Cómo elogiar sin ser atrapado

7 de agosto de 2000

En el epílogo de su libro Stengel brinda a los lectores una lista de consejos para adular sutilmente. Estos son algunos de ellos.

• Sea específico: olvídese de los cumplidos talla XXXL como “usted es el mejor”. Es preferible decir “me encantó su primera novela...”.

• Encuentre algo que de veras le guste: busque algo que admire en esa persona y alábeselo, incluso más de lo que se merece.

• Nunca ofrezca un elogio y pida un favor al mismo tiempo.

• Sea esotérico: si está adulando a alguien que está acostumbrado a ello busque algo más creativo sobre el cual hablar. Por ejemplo, si es Tom Hanks no le diga que estuvo muy bien en Forrest Gump sino que admira mucho su primera escena en That thing you do.

• No tema adular a quienes piensan que son víctimas de adulación constante: si reciben muchos elogios es porque los necesitan. Y siempre les vienen bien.

• Adule a la gente a sus espaldas: si ese comentario le llega a través de terceros —“El dijo que usted era brillante”— esa persona va a pensar muy bien de usted.

• Evite los términos absolutos: usar frases como “usted es el mejor” no funciona. Sólo Muhammad Alí es el más grande.

• Sonría mientras adula: de esa manera es menos posible ser detectado y más posible parecer sincero.

• Las comparaciones no son odiosas: dígale a alguien que es mejor que otra persona que ella respete y conozca mucho.

• Nunca diga “eres mejor de lo que pensaba”: un cumplido que haga pensar que uno tenía una opinión baja de esa persona antes no es muy acertado.

• Nunca dé los mismos cumplidos a personas diferentes: si lo hace y ellos se dan cuenta van a despreciar el valor del elogio.