SALUD

Cincuenta estudios confirman los beneficios de la dieta mediterránea

Este tipo de alimentación tiene un efecto beneficioso sobre la obesidad abdominal, los niveles de presión arterial, la diabetes y las enfermedades del corazón.

7 de marzo de 2011

Cincuenta estudios confirman que la dieta mediterránea es la receta más saludable para el corazón y perfecta para mantener a raya los niveles de colesterol, triglicéridos, la presión arterial y el metabolismo de la glucosa.

El número de marzo de la Revista del colegio Estadounidense de Cardiología, publica un meta-análisis que incluye los resultados de 50 investigaciones sobre la dieta mediterránea que la presentan como un "seguro de vida" para tener un corazón sano.

El doctor Demóstenes Panagiotakos, profesor de la Universidad Harokopio de Atenas y director del estudio, advirtió que la comunidad médica ha detectado que el síndrome metabólico "está aumentando rápidamente en todo el mundo, en paralelo con la creciente incidencia de la diabetes y la obesidad".

Se conoce como "síndrome metabólico" al conjunto de enfermedades o factores de riesgo que se dan en un individuo, que aumentan la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares y el sobrepeso es uno de ellos.

Según los datos analizados por Panagiotakos y la doctora Christina-Maria Kastorini, la dieta mediterránea ha demostrado estar asociada con disminución de la mortalidad por enfermedades coronarias, diabetes tipo 2, obesidad y algunos tipos de cáncer.

Los expertos definen la mediterránea como un patrón alimentario caracterizado por el alto consumo de ácidos grasos monoinsaturados, principalmente de aceitunas y aceites de oliva.

Esta alimentación incluye una dosis diaria de frutas, verduras, cereales integrales y productos lácteos bajos en grasa. A la semana se deben incluir pescado, aves, frutos secos y legumbres. Es importante tener un consumo relativamente bajo de carne roja y moderado de alcohol.

Además, señalan que tiene un efecto beneficioso sobre la obesidad abdominal, los niveles de lípidos, el metabolismo de la glucosa y los niveles de presión arterial, que también son factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades del corazón y la diabetes.

Destacan también que los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de la dieta mediterránea en su conjunto, así como los efectos positivos de los componentes individuales de la dieta, especialmente del aceite de oliva, las frutas, las verduras y el pescado.

"Nuestros resultados se suman a los conocimientos existentes y demuestran una vez más el papel de protección y la importancia que tienen factores como el estilo de vida y los hábitos alimenticios, principalmente, en el desarrollo y la progresión del síndrome metabólico", detalla Pangiotakos.

Para los investigadores, fomentar un patrón de dieta saludable como éste y adoptar un estilo de vida activo, deber ser la piedra angular de las estrategias sanitarias para prevenir el síndrome metabólico.

Una solución barata y sencilla.

Los autores indican que teniendo en cuenta los limitados recursos económicos de muchos países para financiar medicinas, una mejor alimentación puede ser un medio eficaz y asequible para prevenir enfermedades coronarias.
 
EFE