CLAVE DE SOL

Un nuevo estudio muestra que los ancianos que viven privados de la luz solar sufren serias deficiencias de vitamina D.

8 de enero de 1996

ALEJARSE DEL sol no siempre es recomendable. A pesar de los consejos que se hacen insistentemente como una medida para prevenir el cáncer de piel, un poco de sol al día es una saludable sugerencia, especialmente en el caso de las personas de edad.
Muchos ancianos que viven en su casa encerrados y privados de la luz solar pueden sufrir una deficiencia hasta ahora no reconocida de vitamina D, lo cual les provocaría la pérdida de masa ósea, dolores y debilidad.
Esa es la conclusión de un reciente estudio médico realizado en Chicago. "Sentarse junto a una ventana asoleada no sirve de nada -señala el informe de la División Geriátrica del Hospital Union Memorial- porque el vidrio filtra la luz ultravioleta necesaria para que la piel produzca la vitamina".
Pese a que muchas personas de edad siguen el consejo de consumir en su dieta alimentos que sean fuente de vitamina D -sardinas, atún, hígado, productos lácteos y yema de huevo-, los investigadores hallaron que aquellos que están confinados en el interior de sus viviendas presentan serias deficiencias de ella.
El estudio -que fue publicado en la última edición de la revista del Colegio Médico de Estados Unidos- examinó los niveles de vitamina D de 244 personas mayores de 65 años, algunas de las cuales estaban confinadas en asilos o en sus propias residencias, y encontró que aquellas que podían desplazarse al aire libre presentaban mejores niveles de esta vitamina. Al parecer, la luz solar ayuda a metabolizarla y los protege de sufrir una deficiencia que pueda incapacitarlos.