TRANSPORTE

Ahora los carros son más seguros

El automóvil, en sus orígenes, tenía como objetivo primordial el transporte, y la seguridad no ocupaba un lugar primordial.

Juan Carlos Salgado*
27 de junio de 2010

Con la popularización del acero en la fabricación de todo tipo de vehículos, estos se volvieron cada vez más robustos y resistentes a las inclemencias del camino, al uso diario y, por consiguiente, al paso del tiempo. Y si bien en los accidentes los autos no sufrían grandes daños, caso contrario sucedía con los pasajeros, que recibían toda la energía liberada, ya que los metales no tenían la capacidad de absorción de los impactos.
Además, los paneles de instrumentos eran totalmente metálicos, los botones para accionarlos eran muy sólidos y con puntas, las columnas de dirección se fabricaban de una sola pieza y no se usaban los cinturones de seguridad.

Pero quizás quien dio el primer gran paso para el cambio fue el estadounidense Preston Tucker, quien en su futurista pero efímero automóvil propuso paneles de instrumentos acolchados y botones sin formas ni diseños que lesionaran a los pasajeros.

Aunque suene simple, uno de los grandes desarrollos tecnológicos, que aún permanece vigente, es el de los cinturones de seguridad, que comenzaron a ser montados masivamente en los Ford 1956. Sin embargo, fue el ingeniero sueco Nils Bohlin el encargado de darles vida a los cinturones de tres puntos, que en la actualidad equipan la mayoría de vehículos.

Si bien para los amantes de los adelantos la electrónica ha llegado a tener un papel preponderante en el mundo automotor, los fabricantes gastan buena parte de su presupuesto en investigar nuevos materiales y en diseñar sofisticadas carrocerías, bajo el concepto de célula de supervivencia, con modernos y diferentes tipos de aceros y hasta aluminios de alta capacidad de absorción de energía, lo que para los expertos constituye quizás uno de los pasos más importantes de la industria automotriz.

Otro de los aportes en materia de seguridad es el de las conocidas bolsas de aire, o airbags, patentadas por una firma alemana en la década de los 70, pero que se pusieron en funcionamiento desde 1981. Se utilizaron primero para el conductor, después para el pasajero y poco a poco se han ido desarrollando en diferentes zonas específicas del vehículo, con la intención de proteger las diferentes partes del cuerpo que quedan expuestas en caso de una colisión.

?Los anteriores desarrollos son conocidos como sistemas de seguridad pasiva, que se complementan con elementos tales como la sillas antideslizantes y con protección de espalda y columna vertebral, sillas especiales para infantes, tableros que no se astillan, apoyacabezas que reciben la cabeza y evitan el efecto látigo, que causa lesiones cervicales, barras antivuelco de accionamiento instantáneo en vehículos convertibles, protecciones laterales, etcétera. ?

Y si bien todos los elementos anteriores son importantes, los que han requerido un mayor apoyo de la electrónica han sido los sistemas de seguridad activa. Y, en este sentido, sobran las propuestas, que tuvieron un primer gran paso con el sistema de frenos ABS, cuya finalidad era evitar que se bloquearan las llantas, que el auto derrapara y que el conductor perdiera el control cuando se presentaba una exigencia. A lo anterior se le fueron adicionando otros elementos, como el EBD (distribuidor electrónico de frenado) y el AFU (reforzador de frenado ante situaciones de emergencia).

El objetivo es que sea el mismo vehículo el que, a través de computadores y sensores, corrija los errores de quien está al frente de la máquina, y para ello también los ingenieros han desarrollado todo tipo de sistemas, como los controles de suspensión, estabilidad y prevención de volcamiento; los controles de tracción; los controles de descenso, muy útiles en vehículos 4x4 y asistentes de parqueo, por mencionar unos pocos.

Pero si bien todos estos elementos son importantes en los vehículos modernos, y en un futuro la industria lanzará vehículos que requieren el mínimo esfuerzo, hay dos aspectos que se salen del control de los fabricantes: el de la prudencia y el de la responsabilidad al conducir, que dependen de cada uno.
 
*Periodista especializado en la industria automotriz