¿"CASABLANCA" EN COLOR?

Nuevo milagro tecnológico permitirá colorear todas las películas en blanco y negro.

15 de septiembre de 1986

Los críticos sostienen que degrada las obras de arte, y que es comparable con el trabajo de pintarle los labios a una estatua griega.
Los defensores, por el contrario, la ven como una mina de oro potencial, que les permitiría reciclar el cine antiguo para maximizar las ganancias a través de nuevas tecnologías.
El objeto de tanta polémica es la "colorización". Una técnica por la cual el cine en blanco y negro puede transformarse al color mediante la acción de un computador. Y a medida que el procedimiento se extiende, y docenas de famosas películas son "colorizadas", se agita por minutos una furiosa controversia que tiene bandos a lado y lado del Atlántico.

¿TECNICA VULGAR?
Un grupo de directores británicos ya ha protestado por lo que considera la "vulgarización" del cine clásico, y muchos directores de cine norteamericanos -incluyendo a Woody Allen y a John Huston-, están contemplando una actitud similar. Pero aunque los cineastas protesten furiosamente por esta alteración del cine en blanco y negro, los intereses comerciales avanzan con firmeza en el plan de "colorizar" películas como "El halcón maltés", "Casablanca" y "El ciudadano Kane". Ya están coloreadas "Es una vida maravillosa" (It's a Wonderful Life) y Yankee Doodle Dandy, entre otras.
Desde que fue coloreada, It's a Wonderful Life ha vendido 25 mil copias en el curso de tres meses, a pesar de que un casete en blanco y negro de esta película puede adquirirse por US$ 9.95, mientras que la versión encolor cuesta US$ 39.95.
Sin embargo, estas cifras, que comprueban el éxito del procedimiento de "colorización", ofenden a aquellos que son partidarios de proteger lo que consideran ser el frágil legado del cine clásico. Frank Capra que escribió, produjo y dirigió It's a Wonderful Life, adelantó una agresiva campaña en contra de los planes de colorear su película antes de que quedara incapacitado por un derrame. "Yo escogí filmarla en blanco y negro", escribió en una carta fechada en 1984, dirigida a la Librería del Congreso. "La iluminación, el maquillaje de los actores y actrices, el trabajo de cámara y de laboratorio, todo eso fue planeado para una película en blanco y negro. Yo les imploro, de alma y corazón, no entrometerse con un clásico en ninguna de las formas del arte. Dejen a los clásicos en paz. Ellos son superiores. No ayuden a los cazafortunas a tomar posesión de un clásico manchándolo de pintura".
Pero a pesar de los ruegos del señor Capra, la Librería del Congreso permitió que colorearan la película pues la protección de la propiedad intelectual ya había expirado y la película pasó a pertenecer al dominio público.

INVERSION QUE PAGA
El procedimiento computadorizado mediante el cual las películas en blanco y negro son transferidas a videotape y luego, figura tras figura, transformadas al color, es costoso y dispendioso. El costo promedio oscila entre US$ 2 mil y US$ 3 mil por minuto de cinta, dependiendo de la complejidad de la filmación. Y a pesar de que el procedimiento completo puede costar entre 250 mil y 300 mil dólares, muchos lo ven como una buena inversión.
Los defensores del novedoso proceso, sostienen que quienes normalmente adquieren las películas para su venta o distribución -programadoras de televisión, cadenas, compañías de T.V. por cable y demás- siempre clasifican los filmes en blanco y negro como películas de rango inferior, y por consiguiente no pagan por ellas lo mismo que por las películas en color. Hal Roach, propietario de la compañía Color Systems Technology Colorization Inc., una de las líderes en el revolucionario invento, afirma que una encuesta adelantada recientemente en la ciudad de Los Angeles demuestra que el 85 por ciento de los entrevistados admite que no iría a ver una película que no fuera en color. Y que en el grupo de menores de 20, nadie está dispuesto a ver cine en blanco y negro.
Pero ningún argumento es convincente para la Asociación de Directores de Gran Bretaña, que ha llegado incluso a solicitar una legislación especial para prohibir la "deformación" de una parte importante de su herencia cultural. "Contamos solamente con un número limitado de películas en blanco y negro que calificarían como obras de arte, y creemos que estas sólo deberían ser conocidas bajo la forma que les dieron sus realizadores", dice Fred Zinnemann, presidente honorario de la Asociación, y vocero del grupo de protesta. "Estas películas fueron concebidas en blanco y negro, y al añadírseles color se traicionan las intenciones de sus creadores, lo que no debe hacerse porque destruye el estilo de estos filmes".
A las protestas de Zinnemann se ha unido más de una docena de otros directores, incluyendo a Richard Attemborough, Stanley Kubrick, sir David Lean, Roland Joffe, Karel Reisz, Alan Parker y John Schlesinger.

EL MUNDO SEGUN HITCHCOCK
El Instituto Americano de Cine está tratando ahora de montar una campaña similar en los Estados Unidos. "Si este procedimiento está llamado a florecer, representaría la vulgarización de algunos de los más importantes trabajos creativos de este país en este siglo", dice el fundador del Instituto, George Stevens Jr. "La próxima generación no tendrá la oportunidad de ver el mundo de la manera como fue concebido por John Ford, William Wyler, Alfred Hitchcock, Orson Welles o Charlie Chaplin".
Directores norteamericanos como John Huston, Warren Beatty, Woody Allen y Elia Kazan se han unido a estas críticas. En opinión de Huston, "es algo tan impertinente como tratar de lavar los tonos sensuales de un dibujo de Da Vinci". Woody Allen, quien ha filmado varias de sus películas en blanco y negro, entre ellas "Manhattan", llamó el procedimiento "una práctica horrenda, totalmente banal, antiartística y atentatoria contra la integridad de todo cineasta". Y añadió que, "practicada sin el consentimiento del director, constituye una mutilación criminal de su trabajo".
Pero los fanáticos de la colorización tampoco se dejan derrotar por estas fuertes críticas, y sostienen que en su gran mayoria son irrazonables.
Gerry Hogan, vicepresidente de la Turner Broadcasting System, sostiene que "el cine clásico continúa viviendo. Y si se prefiere verlo en blanco y negro después de que ha sido coloreado, sólo se necesita mover el botón de color de su televisor, y nada habrá cambiado. Pero en cambio sí se habrá recuperado el interés para los que prefieren el cine en color. Se trata, simplemente, de utilizar la tecnología para refrescar estas películas. Con ello les damos un "look" más contemporáneo, lo que le gustará con seguridad a una nueva generación de público".
La Turner Broadcasting acaba de anunciar que entre sus planes figura la colorización de "El halcón maltés", "Casablanca" y "El ciudadano Kane", entre otras conocidas películas. Sin embargo, sus directivas han prometido que el color no desplazará el blanco y negro. "Cualquiera de estos filmes podrá verse en el modelo que el televidente prefiera. Sólo estamos entregándole otra alternativa a la gente que prefiere el cine en color".

LOS COLORES DE "REBECCA"
Los oponentes de la colorización responden que tales decisiones fatalmente erosionarán el legado artístico de las principales películas del cine, así puedan conseguirse también en blanco y negro. "El cine clásico comenzará a ser promocionado principalmente en televisión y videocasetes. Pero la gente no irá hasta el archivo a buscar el filme original, sino que lo verá en la forma en que este sea mercadeado, de manera que estas películas serán inaccesibles en blanco y negro. Un ingeniero de computador será el que resuelva de que color debe ser alguna de las escenas de "Rebecca", como si Hitchcock no hubiera preferido hacer esta película en blanco y negro, como efectivamente lo hizo". Y añaden: "Si alguien no está familiarizado con "El tesoro de la Sierra Madre" o "Ciudadano Kane" es preferible ver estas películas como fueron creadas, que verlas de la manera como las dejó alguien que jugó a colorearlas con ayuda de un computador. Se trata de dos experiencias completamente distintas, y aquellos que continuamos vivos tenemos la obligación de proteger el trabajo de los que hicieron estas películas pero que ya no están aquí para protegerlas".
Por lo pronto, habrá que esperar a ver si las apasionadas miradas que se intercambian Ingrid Bergman y Humphrey Bogart en "Casablanca", mientras Sam, el pianista, interpreta As Time Go By, lograrán perder su intensidad si la penumbra del ambiente se vuelve demasiado amarilla, después de haber pasado por las garras de un vulgar computador.

COLORIN COLORADO...
El proceso de colorización comienza con la transferencia de la película original a video-tape. Luego el filme en blanco y negro es repasado escena por escena en una pantalla de video. En la primera pasada de cada cuadro, un director de arte asigna numéricamente colores codificados a cada área de la escena -el trasfondo, la ropa de los actores, el pelo, la piel, los ojos. Luego el mismo computador aplica estos colores a las áreas correspondientes de las imágenes.
El proceso debe repetirse muchas veces, ya que el computador no puede saber qué colores son los apropiados para cada escena. Del promedio de 200 mil cuadros que componen una película, cerca de mil tienen que ser coloreados individualmente. El computador colorea los demás.