N U T R I C I O N

Bajo peso, alto riesgo

Las dietas altas en proteínas predisponen a las enfermedades coronarias.

7 de mayo de 2001

Las dietas altas en proteínas gozan de una gran popularidad en el país debido a una sencilla razón: son efectivas. Después de un par de semanas bajo este régimen el paciente empieza a perder agua y, por consiguiente, peso. Y eso a la hora de la verdad es la mejor recompensa para quienes hacen dieta. Entre éstas se encuentran la del famoso doctor Atkins, así como la dieta de la Zona, la de Stillman, la llamada Protein Power y la conocida como Sugar Busters (ver recuadro).

Pese a su popularidad la semana pasada estas dietas pasaron al banquillo de los acusados cuando la Asociación Estadounidense del Corazón emitió un comunicado para advertir sobre sus riesgos. Aunque reconoce que la gente sí pierde peso con este régimen la Asociación asegura que los niveles de colesterol —especialmente del llamado LDL o colesterol malo— aumentan después de unos meses, lo cual pone al paciente en peligro de enfermedad coronaria. Según Robert Eckel, uno de los autores del documento, se han visto casos de personas cuyos niveles de LDL han aumentado de 140 miligramos a 220 después de someterse a este tratamiento. Esto sucede porque las dietas hipoproteicas son también hipolipídicas ya que la persona puede consumir todo tipo de proteínas, como carnes, quesos, huevos e incluso aquellas con alto contenido de grasa como chicharrones, chorizos, embutidos y menudencias.

No es la primera vez que le sacan los trapos al sol a la dieta hipoproteica. Anteriores estudios la habían ligado al aumento del ácido úrico, a problemas de gota y a lesiones en el riñón. Pero la crítica más fuerte hasta el momento ha sido el riesgo de enfermedades coronarias.

Expertos consultados por SEMANA coincidieron con el mensaje de advertencia. “Estas dietas van en contravía de los conceptos ortodoxos sobre la obesidad”, dice Rafael Gómez Cuevas, presidente de la Asociación Colombiana de Diabetes. Añadió que en el país se han presentado infartos de miocardio relacionados con este tipo de tratamientos para bajar de peso. La dieta hipoproteica es recomendada en ciertos casos pero bajo un estricto control médico. “Muchas personas, sin embargo, se someten a ella sin ninguna precaución”, afirma Enrique Melgarejo, presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología. Además el solo consumo de proteínas genera un desbalance calórico que puede ser un riesgo si la persona es muy activa.

Estas dietas engañan a los pacientes, según Gómez Cuevas, porque hacen perder peso en un comienzo. Pero a medida que empiezan a introducir los carbohidratos de nuevo en su alimentación las personas ganan lo perdido. Muchos llegan a tener 25 por ciento más de lo que pesaban al inicio de la misma.

Para la nutricionista Angela Botero la dieta ideal sigue siendo aquella que tenga una buena distribución de proteínas, grasas y carbohidratos. Y concluye que a pesar de todos los métodos y los tratamientos que surjan y que prometen la esbeltez con la que todas las personas sueñan siempre se llega a una única fórmula, que a fin de cuentas funciona, y es aprender a comer bien. “Es así de simple. Sólo se necesita reeducar los hábitos alimenticios”.