La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) recomendó reducir la exposición al sol durante estos días. | Foto: Foto ilustración: Javier de la Torre - Semana

SALUD

¡Pilas con el Sol!

En estos días soleados propios de la sequía es importante cuidar la piel de los rayos ultravioleta para evitar el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer de piel. ¿Cómo prevenirlo?

26 de enero de 2016

El fenómeno del Niño ha provocado un fuerte verano, al punto que la semana pasada el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) declaró alerta roja en 20 de los 32 departamentos del país por los incendios forestales. En esta temporada, los cielos están despejados y hay mayor exposición al Sol. Pero esto también ha generado preocupación en las autoridades gubernamentales debido a que los  rayos ultravioleta del sol generan un riesgo para aquellas personas propensas a desarrollar algún tipo de cáncer de piel.

La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) recomendó reducir la exposición en especial a los niños, pues “entre los 0 y 20 años es el período en el que la piel es más vulnerable a sufrir daños. Aunque el cáncer aparece después, los problemas surgen en esta etapa”, dijo a Semana.com Álvaro Acosta de Hart, dermatólogo oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología y profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

“Cuando hay nubes, estas frenan los rayos infrarrojos y levemente los ultravioleta. Por eso en épocas de mucho calor y de días muy soleados hay una alta incidencia de rayos ultravioleta y es necesario protegerse más”, afirma Acosta. 

El cáncer de piel es el más frecuente a nivel mundial, y puede dividirse en dos grandes grupos según su origen: el melanoma maligno (MM) y el cáncer de piel no melanoma (CPNM). Dentro de este segundo grupo el más común es el carcinoma basocelular (CBC), con una frecuencia del 75 al 80%, seguido del carcinoma escamocelular (CEC) con el 15%. El melanoma, cuya incidencia oscila entre 3 y 5 por ciento ocupa el tercer lugar en frecuencia, pero es importante porque causa la mayor cantidad de muertes por cáncer de piel. Estas cifras globales son similares a lo que se observa en Colombia.

Las personas de raza caucásica o de piel blanca son las más propensas a quemarse con el Sol y, al mismo tiempo, tienen mayor riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer de piel. La ubicación geográfica es un factor determinante, pues entre más alta esté la ciudad sobre el nivel del mar, mayor será el peligro. “Esto obedece no solo a que estas poblaciones están más cerca del Sol sino también a que hay menos capas de atmósfera y esto favorece la filtración de la radiación solar. En Colombia la mayor parte de la población habita en la región Andina, por lo cual están en mayor riesgo”, señaló Acosta a este portal.

Adicionalmente, en países donde no hay estaciones es más complejo cuidar la piel debido a que el clima no varía y casi todos los días son soleados. La gente no se prepara adecuadamente. Por eso es fundamental usar ropa larga que cubra gran parte del cuerpo y, sobre todo, sombreros para proteger la cara. Esto además del uso permanente de las cremas protectoras que ayudan a neutralizar un poco el efecto de los rayos ultravioleta. “Es importante aplicarse cremas o filtros solares al menos una vez cada dos horas entre las 9:00 a.m. y 4:00 p.m., cuando las radiaciones son mucho más intensas y peligrosas”, dice Acosta.

Acosta afirma que un melanoma diagnosticado a tiempo puede curarse sin problema. Sin embargo, es importante que las personas tengan en cuenta cuáles son los síntomas de los diferentes tipos de cáncer en la piel.

El carcinoma basocelular se presenta habitualmente en personas mayores de 50 años como una espinilla en el rostro, algo anormal para dicho período de la vida. El carcinoma escamocelular es más difícil de diagnosticar. Por eso cuando hay una úlcera en la piel y permanece más de un mes, debe consultarse al médico porque puede ser esta la enfermedad que padece el paciente. En el caso del melanoma es el llamado “cáncer negro de la piel porque aparece en forma de lunar y tiene un color oscuro. Si una persona es mayor de 20 años y le aparece un lunar que cambia su forma y tamaño, y le produce piquiña, es clave que consulte al médico para verificar que no sea un melanoma”, afirma Acosta.  

Las personas pecosas también deben cerciorarse que las manchas que tienen en su piel no sean muy oscuras ni demasiadas. “Las pecas son un signo de que esa persona ha recibido mucho Sol. Sin embargo, las normales son de color carmelita claro. Si alguien tiene más de 100 lunares debe hacerse revisar de un dermatólogo”, recomienda Acosta. Al final de cuentas, la clave para cuidar la piel está en manos de las personas. Deben tomar conciencia de protegerse y, en caso de presentar algún síntoma, no dudar en ir a una valoración para evitar sorpresas negativas.