AÑO NUEVO DIETA NUEVA

Cientos de personas en todo el mundo han entrado en 'la zona', una dieta que ha puesto en jaque a los antiguos tratamientos para adelgazar.

9 de febrero de 1998

En la jerga deportiva cuando un atleta se encuentra en su mejor estado físico y obtiene un excelente desempeño en la cancha se dice que está en 'la zona'. Aunque el término se utiliza principalmente en deportes como el fútbolamericano y el baloncesto, hoy son muchas las personas en todo el mundo que, aunque no practican ninguna disciplina, aseguran estar en 'la zona'. Esto se debe a que el famoso 'lugar' no es más que un estado de balance hormonal que le permite al organismo realizar mucho mejor todas sus funciones sin que se presente un gran desgaste. Pero lo que causó la oleada de visitantes a 'la zona' no fue el interés por mejorar el estado físico sino la posibilidad de rebajar varios kilos gracias a que el plan nutricional de quienes están en ella incluye una alimentación baja en carbohidratos y alta en proteínas. Siguiendo dicho plan, en cuestión de semanas una persona puede bajar hasta 10 kilos, reducir en un 5 por ciento el nivel de grasa en su cuerpo y recuperar la energía perdida. El principal gestor de este tipo de alimentación _que ya se ha convertido en un estilo de vida_ es el bioquímico norteamericano Barry Sears, quien inició en 1955 una larga campaña para promocionar 'la zona'. Desde entonces el doctor Sears ha publicado tres libros: The Zone, Mastering the Zone y Zone perfect meals in minutes, los cuales han sido traducidos a 14 idiomas y se han convertido en best seller en todo el mundo. La dieta basada en sus ideas revolucionó finalmente el mercado de los tratamientos para adelgazar, que hasta hace unos años se concentraba especialmente en los regímenes sustentados en carbohidratos y productos libres de grasa. El doctor Sears sostiene que el problema con ese tipo de dietas es que al ingerir un número elevado de carbohidratos el nivel de insulina _hormona que controla el almacenamiento de grasa en el cuerpo_ aumenta y, por consiguiente, el cuerpo acumula más grasa. De acuerdo con esta hipótesis, el médico sugiere que las personas dejen a un lado los carbohidratos que él considera malos (pasta, pan, granos, etc.) y los sustituyan por pequeñas raciones de carbohidratos buenos (frutas y verduras ricas en fibra). Las reglas de su dieta son tan drásticas que, según el menú de 'la zona', es mejor comerse la mantequilla y dejar a un lado el pan, debido a que las grasas ayudan a disminuir la entrada de carbohidratos al torrente sanguíneo y por lo tanto decrece la producción de insulina. Obviamente solo algunas grasas son saludables. Entre las que recomienda están el aceite de oliva, las almendras, el aguacate y las nueces de macadamia. El rechazo hacia los carbohidratos es tan directo que los seguidores de esta dieta los relacionan con las enfermedades más frecuentes de este siglo, como la artritis, la obesidad y los ataques al corazón. Como es de suponer, este tipo de afirmaciones generaron el rechazo de muchos médicos, quienes acusaron a Sears de promover una dieta que en el fondo va en contra de los principios básicos de una alimentación balanceada. Para la doctora Sandra Morales, nutricionista del clinicentro de Colsánitas, el cuerpo necesita todos los grupos alimenticios y, sobre todo, los carbohidratos, ya que éstos aportan el 60 por ciento de la energía que necesita el organismo para realizar sus actividades. Según la doctora Morales, incrementar el consumo de proteínas tampoco es útil del todo pues al final de cuentas el cuerpo sólo utiliza lo que necesita y lo demás lo desecha. Se puede llegar en cambio a presentar problemas como la cetoacidosis, un estado en el que el organismo se ve obligado a movilizar su propia grasa para producir energía. Esta acción puede alterar las otras funciones del cuerpo y desembocar en problemas cardiovasculares y pérdida de potasio y calcio. Una de las consecuencias de este problema es la pérdida de agua, la cual puede ser interpretada como una reducción de peso. Es más, los detractores de Sears añaden que su hipótesis no tiene ninguna validez científica porque la mayoría de sus estudios se basan en la simple observación directa y no bajo la evaluación de un grupo de control. Agregan que su dieta no es más que un disfraz que se vale de los carbohidratos para reducir el número de calorías que ingiere normalmente una persona.Pero, a pesar de las críticas, lo cierto es que esta dieta se vende como pan caliente y cada día aumenta el número de personas, entre las que se destacan celebridades como Madonna, Howard Stern y _según algunos medios de prensa no desmentidos aún por la Casa Blanca_ el propio Bill Clinton, quienes han sucumbido ante los 'milagrosos' resultados de 'la zona'. La fiebre es tal que en el sur de California existe un gimnasio especializado en promocionar el estilo de vida de 'la zona'. En tan sólo dos años ha recibido a 1.500 miembros, quienes se han sometido a un completo programa de dieta durante 12 semanas. Pero ahí no termina todo. Existen restaurantes que incluyen en su menú los platos más famosos de 'la zona' para que la gente a la que le es imposible comer en casa no interrumpa su régimen. Para aquellos que no pueden desplazarse se ha creado una página en Internet (www.enterthezone.com), en la cual no sólo se da información sino que se le pueden hacer consultas directas ali doctor Sears y además es posible comprar todos los productos relacionados con el tema. El agradecimiento de los pacientes es tan grande que algunos inclusive han pedido que se le otorgue el Premio Nobel de Medicina como reconocimiento a su labor en favor de los gordos de todo el mundo.