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PSICOLOGÍA

¿Amigos y nada más?

La evidencia científica señala que entre los hombres y las mujeres no puede haber una simple amistad: la atracción siempre hace parte de las relaciones entre ellos.

21 de junio de 2014

Claudia y Camilo, de 25 y 26 años respectivamente, se conocieron cuando eran adolescentes y desde entonces han sido amigos y confidentes. Esa cercanía aumentó cuando empezaron a tener encuentros sexuales. Aunque al principio no hablaron al respecto, después de un tiempo se preguntaron qué tipo de relación tenían. “Estaba claro que no era solo una amistad porque había una atracción sexual muy fuerte entre ambos. Resolvimos tener una relación abierta pero esa fue la peor decisión. Ella empezó a sufrir de celos y problemas de autoestima. La amistad no volvió a ser la misma de antes”, señala Camilo.   

Casos como estos son muy comunes y han sido retratados en películas y series de televisión. Pero recientemente, la posibilidad de que hombres y mujeres tengan una amistad duradera sin que la atracción sexual y el romance se entrometan, ha despertado también la curiosidad de los expertos en relaciones de pareja. En términos generales  los investigadores han encontrado que si bien los hombres y las mujeres pueden ser amigos, eso no significa que no se puedan sentir atraídos el uno por el otro. Numerosos estudios muestran que la atracción es de hecho un componente muy frecuente en las relaciones heterosexuales. Un sondeo entre estudiantes universitarios constató que la mitad de ellos había tenido relaciones sexuales con otro amigo del sexo opuesto. Otro estudio, realizado por la psicóloga Linda A. Sapadin, con más de 150 hombres y mujeres, reveló que el 65 por ciento admitía haber sentido atracción sexual por una amiga.

Los hombres tienden a sentir mayor interés hacia sus amigas. Aún más, es muy factible que entablen una amistad con una mujer porque se sienten atraídos por ella. También se ha identificado que los hombres sobreestiman el grado de atracción que esas amigas sienten por ellos. Así lo demostró un estudio realizado por April Bleske-Rechek, de la Universidad de Wisconsin-Eau Claire y publicado en la revista Journal of Social and Personal Relationships, que le hizo seguimiento a 88 parejas. Los investigadores concluyeron que ellos tienden a confundirse más pues con frecuencia malinterpretan el afecto de sus amigas con atracción. Esto ocurre porque las mujeres pueden ser cariñosas sin que esto implique un interés distinto al de una amistad. “En este marco muchos hombres no logran leer con letra menuda estas actitudes y malinterpretan las intenciones de sus amigas”, afirma la psicóloga María Elena López.     

Pero el hallazgo más interesante de este estudio fue que la mayoría de encuestados de ambos sexos señaló la atracción sexual entre amigos como un costo y no como un beneficio, pues los involucrados caen en la tentación de crear un lazo romántico a sabiendas de que con ello pueden poner en riesgo la amistad, tal y como le sucedió a Claudia y Camilo. Esta transición inevitablemente cambia las cosas pues, según López, los amigos manejan unos códigos que les permiten tener mayor transparencia en el manejo de sus emociones, acciones e incluso en las formas de pensar.  “Cuando se trasladan a una relación de pareja pueden generar distancia o conflicto”, señala.  

En el caso de los hombres es aún más notorio. Con frecuencia ellos se acercan a mujeres que les parecen atractivas con la excusa de la amistad pero sin perder de vista la oportunidad de conquistarlas. Según Bleske-Rechek, los cerebros de ambos géneros han evolucionado durante milenios de tal forma que están cableados para encontrar posibles parejas. Por eso “cuando tratan de entablar una amistad o incluso una relación laboral, estas señales neuronales pueden activarse”, explicó la autora a SEMANA.

Cada vez más personas, en especial los más jóvenes, buscan sexo y compañía en amigos mientras encuentran a su pareja ideal. La gente los llama amigos con beneficios y muchos ven esta tendencia como resultado del desencanto frente al compromiso y las responsabilidades de las relaciones tradicionales. Un estudio de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, para el cual entrevistaron a 300 estudiantes universitarios, reveló que el 67 por ciento había tenido alguna vez sexo con un amigo del sexo opuesto, y de ellos el 56 por ciento no cambió el estatus de su relación por ese motivo. El problema es que esa zona de confort es engañosa y puede salirle muy caro a los involucrados. “Tener sexo con un amigo redefine la relación y es factible que la duración de la amistad dependa de tener claro cuáles son los límites”, afirma Kathy Werking, psicóloga y autora del libro We’re Just Good Friends.

Según el psicólogo Jeremy Nicholson, en teoría los hombres y las mujeres pueden ser amigos pero en la práctica no son relaciones duraderas y terminan mal porque surgen conflictos cuando no logran definir si se trata de una relación platónica o romántica. “En ocasiones las necesidades de cada uno son distintas y eso puede generar frustración”, señaló el autor en su blog del portal web de la revista Psychology Today. 

Por eso quienes logran conservar su distancia pueden sacarle provecho a una relación de amigos. Según Werking, las amistades entre personas del sexo opuesto son muy valiosas a nivel emocional porque permiten conocer más a fondo la psicología del otro género. Además pueden llegar a despertar el mismo afecto que se siente por un hermano o hermana. Las mujeres dicen que tener amigos les ayuda a ver las cosas de manera más calmada y a encontrar soluciones prácticas que sus amigas no podrían ofrecerles. Los hombres también señalan que es valioso contar con la mirada femenina y beneficiarse de la inteligencia emocional de las mujeres. “La amistad implica una atracción espiritual e intelectual que es dificil de describir pero es muy diferente a la física y  puede ser tan poderosa”, dijo la autora a SEMANA. 

Incluso hay muchos casos de parejas que empezaron su relación como buenos amigos y eso les permitió conocerse mejor para luego tener una relación romántica estable. “Tradicionalmente se privilegia la atracción física como la aproximación más directa al amor pero la amistad también es una vía para llegar a enamorarse”, afirma López. 

Los expertos consideran que para poder disfrutar de una amistad con una persona del sexo opuesto es fundamental tener habilidades para comunicar con claridad y honestidad las expectativas que cada uno tiene sobre esa relación. Una estrategia para lograrlo, según Werking, es que si alguno de los dos está saliendo con alguien o está casado le presente su pareja a su amigo. Esto evitará conflictos o malentendidos o que una de las partes salga herida. “Si ambos tienen claro cuáles son los límites de la relación y los respetan podrán ser amigos durante mucho tiempo”, señala López.