CASI "MILLON DOLLAR BABY"

Amparo Grisales segunda en el concurso "Pet of the year" organizado por la revista Pent House

2 de enero de 1984

El momento era emocionante: en el hotel Sanz de Atlantic City, Amparo Grisales, la conocida actriz colombiana y una representante de Dinamarca, eran escogidas como las dos finalistas del primer concurso mundial organizado por la Pent-House. Amparo, vestida de seda plateada y adornada por úna cola en pedrerías, representaba a Colombia y si estaba de suerte sería coronada como la "Pet of the Year", algo parecido a la conejita mundial de Playboy cuyo cuerpo desnudo le daría la vuelta al mundo en el desplegable de la revista y ganaría un millon de dólares en joyas, ropa y pedrerías.
Sin embargo, la suerte no estaba del lado de la colombiana; el jurado, compuesto totalmente por hombres, entre quienes se destacaba Oleg Cassini, el diseñador de la vieja guardia y el manager de Andy Gibb, escogía a la danesa de escasos 19 años, que vestida de straples y minifalda, acompañaba su atuendo con un peinado "punk" y una balaca en la cabeza. El murmullo y los chiflidos no se hicieron esperar; la colombiana era la favorita de todos y casi nadie entendía por que Bob Guccione, el dueño de la Pent House, colocaba esa corona de 60.000 dólares en diamantes, a esa danesa medio desabrida que nadie contaba entre las finalistas.
Todo había empezado un mes atrás, cuando un empresario anónimo, experto en concursos de belleza y eventos parecidos, había recibido la noticia de que la Pent-House iba a realizar un concurso de la "Pent of the Year". El tiempo corría y resultaba imposible realizar una selección en gran escala. La alternativa la constituía la Grisales, que a los pocos días ya estaba realizando todos los preparativos. Tenía que desplazarse a Atlantic City y le quedaba poco tiempo para mandarse hacer los vestidos requeridos: trajes de calle y de gala, acompañados por el famoso vestido de fantasía, un cisne blanco con plumas de avestruz y faisán, rebordada en pedrería, que le costo 150.000 pesos. Paco Bendaña un diseñador nicaraguense que vive en Colombia, le hizo todo el vestuario que según la actriz, alcanzó a costarle un millón de pesos. "Una suma que saqué de mi propio bolsillo" dice Amparo.
El evento era como cualquier otro bastante similar a los concursos de Miss Universo a los reinados locales de belleza, donde docenas de niñas provenientes de los cinco continentes del mundo, eran sometidas a una jornada agotadora, a ensayos coreográficos, desfiles en mansiones, cánticos a coro, cenas de farándula y tenían que sonreir a todas horas. Las que no tiraban la toalla, terminaban echadas en el suelo.
Y si el concurso era de reinas, las preguntas no lo eran menos. "Si te fueran a regalar un hombre y tuvieras oportunidad de escoger entre un actor de cine, un científico, un atleta o un abogado, ¿cuál escogerías?". Fue la pregunta que le hicieron a Amparo.
"Yo escogería el Movie Star -dijo Amparo- ya que tendríamos muchas cosas en común. Claro que si tuviera un cuerpo atlético y una mente científica, sería mucho mejor. Si ustedes conocén el lugar donde se encuentra ese hombre, hagánmelo saber". Agregó desparpajadamente la Grisales. En el show de televisión, Andy Gibb, quien era el animador, le preguntó que haría si le llegara una amiga que estuviera embarazada. "Le diría que pensara sobre la responsabilidad de traer un hijo al mundo, pero que en todo caso yo seguía siendo su amiga". Contestó Amparo.
Ya cuando estaban elegidas las cinco finalistas, las pusieron en frente a un tablero que contenía cinco letreros: familia, dinero, carrera, matrimonio y amor. Cada una de ellas tenía que ordenarlos a su gusto.
Mientras la de Dinamarca ponía la familia de último y la carrera de primeras, Amparo escogía a la familia, a la carrera, al dinero, al amor y al matrimonio en el orden respectivo.
Amparo sin duda alguna, era la favorita. Desde un comienzo, cuando a finales de octubre llegara a Atlantic City y fuera recibida por una chaperona y luego desfilara con un vestida de baño diseñado por Oleg Cassini, en la mansión de Guccione, había sido asediada por la prensa y su foto había aparecido en la primera página del Philadelphia Enquirer. Ni la italiana, que era una conocida cantante de cabaret, ni mucho menos, la morena que representaba a Austria, parecían constituir una amenaza para el triunfo de la colombiana. Esto se confirmó en medio de la desilusión y las rechiflas que se oyeron en el show, cuando se supo que la Grisales había quedado de virreina.
No obstante no haber ganado, el balance no resultó despreciable para Amparo. Obtuvo el segundo lugar, le regalaron un cristal de Tiffany's, un diamante en forma de corazón y un collar de perlas con broche de diamantes. Además, le han ofrecido 5.000 dólares para posar desnuda en Pent House como "Pent del mes".
Queda la duda, sin embargo, de si el millón de dólares existía. Muchos se quedaron con la impresión que no era más que un truco promocional y que el resultado podría haber estado prefabricado.-