Múltiples estudios han asegurado que esta práctica aumenta la energía y mejora la concentración. | Foto: Archivo SEMANA

SALUD MENTAL

Los beneficios de silenciar la mente

Cada vez más estudios revelan los poderes de la meditación sobre el cuerpo y la mente. ¿En qué consiste esta práctica?

13 de noviembre de 2014

En pocas ocasiones y solo por instantes la mente está en silencio. El resto del tiempo, inclusive durante el sueño, las habladurías mentales construyen cadenas de pensamientos incontrolables.

Haga un ejercicio: al salir de la ducha, intente acordarse en qué pensó mientras se bañaba. Seguramente no tendrá muchos recuerdos aunque su mente haya pasado por miles de problemas, lugares y recuerdos. Eso es pensar sin estar atento. Uno de los trucos de la meditación es justamente estar atento, observar qué ‘dice’ la mente sin resistencias ni distracciones.

Se cree que meditar es eliminar todos los pensamientos y dejar la mente en blanco, pero no es propiamente así. Ese puede ser un estado avanzado, pero en una práctica simple lo importante es estar consciente de sí mismo, inclusive de los pensamientos, lo que no es más que observar el presente.

La meditación no consiste en salirse de uno mismo sino, por el contrario, en estar más concentrado, atento y consciente. Existe una variedad de técnicas para practicarla: visualizar lugares, verbalizar frases, concentrarse en la respiración, observar las sensaciones, entre otras.

Múltiples estudios han asegurado que esta práctica aumenta la energía, mejora la concentración, la capacidad de resistencia al dolor y reduce el estrés y la ansiedad. En pocas palabras, mejora la vida.

Un estudio reciente de la Universidad de Harvard y la Universidad de Siena encontró que la meditación tiene poderes que van más allá del cultivo de la conciencia de sí mismo y del mejoramiento de la concentración. El ejercicio continuo de esta práctica puede llegar incluso a alterar la fisiología del cerebro humano, según la investigación.

La Dra. Sara Lazar, neurocientífica de Harvard y autora del estudio, dijo: “si usted utiliza una parte específica de su cerebro, esta va a crecer. Es como construir un músculo. Es hacer ejercicio, pero con la mente”. Después de ocho semanas de prácticas, el grupo de personas que meditó frente al que no lo hizo demostró tener más gruesa la materia gris del cerebro.

Recientemente también se publicó un estudio que reveló múltiples beneficios para los pacientes que han superado el cáncer de seno y otro que aseguraba que reducía la migraña.

Aunque algunos creen que la mente se equipara a uno mismo, generalmente, quienes practican la meditación no lo ven así. ‘Controlar la mente y que la mente no te controle’, es una de las finalidades que más se anhelan. En otros términos: que la mente se convierta en una aliada y no en una enemiga, que obedezca y no que mande.

En un tiempo se pensó que la meditación era una práctica esotérica para bohemios aislados de la sociedad. Hoy no es así. Es una práctica conveniente y provechosa para todo el que quiera limpiar la mente.