CURIOSIDADES

África sueña con tener una nave espacial

Sería fácil tomarse a broma a Chris Nsamba, fundador del Programa de Investigación Espacial de África.

Alianza BBC
26 de agosto de 2011

Este centro de investigación funciona en un jardín trasero, donde no hay mucha evidencia de los sofisticados equipos y maquinaria que uno imaginaría para este tipo de proyectos.
 
Cuando estuve ahí, muchos de los ingenieros estaban equipados tan sólo con papel de lija y brochas de pintar.
 
Ni siquiera han empezado a trabajar en una lanzadera, por el momento es más un proyecto teórico.
 
Lo que sí está en marchaes la construcción de un avión, supuestamente para poner a prueba sus habilidades antes de empezar con la lanzadera espacial, que ellos esperan pueda enviar al cosmos a un astronauta ugandés.
 
El aparato en ciernes está encajonado entre las dos casas de ladrillo que alojan a Chris y su equipo. Está pintado de color azul y blanco, con una bandera de Uganda estampada orgullosamente junto a la cabina del piloto.
 
Todavía falta mucho para terminarlo, ya que no tiene motor, sólo un montón de ladrillos simulando su peso y un amasijo de cables colgando por debajo.
 
Pero aún así parece todo un logro. Si no fuera parte de un programa espacial habría quedado muy impresionada.
 
Chris está convencido de que si su equipo tiene éxito, al menos éste sería el primer avión diseñado y construido en Uganda.

"Una gran tarea"
 
El equipo de Chris está conformado por voluntarios, en su mayoría estudiantes de ingeniería.
 
Cuando visité el lugar todos estaban manos a la obra, rascando el fuselaje del avión con papel de lija. Todos excepto un hombre cuyo trabajo parecía ser el pintar el mismo recodo de la cabina, una y otra vez.
 
Pregunté a Chris cuán lejos creía que estaba su sueño de enviar un vuelo tripulado al espacio.
 
"Dejame decirte", dijo, "construir un cohete espacial es una gran tarea". Según él, los trabajos llevarían entre cuatro y seis años.
 
De pie en el jardín, mirando a su equipo trabajando junto a un árbol de Jack, con una verja hecha de lona ondeando con la brisa, luché duramente contra mi cinismo.
 
Uganda no es conocida por tener un gran papel en el mundo de la investigación espacial. De hecho, Chris necesitará certificar él mismo a los potenciales astronautas, ya que nadie más en el país está capacitado para ello.
 
De hecho, él solo ha tenido que organizar todo el entrenamiento.
 
Su curso se inspira mucho en su pasado como estudiante de astronomía. Enseña a sus estudiantes cómo calcular la distancia entre planetas, por ejemplo, explicándoles lo que es la línea de Karman. También les advierte de cuáles son los riesgos al re-entrar en la atmósfera terrestre.
 
Pero la escasez de instalaciones está poniendo en peligro el proyecto. Por ejemplo, se me ocurre preguntarle a Chris cómo pretende simular la gravedad cero en Kampala.
 
"Fácil", dijo. "Tengo un motor a propulsión para hacer eso. Así que mi idea es construir un túnel, poner el motor en uno de los extremos y luego lanzar a un estudiante adentro para que flote como se hace en el espacio".
 
Admiración
 
Otro reto es el lado financiero. La reciente decisión del gobierno estadounidense de reducir los fondos destinados a la NASA provocó indignación pública, aunque la agencia todavía recibirá miles de millones de dólares este año y el próximo.
 
El Programa de Investigación Espacial Africano depende de donaciones de sus miembros, unos 600, en su mayoría ugandeses.
 
Pero a pesar de todo, los ugandeses ven con orgullo su contribución al mundo de la exploración cósmica.
 
Hasta el mes pasado Kwatsi Alibaruho, de nacionalidad ugandesa, fue el primer director negro de la NASA.
 
El presidente del país ha hecho referencia en varias ocasiones al ejemplo de Alibaruho, ejemplo de lo que la gente del país es capaz de lograr.
 
Su padre es académico en la universidad de Uganda, y según el presidente Museveni, los logros de su hijo desconcierta a aquellos que consideran a Uganda un país subdesarrollado y atrasado.
 
Al salir del Programa de Investigación Espacial Africano, no pude más que sentir admiración por las ambiciones de Chris, pero no una verdadera fe en que el primer vuelo espacial de Uganda parta de Kampala en la próxima década.
 
Me hizo pensar en un verso del poema de Robert Browning que decía: "Ah, pero las ambiciones de un hombre deben estar fuera de su alcance, si no ¿para qué está el cielo?"