez, experto en el tema.

LinkedIn funciona como Facebook. La diferencia está en que la información que los usuarios publican y las aplicaciones que allí se encuentran están diseñadas no para divertir ni chismosear, sino para mejorar su carrera. Cada miembro tiene una página con detalles de su educación, vida profesional, intereses, logros y una lista de contactos. "Es una hoja de vida recargada", dice José Carlos García, experto en tecnología y redes sociales. La persona la actualiza a diario y sus contactos pueden hacer recomendaciones de su trabajo, lo que agrega valor al currículo, y la lista de contactos suele servir para acceder a un miembro que la persona quiere conocer.

Las 500 empresas de Fortune están en LinkedIn y hoy, además de publicar los cargos disponibles, hacen sus búsquedas de personal en esta red. Es una base de datos muy especializada, con un buscador que les permite llegar a su público objetivo con mayor efectividad. "Como se trata de un sitio profesional, la información que la gente publica es veraz y esa transparencia les conviene", dice Martínez. El miembro promedio de LinkedIn es un individuo con estudios universitarios, de 43 años, que gana al año 107.000 dólares. La mayoría tiene empleo, pero esos son 'candidatos pasivos' que podrían encontrarse en la mira de una empresa. En este sentido, no es una bolsa de empleo virtual cualquiera, sino una red selecta de ejecutivos y profesionales de alto nivel que allí mercadean su conocimiento.

Para dar un ejemplo, la consultora Accenture contrata en un año cerca de cincuenta mil personas entre consultores de comunicaciones, expertos en finanzas y diseñadores de software. Antes la empresa tenía la opción de llamar a cazadores de talentos, pagar un aviso en el periódico o buscar candidatos por recomendaciones directas. Pero LinkedIn cambió las reglas del juego. Solo hay que especificar en el buscador el perfil de la persona y aparece un listado con aquellos a la medida de ese puesto. "Si la gente no está ahí es invisible para estas oportunidades", dice Martínez.

LinkedIn también da la posibilidad a sus miembros de asociarse en grupos de su área de interés para discutir temas o para recibir ofertas de trabajo. Otros se benefician porque sus contactos los asesoran con el perfil para potenciar las posibilidades profesionales.

Para García este sitio funciona si la gente está revisando a diario la información. "Antes uno solo actualizaba la hoja de vida cuando se la pedían, pero aquí hay que hacerlo constantemente". Todavía es una red muy pequeña en el país, si se compara con Facebook y Twitter, pero hay mucho campo para crecer. Después de todo, las redes sociales están hechas para buscar a la gente y, como lo dice Hoffman, fundador de LinkedIn, "usted seguramente querrá que lo encuentren".