ALTA TENSION

Según estudios recientes, las microondas, la televisión, los computadores e incluso el material de construcción de las casas pueden alterar la salud física y mental de las personas.

20 de junio de 1994

EXISTE ALGUNA relación entre los materiales de construcción de una casa, su orientación espacial o la presencia de electrodomésticos, y el equilibrio físico y mental de sus habitantes? Palabras más, palabras menos, con esta pregunta comienza El gran libro de la casa sana, del geobiólogo español Mariano Bueno.
Y la respuesta que él da es que la mayoría de los instrumentos creados por la tecnología y por la industria para facilitar la vida del hombre y brindarle las mejores comodidades, son la causa de muchos padecimientos.
Desde hace más de 50 años, la geobiología o ciencia del hábitat se ha empeñado en demostrar que una vida saludable no solo se logra mediante el ejercicio y la buena dieta. A estos debe añadirse un medio ambiente favorable y equilibrado. Y es que en una sociedad urbana e industrial, como la de hoy, los descubrimientos del hombre terminan siendo sus propios agresores. La contaminación eléctrica y electromagnética, además de la radiactividad, son unas de las más frecuentes amenazas contra el organismo. La razón -según Mariano Bueno- es que "si el cuerpo humano funciona a través de campos eléctricos, lo más normal es que la energía exterior genere un bloqueo de la interior y, así, se produzca un debilitamiento del sistema inmunológico ".
Las investigaciones realizadas parecen coincidir en que el diseño inadecuado de la vivienda y el uso constante de aparatos eléctricos, como computadores, televisores, máquinas de afeitar, secadores y microondas, entre otros, son las principales causas de muchas enfermedades. Estos estudios indican que las radiaciones domésticas favorecen el desarrollo de determinados tipos de cáncer, alteran la funciones de los sistemas reproductor y respiratorio, y pueden generar un mayor número de depresiones y suicidios.
En Estados Unidos, el seguimiento durante siete años de pacientes con cáncer, expuestos a flujos electromagnéticos producidós por los electrodomésticos de sus casas, determinó que la incidencia de la enfermedad es 1.6 por ciento mayor en las personas sometidas a campos elevados. La conclusión del informe fue que a mayor número de aparatos eléctricos en el hogar, mayor es el riesgo de tumores.
Por otro lado, un estudio realizado en mujeres embarazadas en una red de hospitales de California (Estados Unidos), mostró que en aquellas que durante el primer trimestre de embarazo trabajaban más de 20 horas semanales frente a un computador, existía un aumento de malformaciones congénitas en los recién nacidos, además de un índice de abortos por encima de lo normal. Personas expuestas de forma prolongada a corrientes de agua subterránea o fracturas geológicas presentaron un alto nivel de enfermedades como cáncer miocarditis y artritis reumática.
El calor en la cara, el pecho y los hombros, la sensación de escozor en las mismas zonas, insomnio, dolor de cabeza, pérdida de memoria, molestias en los ojos y problemas respiratorios, son los principales indicadores de los efectos de la radiactividad en el organismo. Pero para contrarrestarlos, además del tratamiento médico, existen nuevas alternativas. Entre las recomendaciones de El gran libro de la casa sana figuran el estudio del terreno de construcción, los materiales, los colores y la ventilación del hogar. A esto hay que añadir la orientación correcta de los muebles de descanso, las plantas como purificadoras de aire y el aislamiento de los aparatos eléctricos con pantallas y cajas de metal. Sin embargo, el autor recomienda suprimir todos los electrodomésticos que no sean imprescindibles.
"Y aunque se trata de algún modo de volver a los conceptos que se tenían en las antiguas culturas, no como rituales sino como métodos de curación, no hay que exagerar -afirma Mariano Bueno- porque como seres humanos poseemos una enorme capacidad de adaptación y de protección ante la mayoría de los fenómenos. La obra tan solo advierte acerca de la presencia cotidiana de peligros insospechados".