Cada año se diagnostican en el mundo alrededor de 1.8 millones de pacientes con cáncer de pulmón. | Foto: Archivo particular.

SALUD

A los no fumadores también les da cáncer de pulmón

El 20 % de los pacientes con cáncer de pulmón nunca han fumado. ¿Por qué les sucede y cuál es el pronóstico de su enfermedad?

24 de febrero de 2016

Fumar es uno de los hábitos que generan más riesgo de desarrollar cáncer, especialmente en el pulmón. Sin embargo, un número creciente de pacientes nunca han tenido un cigarrillo encendido en su boca. El cáncer de pulmón entre los no fumadores viene en aumento desde hace 20 años, especialmente en la población de mujeres mayores de 65 años. Según datos recientes, es la sexta causa de diagnóstico de cáncer a nivel mundial.

La pregunta que muchos se hacen es por qué lo desarrollan si nunca han fumado. La respuesta es que este cáncer puede dar por otros factores, incluyendo los ambientales. Está, obviamente, la exposición al humo de otros fumadores (consumo de segunda mano), pero también al gas radón, la polución, los productos químicos utilizados en la agricultura, el humo de leña, especialmente en zonas rurales, y algunos inductores de hormonas como los plásticos, cosméticos y los animales expuestos a estas sustancias. Recientemente se ha visto una relación muy estrecha con el virus del papiloma humano, “aunque faltan estudios para probarlo parece haber una relación causal, en especial entre las mujeres de los países en vía de desarrollo”, dice Andrés Cardona, oncólogo de la Clínica del Country.

Si bien parece ser muy mala suerte padecer de cáncer de pulmón sin haber fumado, lo cierto es que se trata de una enfermedad muy diferente con un mejor pronóstico al cáncer que desarrollan los fumadores. Esto es, gracias a una nueva generación de medicamentos con objetivos tumorales muy específicos lleva a que esta enfermedad siga un patrón crónico.

Como se sabe, los tumores en el pulmón vienen en dos presentaciones: los escamosos y los adenocarcinomas, y el más común entre los nunca fumadores es este último. Cuando el adenocarcinoma en esta población se diagnostica y se clasifica en estados tempranos, las posibilidades de curación aumentan. Sin embargo, cuando ya ha hecho metástasis, los médicos aseguran que aún hay mucho por hacer. “Mientras un paciente con cáncer de pulmón metastásico que ha sido fumador tiene una expectativa de vida de 16 a 24 meses, el nunca fumador, puede vivir hasta cinco años con la enfermedad en estado avanzado”, dice Cardona.

Desde el año 2004 el Atlas del Mapeo Genético del Cáncer (TCGA) ha permitido identificar hasta el 75 % de los genes que desencadenan los tumores entre los no fumadores. Están, por ejemplo, las mutaciones en el gen EGFR, presentes en el 24 % de los pacientes colombianos. Pero hay muchos más como el ALK, ROS1, NRGA, AKT, PI3K, KRAS y el HER2, que mutan espontáneamente o por estímulos diversos, incluyendo los ambientales. Esto ha permitido desarrollar medicamentos que inhiben dichos genes mutados, lo cual quiere decir que, a diferencia de la quimioterapia convencional, la acción del compuesto apaga la alteración molecular propia de cada gen lo que favorece el control prolongado de la enfermedad con menos síntomas y efectos adversos.

Por eso es importante que cuando el paciente recibe el diagnóstico se haga un estudio del genoma de su cáncer de modo que el médico pueda saber el mapa genómico propio de cada tumor y así utilizar los medicamentos de acuerdo a esta información. Esto se conoce como medicina de precisión y consiste en encontrar el tratamiento adecuado para cada paciente de acuerdo con la clasificación molecular de la patología que tiene. Es como un traje a la medida.

“Este mapeo tumoral me permite ir paso a paso con los medicamentos de la forma correcta. Por ejemplo, para las mutaciones del gen EGFR ya hay medicamentos hasta de cuarta generación. Empezamos con los de primera y vamos haciendo muestras. Tiempo después se vuelve a tomar una porción de tejido tumoral que permite reconocer los genes alterados cuando se genera resistencia. Entonces, se selecciona el siguiente medicamento de acuerdo con el gen que salió afectado y eso prolonga la expectativa de vida con calidad; y así sucesivamente, se sigue con las de segunda generación y otros”, dice el experto.

Infortunadamente, solo en el 40 % de los pacientes se hace un rastreo sistemático del mapa de genes del cáncer de pulmón, y cuando no se hace, se pierde la oportunidad de un tratamiento personalizado. “En lugar de darle un medicamento específico para un gen mutado en su cáncer, se ofrece quimioterapia inespecífica”, señala.

La genómica del tumor está disponible en Colombia, pero, según Cardona, el gran escollo es el acceso a los medicamentos de última generación, que tardan en ser aprobados en el país. Este problema de acceso, se debe en parte, a que son medicamentos costosos que generalmente no curan, sólo sirven para controlar el cáncer por mayor tiempo. Muchos de los iniciales ya están disponibles, pero los medicamentos para pacientes con mutaciones en los genes raros, no se encuentran en Colombia.

“Colombia fue uno de los últimos países del mundo en aprobar un medicamento dirigido a inhibir las alteraciones genéticas en ALK”, dice Cardona. Según estudios realizados en Brasil, en donde también tardan en llegar estos medicamentos, la demora en las aprobaciones ha promovido cerca de 6.200 muertes en los últimos 5 años. “Algo similar puede suceder en Colombia si se extrapolan esos datos”, agrega el especialista.

Los estudios científicos son claros en mostrar que los medicamentos muestran una extensión del período de vida y de la calidad de esta, incluyendo una reducción notable en los efectos secundarios. Esta patología en particular, dice, tiene una biología única. Gracias a investigación local se ha logrado logrado reconocer que el comportamiento genético del cáncer de pulmón en América Latina es similar al encontrado en Asia. “Curiosamente, algunos de los genes que promueven esta enfermedad tienen su origen en el mestizaje propio de nuestra población hace cientos de años”.

Recientemente, se observó la importancia de genes como BIM y YAP, que modulan la sensibilidad y resistencia a algunos de los nuevos medicamentos, y que compartimos con pacientes nacidos en China y Tailandia. Esta información será muy útil para poder guiar el manejo futuro de nuestros enfermos, y así llevar un adecuado registro del curso de la enfermedad entre los colombianos. De igual forma, permitirá generar estudios específicos para los pacientes, lo que ayudará a hacer un mejor uso de las nuevas tecnologías en un corto periodo de tiempo.

Para evitar el riesgo de cáncer de pulmón los médicos recomiendan no fumar, hacer ejercicio, mantener una dieta saludable, evitar el exceso de sol, y llevar en general una vida sana. También estar pendientes de los signos de alarma entre los que se encuentran: la dificultad respiratoria progresiva, la tos, el esputo con sangre, la pérdida de peso en los últimos seis meses sin causa aparente, y el dolor, especialmente en el tórax.

Cifras:

Cada año se diagnostican en el mundo alrededor de 1.8 millones de pacientes con cáncer de pulmón. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el 84% de las muertes por cáncer de pulmón son atribuibles al tabaco. De acuerdo a proyecciones hechas por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) para el año 2030 se presentaran más de 540 mil casos nuevos de cáncer de pulmón por año en las Américas, y morirán por la enfermedad cerca de 440.000 personas afectadas. Lamentablemente, entre las mujeres y hombres de América Latina el cáncer de pulmón se incrementará en un 60% en los siguientes 20 años.