TECNOLOGÍA

Celulares inteligentes para todos

Como cada año, el Mobile World Congress de Barcelona es el escenario por el que desfilan los dispositivos móviles que quieren coronarse como los campeones del bolsillo de los consumidores.

Alianza BBC
David Cuen (Blogger BBC Mundo)
17 de febrero de 2011

Cada 12 meses los teléfonos se vuelven más inteligentes, más rápidos, con más opciones de conectividad y poco a poco, paso a paso, dejan de convertirse en teléfonos para transformarse en computadoras de bolsillo con opciones de voz.

Pero hasta hace unos cuantos meses esos aparatos eran vistos como un lujo o un exceso que podían adquirir quienes estaban dispuestos a desembolsar una gran cantidad de dinero o a amarrarse a contratos de 24 meses a cambio de unas tarifas mensuales asequibles, pero no módicas.

Este año, sin embargo, las cosas están por cambiar. El 2011 se perfila como el año en el que la tecnología inteligente llegará a más bolsillos.

La llegada de Apple a los celulares revolucionó una industria que se encontraba en manos de la finlandesa Nokia y convirtió la "c" de celular en "c" de cool. El aparato móvil dejó de ser un moderno walkie talkie para transformarse en un artículo de consumo, en un objeto de deseo y un reflejo de la personalidad.

Después llegó Google con Android, su código abierto y un nuevo modelo de operación. Sigilosamente y sin hacer mucho ruido en sus primeros 12 meses de vida, el robot verde de Google expandió su presencia y en su segundo año explotó en más de 150 aparatos bajo una fórmula exitosa: el buscador pone el software y los fabricantes como Samsung, Motorola, HTC o LG ponen los fierros, el hardware.

Pero más allá del continuo éxito de Steve Jobs en Apple o Larry Page y sus secuaces en Google, la estrategia de Android abrió otro camino que parece ser la "hoja de ruta" celular de este año.

Google y sus aliados descubrieron que también podían construir teléfonos inteligentes de baja gama, pero con un software poderoso. Estos teléfonos suelen tener la mitad de la pantalla, del procesador, de la memoria y de las características de la cámara de los dispostivos de alta gama.

Aún así tienen acceso a internet, videos, apps, redes sociales y demás. Cumplen su cometido.

Además cuestan cerca de US$100 o se adquieren por contratos que llegan a valer US$16 dólares al mes. Eso sí, hay que pagar durante un promedio de dos años.

Google no es el único que ha seguido este modelo. Lo dispositivos BlackBerry, por ejemplo, se han vuelto muy populares entre adolescentes porque -además de contar con mensajes instantáneos ilimitados en dicho ecosistema- suelen costar poco más de US$100.

Al anunciar su histórica alianza con Microsoft el director ejecutivo de Nokia, Stephen Elop, dejó claro que van por los teléfonos de baja gama con Windows Phone 7.

Y ahora los rumores de que Apple está por lanzar un iPhone "nano" están dando vueltas por internet. El secreto a voces tiene lógica. La empresa de Jobs llegó primera a la carrera y si el público quiere dispositivos de baja gama, de baja gama los tendrán.

¿Por qué todos parecen voltear hacia los clientes que antes ignoraban? Es la economía, tonto, diría Bill Clinton.

Cada vez hay más oferta y las empresas celulares requieren mayor demanda. Fabricar dispositivos móviles es cada vez más barato y el negocio ya no está en la venta del aparato, sino en la venta de los servicios que el dispositivo trae consigo: consumo de internet, búsquedas móviles, apps, etcétera.

Hay casi siete mil millones de personas en el mundo y más de cuatro mil millones de líneas de teléfono celulares. Los inteligentes representan entre el 15% y el 20% de los dispositivos que se vendieron el año pasado.

El mercado es grande y los teléfonos inteligentes de baja gama son el anzuelo perfecto para quienes aún no cuentan con uno de estos dispositivos.

¿Recuerdan cuando tener un celular era un lujo? Ahora cierren los ojos y recuerden a la última persona que conocieron que no tenía uno.

Mientras tanto los dispositivos de gama alta irán paulatinamente reduciendo su oferta en la medida en la que sus consumidores se muden a las tabletas. En estas semanas han aparecido un sinnúmero de alternativas al iPad y faltan muchas más.

Guste o no, la telefonía inteligente (aún con unos ejemplares más tontos que otros) se expandirá lenta, pero certeramente.