VIDA MODERNA

Colombia: del cuchuco a la hamburguesa y del tren a la moto

Ahora la canasta de bienes y servicios de los colombianos incluye las motos, las imágenes diagnósticas, los anticonceptivos, los gastos de cafetería y los celulares.

28 de marzo de 2011

En los últimos 57 años el consumo de los colombianos ha cambiado de manera radical. En este tiempo, el cuchuco de cebada, plato típico de la cocina criolla, fue desplazado por la hamburguesa, mientras las frutas en conserva ganan terreno. No es todo: el telegrama y los platones de aluminio se mandaron a recoger, y los celulares y las motos son los objetos que hoy tienen más demanda.
 
Teniendo como base el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del DANE, es posible hacerse a una idea sobre en qué invertía el dinero el colombiano de ayer y cómo lo hace el de hoy. Hace 57 años, en la canasta de bienes y servicios no podían faltar, además del cuchuco, los carbones mineral y vegetal, las velas, el petróleo, el telegrama y las telas. También había que reservar dinero para transportarse en ferrocarril y pagar la caja de previsión sindical.
 
En la más reciente Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2010, que se elabora cada cinco años), se encontraron interesantes comportamientos de la sociedad colombiana que explican por qué cambió el consumo de los hogares, que ahora destinan parte de sus ingresos, por ejemplo, en gastos de cafetería, imágenes diagnósticas, anticonceptivos y electrodomésticos.
 
Más motos
 
En cuanto a bienes de consumo duradero, uno de los datos que llamaron la atención de los investigadores de la ENDS fue el aumento del uso de la moto en los últimos cinco años. Mientras en la encuesta divulgada en el año 2005, el 8 por ciento de los hogares tenía una, en la actualidad el índice es del 18 por ciento, es decir, más del doble.
 
“En el área rural, por ejemplo, el 16 por ciento de los hogares tiene una moto. Es un nivel alto”, asegura Gabriel Ojeda, gerente de evaluación e investigación de Profamilia y director de la ENDS 2010.
 
Resulta interesante que este tipo de bien lo tienen, incluso, familias con niveles de pobreza importantes. Según el experto, “solamente el 7 por ciento de los hogares en Bogotá posee motocicleta, comparado con el 35 por ciento de regiones en la Orinoquía-Amazonía”.
 
Tener una motocicleta resulta económico y práctico para un hogar, sobre todo, en las zonas rurales alejadas y con problemas de transporte. La facilidad para adquirirlas y el aumento de la oferta de éstas influyeron en el aumento de este indicador.
 
Aumentan los electrodomésticos
 
En cuanto a los electrodomésticos, la encuesta 2010 reitera que hoy son elementos indispensables en las casas. El 91 por ciento de las familias tiene radio; el 75,7 por ciento, nevera, y el 91,2 por ciento, televisor, comparado con el 71 por ciento, el 67,8 por ciento y el 85 por ciento, respectivamente, para el año 2005.
 
Todo lo contrario ocurrió con el teléfono fijo, aparato que parece ya no ser tan importante para los colombianos. Mientras en el 2005 el 55 por ciento de los hogares tenía uno, el indicador bajó al 40 por ciento.
 
“El uso del teléfono celular dio un gran paso. El 90 por ciento de los hogares tiene uno, tanto en las zonas urbanas como en las rurales, especialmente en aquellas que son muy dispersas”, agrega el investigador.
 
El carro sigue en aumento, aunque no más que las motos: el 12,2 por ciento de los hogares goza de uno (en el año 2005 era el 10 por ciento). En cuanto a medios de transporte, la bicicleta lleva la delantera: el 33,3 por ciento de las familias colombianas, es decir, una de cada tres ha adquirido una.
 
Los anticonceptivos
 
Mientras hace 57 años, el de los anticonceptivos era un tema desconocido para muchos, ahora hace parte de los bienes de consumo de un hogar. La mezcla de varios factores ha hecho que las mujeres decidan usar los diversos métodos que existen y que ponen a Colombia como "un líder de la planificación familiar en Latinoamérica, junto con Brasil”, según Profamilia.
 
El 61 por ciento de las mujeres de entre 15 y 49 años dijeron usar médotos de planificación. El porcentaje es mayor en las mujeres casadas o unidas con estas mismas edades: el 70 por ciento los usa.   
 
Hoy las mujeres tienen mejores niveles escolares y tienen más participación en el mercado de trabajo, avances que les ayuda a tener autonomía económica para decidir planificar. Además, la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993 de salud, masificó el uso de los métodos de planificación, que hoy están cubiertos en el POS (Plan Obligatorio de Salud).
 
Y aunque se registró un descenso importante, a la hora de tomar decisiones en los hogares, el 76 por ciento de las mujeres que reciben dinero por su trabajo, “deciden ellas mismas qué hacer con lo que ganan (en el año 2005 era el 90 por ciento)”.

Ahora, si la mujer tiene una pareja, “las decisiones en las que tienen la última palabra son las relacionadas con la propia salud (76 por ciento en el año 2010 y 74 por ciento para el 2005).
 
¿Y la alimentación?

Es un hecho que la comida rápida gana terreno desde hace algunos años en los hábitos alimenticios de los colombianos. Que la mujer esté más horas por fuera del hogar influye en que este tipo de alimentación sea más consumida, por su facilidad para preparar.

Sin embargo, hay un leve incremento en el consumo de frutas y verduras, aunque no el deseado, en particular, en los niños. “No habrá tanta desnutrición, pero habrá mucha malnutrición y eso se refleja en los índices de obesidad de los menores de 5 años”, explica el experto de Profamilia.
 
El 5 por ciento de los niños menores de 5 años tiene exceso de peso, en particular con madres de entre 30 y 34 años. “Al contrario de la desnutrición, los niños con prevalencias mayores de exceso de peso son los hijos de las madres con mayor nivel educativo y con un índice de riqueza más alto”.