Apple entra en la dimensión desconocida

Los 'Apple fans' están derretidos por la emoción: el reproductor de música digital iPod es ahora también un teléfono GSM con pantalla ancha de 3,5 pulgadas y cámara de 2 megapixeles. Durante la feria MacWorld celebrada la semana pasada en San Francisco (Estados Unidos), Steve Jobs hizo finalmente el anuncio tan esperado. Se trata de un dispositivo revolucionario en cuanto teléfono, porque no parece tal, sino que luce como una versión mejorada del afamado reproductor de audio, con una pantalla que ocupa toda el área frontal, teclado táctil y navegación en Internet. Elegante y delgado -11,6 milímetros de grosor-, el iPhone viene en versiones de cuatro y de ocho gigas de almacenamiento; se esperaba un diseño sorprendente y eso presentó el presidente de Apple.

Después de imponer la moda en el diseño de máquinas para escuchar música, con el arrollador éxito del iPod; después de probar que se pueden vender canciones en línea, legales y con margen de utilidad, y tras resucitar una compañía que en la década pasada estaba a las puertas del colapso, Jobs decidió fabricar teléfonos móviles.

Pero no será una pelea fácil. En la industria de teléfonos móviles no se gana con diseños impactantes ni basta con el peso de la marca. Hay que fabricar buenos teléfonos a precios razonables, y eso no es tan sencillo como parece; de hecho, no es el primer fabricante de otras cosas que decide hacer también teléfonos. A Palm, por ejemplo, le costó años poner en el mercado un dispositivo que además de buen computador de mano fuese buen teléfono, hasta lograrlo con el Treo 650. Y los fabricantes de teléfonos, por su parte, debieron perder mucho dinero antes de lograr un buen teléfono que pudiese ser a la vez un buen reproductor mp3, hasta la aparición del Sony-Ericsson w800 o del Nokia N93. La industria lleva años buscando el aparato único convergente, que reúna en un solo dispositivo todas las máquinas que actualmente se utilizan por separado, sin que el sueño parezca estar cerca todavía.

No es claro si Apple resolvió la reconocida debilidad de sus baterías, que ahora deben mantener iluminada una pantalla de 3,5 pulgadas, cuyo consumo de energía supera con creces el del iPod convencional. Las capacidades telefónicas del nuevo iPhone lucen atractivas: Tecnología Edge, Conexión WiFi, cuatro bandas, pero tendrá que luchar con los consabidos problemas de homologación por país y operador, a los que probablemente no está acostumbrado.

También podría enfrentar algún tipo de problemas con el nombre del aparato, pues iPhone es una marca registrada de la compañía Cisco, que se adelantó varios años en la captura del nombre que se sabía algún día Apple querría utilizar para su esperado modelo híbrido. Y finalmente, el mercado de reproductores digitales, en el que la compañía de Steve Jobs es rey indiscutible, resulta minúsculo si se compara con el mercado de teléfonos móviles. Apple ha vendido 70 millones de iPods desde 2001, pero el mercado mundial de teléfonos móviles se acerca ya a los 2.500 millones de suscriptores, una escala con la que Apple no está familiarizada.

Steve Jobs, no obstante, ha probado su capacidad para triunfar en escenarios desconocidos y adversos, como cuando se metió en el negocio de la animación digital o en la venta de discos, en los que no tenía experiencia alguna. Ahora venderá teléfonos de gama alta que arrastran el prestigio de su ya legendario iPod, la máquina que puso de moda en el mundo los reproductores mp3.

La noticia del nuevo miembro de la familia iPod acaparó toda la atención en la feria MacWorld 2007 y opacó otros lanzamientos interesantes de la compañía, como el Apple TV, un dispositivo inalámbrico que lleva al televisor los videos descargados de la tienda iTunes y que hasta ahora sólo se podían desplegar en la pantalla del iPod o del computador.

El Apple iPhone saldrá a la venta en junio en Estados Unidos, a través del operador Cingular. En Europa y Asia se verá hacia finales de 2007 y -mala noticia- no hay planes por el momento para introducirlo en Latinoamérica.