APRENDER A VIVIR JUNTOS

Al parecer, vivir en pareja se está convirtiendo en una especialización en la que cada vez menos personas consiguen graduarse con honores.

17 de octubre de 1994

HACE 20 AÑOS ERAN CONTADAS Las parejas separadas o divorciadas; hoy son contadas las que llevan 20 años de matrimonio. Hace dos décadas eran escasos los matrimonios con problemas serios; hoy son extraños los que no atraviesan crisis. Al parecer, vivir en pareja ya no es tan sencillo como parecía en la época de las abuelas, cuando prácticamente todos los matrimonios que sobrevivían celebraban sus bodas de oro. Hoy, aquellos que logran llegar a las "bodas de plata" son considerados como héroes por sus congéneres. ¿La razón? Palabras como resignación, tolerancia, sacrificio y abnegación desaparecieron del léxico de la convivencia conyugal y han sido reemplazadas por otras como autorrealización, identidad, satisfacción e igualdad. Este cambio ha llevado a que a finales del siglo XX vivir en pareja sea una experiencia completamente diferente a la que era en sus comienzos.
Pero no es que la sociedad de hoy subvalore la relación de pareja. Por el contrario, cada día la idealiza más porque necesita recuperarla como el pilar que siempre fue, para asegurar su supervivencia. Lo que sucede es que hasta hace unas décadas, el matrimonio era la única posibilidad de realización de la mujer y, de hecho, gran parte del peso de mantenerlo recaía sobre sus hombros. Sus armas eran la discreción, la tolerancia, la sumisión y la paciencia. Hoy, las cosas son a otro precio. Hombres y mujeres buscan, por igual, una persona con quien compartir su vida, con quien tener una descendencia, pero también con quien realizarse como seres humanos. Y esa búsqueda parece ser cada vez más exigente.
"La verdad es que se espera demasiado de la relación de pareja: el compañero debe ser no solo una persona que llene todas las expectativas desde el punto de vista emocional, de la organización del hogar, del manejo de los hijos, sino el mejor amante, el sociofinanciero y un objeto de amor romántico; el mejor amigo y consejero y que comparta las tardes aburridas del domingo. Esto es más de lo que puede dar la convivencia... ", señala la sicóloga Nelly Rojas de González, quien acaba de publicar un libro "La pareja; cómo vivir juntos" -editado por Planeta- en el que plasma más de 20 años de experiencia profesional en la búsqueda de soluciones a los conflictos de pareja.

DE LA UNION LIBRE AL TERCER MATRIMONIO
De otra parte, muchas de las personas que hoy llegan al matrimonio no son jóvenes veinteañeros que van al altar con la ilusión de vivir esa unión "hasta que la muerte los separe", como era la regla general en el pasado. Un número considerable de parejas que se constituyen hoy en día están conformadas por adultos, que incluso están tocando ya a las puertas de la llamada tercera edad. Y, lo que esto significa, es que gran parte de quienes llegan al matrimonio ya han vivido antes esa experiencia. Pero el haber estado casados no les garantiza, per se, que hayan aprendido a vivir en pareja. Lo que significa es que luego de unas cuantas habilitaciones, rehabilitaciones o expulsiones, han terminado 'rajados' en convivencia conyugal. Y, por consiguiente, deben aprobar el curso antes de intentarlo otra vez.
Todo esto ha llevado a una condición muy particular. Los terapistas que hace unos años trataban de salvar, a través de la terapia individual, a unos cuantos matrimonios en crisis, hoy hacen prevención y dictan charlas de asistencia masiva para enseñarle a la gente a vivir en pareja. Uno de estos cursos es el que Nelly Rojas de González dicta actualmente bajo el título de "El amor se construye". Una vez por semana, tres grupos de cerca de 50 personas cada uno, acuden a un salón en el norte de la ciudad con el ánimo de aprender los secretos para lograr una relación satisfactoria y duradera.
Pero no se trata de un curso para jóvenes enamorados y solteros que se aprestan a iniciar una vida conyugal. Los asistentes son personas adultas, solteras, viudas, separadas, parejas que viven en unión libre, en matrimonio desde hace varios años, o que están en una segunda o tercera unión. El común denominador es el querer aprender ese sutil equilibrio que les garantice una armoniosa vida en común.

CLASE DE... VIVIR JUNTOS
Si bien las revistas frívolas hablan del amor como una simple cuestión de química, la verdad es que éste no se da en forma silvestre. Hay que cultivarlo. "Por lo general hemos sido educados para tener un ideal de relación de pareja, que conducía al amor romántico cuyos ideales de disponibilidad absoluta, fidelidad eterna y total compromiso nada tienen que ver con la realidad de la pareja", explica la sicóloga Nelly Rojas de González. "La verdadera relación de pareja comienza cuando se desvanecen las ilusiones, cuando las expectativas se vuelven más reales y cuando se aprende que las propias necesidades no tienen por qué ser, satisfechas en forma incondicional por el otro", sostiene la sicóloga.
Lo cierto es que esa institución fuerte y sólida de comienzos de siglo, se ha convertido en una frágil alianza que a duras penas sobrevive en medio de permanentes amenazas. No obstante no todos los enemigos de la pareia son externos.
"Uno de los dramas que vive la pareja actual, insertada en un contexto social violento y cada vez más absurdo, es el temor a amar y a dejarse amar", recalca la sicóloga. Y de eso se trata. De enseñarle a la gente que aquellos matrimonios que logran sobrevivir felices no son diferentes. Ningún experto ha logrado identificar una relación clara entre la personalidad de los miembros de una pareja y su grado de felicidad en el matrimonio, explica la sicóloga.
Más que la personalidad, es la naturaleza del vínculo lo que incide en el éxito matrimonial. "Un hombre y una mujer que crean su propio lenguaje mediante sus gestos, su sonrisa, su cuerpo; que tienen una gran complicidad y una serie de señales sutiles y de palabras secretas que sólo tienen significado para ellos; que muestran interés en compartir los hechos cotidianos y saben percibir lo que le gusta al otro; que son capaces de transformar una actitud de reto en una de conciliación; que buscan el espacio para los dos, salir del hogar para rescatar el deseo por medio de la aventura... Todos estos son elementos que deben cultivarse para que el vínculo crezca y se elimine la rutina ", señala la experta.
Aunque en realidad no existen fórmulas que faciliten la convivencia de dos seres que se aman, sí hay factores que ayudan a su entendimiento y comprensión. Y quienes hoy piensan en una feliz convivencia deben dejar de lado muchas de las taras del machismo. Las parejas felices del final de siglo -sostiene la autora- estarán conformadas por individuos cuyos roles serán más igualitarios, lo cual les permitirá funcionar de una manera más adecuada en cuanto a la comunicación, el afecto y el sexo, que son los tres grandes ejes que conforman la intimidad. -

LOS 10 PUNTOS DE CONFLICTO
En su libro "La Pareja: cómo vivir juntos", la sicóloga Nelly Rojas de González hace una relación de los diferentes aspectos de la vida conyugal que son susceptibles de conflicto y que llevan a las parejas colombianas a buscar ayuda terapéutica:

X OBSTACULOS EN EL MANEJO DE LOS ROLES DEL HOMBRE Y DE LA MUJER:
Diferencias en las expectativas del uno y del otro respecto de la relación de pareja en cuanto al amor romántico, a la expresión de los sentimientos, al manejo de los hijos y a la distribución presupuestal.

X AGRESION Y VIOLENCIA:
Maltrato físico o sicológico a través de comportamientos o actitudes de tipo hostil, que por su frecuencia yo intensidad son motivo de conflicto entre la pareja.

X INFIDELIDAD Y CELOS:
Relaciones extramatrimoniales esporádicas o permanentes que afectan el vínculo. Suele existir una correspondencia entre la infidelidad de uno de los miembros de la pareja y los celos del compañero.

X CONFLICTOS CON LA FAMILIA DE ORIGEN:
Se presentan por convivencia o interferencia de la familia de alguno de los miembros de la pareja, en la relación con ésta.

X CRISIS RELACIONADAS CON EL CICLO VITAL DE LA PAREJA:
Dificultades en el ajuste del vínculo en cualquier momento de su ciclo familiar: luna de miel, nacimiento del primer hijo, entrada del hijo al colegio, adolescencia, partida de los hijos o nido vacío, vejez y muerte.

X DISFUNCIONES SEXUALES:
Impotencia, anorgasmia, vaginismo, eyaculación precoz, abstinencia prolongada, disminución del deseo sexual. Estas disfunciones muchas veces no son expresadas en forma abierta, y pueden ser el reflejo de problemas originados en otras áreas de la relación de pareja.

X ADICCIONES:
Dependencia -de uno o de los dos miembros de la pareja- del alcohol, las drogas, el juego, y que por su frecuencia e intensidad es motivo de conflicto.

X DIFICULTADES EN EL MANEJO DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES:
Problemas de aceptación mutua de los rasgos de carácter, temperamento, valores o personalidad del compañero.

X DESACUERDOS EN EL MANEJO DE LOS HIJOS:
En áreas como la educación, el dinero, las diversiones, los permisos y los castigos

X DIFICULTADES EN LA COMUNICACION:
Se entiende como la ausencia o la disminución del diálogo entre la pareja y se manifiesta a través de distancia afectiva, interpretación distorsionada de la conducta del otro, dificultades para escuchar al compañero y expresar en forma adecuada el mensaje verbal o actitudinal.-