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RELACIONES DE PAREJA

Cómo fomentar la intimidad en pareja

Nuevas teorías sugieren que enamorarse no es fortuito y se puede controlar a voluntad. Los científicos hablan sobre el tema.

24 de enero de 2015

¿Qué pasaría si en lugar de sentarse a esperar a que Cupido haga de las suyas, una persona pudiera controlar de quién se enamora? Eso fue lo que pensó Mandy Len Catron, una profesora de literatura en la Universidad de British Columbia, en Vancouver; y para probarlo invitó a un hombre que conocía a hacer el ensayo, con un cuestionario de 36 preguntas creado en 1997 por el psicólogo Arthur Aron para fomentar la intimidad entre dos desconocidos. En esa oportunidad, dos parejas se enamoraron luego del estudio.

Para ver si corría con igual suerte, en julio pasado Catron se sentó en un bar con ese hombre a responder el cuestionario. Al principio fue fácil, pero a medida que avanzaba sintió que “el nivel de vulnerabilidad aumentó”, según relató en un ensayo publicado en el diario The New York Times, que le ha dado la vuelta al mundo. “Lo  más difícil fue aventurarme a dar opiniones de mi pareja”.

El cuestionario fue diseñado para “crear vulnerabilidad entre las partes, un aspecto que facilita la intimidad y empatía entre las personas”, explica la psicóloga Elaine Aron, quien junto a su esposo fue coautora del trabajo. En el estudio original, el cuestionario funcionó porque incluyó preguntas en las que los participantes deben identificar características del otro que son importantes para sí mismos, otras que involucran grandes decisiones, como la número 36, o que piden revelar experiencias relevantes con honestidad como la 29.

Al terminar el cuestionario a Mandy Len y a su pareja aún les esperaba la prueba de fuego: mirarse a los ojos por cuatro minutos. “Cuando se cumplió el tiempo, me sentí sorprendida y aliviada, pero también tuve una sensación de pérdida”.

El resultado del experimento es que hoy ella y su conejillo de indias están locamente enamorados. Ante esto, la pregunta que todos se hacen es si la ciencia ha logrado descifrar el misterio del amor y recetar una fórmula para alcanzarlo. Aunque enamorarse aún tiene su magia, el psicólogo Robert Epstein cree que dejarle al azar todo el proceso  es la causa de los fracasos amorosos. “Crecemos pensando que, como en las historias de hadas, hay que esperar a que fuerzas mágicas ayuden a las personas a encontrar a su media naranja, con las cuales vivan felices sin hacer esfuerzo”, señala.

Pero, según él,  están equivocados y se puede aprender a querer. Hace 15 años, cuando Epstein era editor de la revista Psychology Today y estaba recién divorciado, concibió la teoría de que era posible decidir enamorarse y encontró más de 80 estudios científicos que revelan cómo hacerlo. Uno de ellos muestra el poder de mirarse a los ojos, un ejercicio que incrementa los sentimientos de gusto y amor entre extraños porque “los hace vulnerables y ese es el elemento clave en la consolidación de los vínculos afectivos”.

Epstein también estudió la naturaleza de los matrimonios por conveniencia, y una de las sorpresas fue encontrar que el amor en ellos es más robusto que en los basados en el romance. “Ellos comienzan bajo en la escala del amor, pero diez años después ese sentimiento es más fuerte que el que se observa en parejas occidentales”. Epstein encontró que el compromiso y la comunicación fueron claves para fortalecer el vínculo. “Se cuentan secretos y se acomodan para suplir las necesidades del otro”, dice.

Gracias a ese trabajo, Epstein estableció ciertos ejercicios que sirven para crear intimidad y cercanía, como invadir poco a poco el espacio personal del otro, abrazarse o contarse algún secreto. “El ejercicio de las 36 preguntas facilita la intimidad pero hay muchas otras estrategias para sentirse vulnerables”, le dijo a SEMANA. Aun así, Epstein señala que hay limitaciones en el proceso. “El cuestionario, por ejemplo, solo funciona si los dos están dispuestos a participar. Pero no sirve cuando una persona trata de manipular o si alguno siente repulsión o desagrado por el otro”.

Helen Fisher, antropóloga y autora del libro Why we Love, está de acuerdo con Epstein, pero advierte que se deben cumplir ciertas condiciones. La persona escogida debe encajar en su mismo mapa amoroso, el cual se forma a partir de las relaciones que el niño observa en el hogar. “Gracias a eso, una persona necesitará a alguien que coincida con ella, otra preferirá a alguien que tenga humor, mientras alguna querrá un compañero que calme sus miedos”, dice Fisher. El otro elemento indispensable es la proximidad. Un estudio mostró que la mayoría de parejas vivían originalmente a 14 cuadras de distancia. Se ha confirmado también que la similitud es indispensable. Las investigaciones de Dan Ariely muestran que las parejas son similares en inteligencia, estudios y en atractivo.

La ciencia también ha probado que para facilitar el amor hay que involucrarse en situaciones novedosas y de riesgo. En un experimento hecho por Art Aron y Donald Dutton se invitó a una docena de hombres a cruzar el cañón Capilano, en Vancouver, por dos tipos de puente: uno sólido y bajo, y otro colgante y alto, a 70 metros del suelo, donde corría un caudaloso río. En la mitad de ambos estaba una mujer joven y bella que les hizo llenar un cuestionario y les dio su teléfono por si querían indagar más sobre las preguntas. De los 32 que caminaron por el puente alto y estrecho nueve llamaron a la mujer, mientras que los que caminaron por el puente seguro ninguno lo hizo. “La atracción espontánea está relacionada al peligro porque este estimula la producción de adrenalina, uno de los químicos del amor”.

Aun así, los psicólogos creen que hay un ingrediente secreto e indescifrable que nadie puede controlar. “Los cuestionarios y otros ejercicios pueden contribuir a direccionar a la pareja, pero el enamoramiento aún sigue siendo un gran misterio”, dice el psicólogo Camilo Mendoza. No obstante, la ciencia señala que hay que tomar riesgos y por ello seguir  al pie de la letra el famoso cuestionario garantizará al menos que parte del camino ya esté abonado para que Cupido lance su estocada final. Así, es muy probable que la pregunta 37 sea: ¿dónde quieres que sea la boda?

El cuestionario


Estas son las 36 preguntas que ayudan a enamorarse:

1. ¿Con qué persona en el mundo quisiera cenar?
2. ¿Quisiera ser famoso? ¿Cómo?
3. ¿Ensaya qué decir antes de hacer una llamada? ¿Por qué?
4. ¿Qué es un día perfecto para usted?
5. ¿Cuándo fue la última vez que cantó?
6. Si viviera hasta los 90 y pudiera retener el cuerpo o la mente de alguien de 30 años, ¿cuál escogería?
7. ¿Tiene una premonición de cómo va a morir?
8. ¿Qué tienen en común usted y su pareja?
9. ¿De qué se siente agradecido?
10. Si pudiera cambiar algo de su crianza, ¿qué sería?
11. En cuatro minutos relate la historia de su vida.
12. ¿Con cuál habilidad quisiera despertarse mañana?
13. Si una bola de cristal revelara la verdad sobre usted, ¿qué quisiera saber?
14. ¿Hay algo con lo que ha soñado toda la vida? ¿Por qué no lo ha hecho?
15. ¿Cuál ha sido su mayor logro?
16. ¿Qué es lo que más valora de la amistad?
17. ¿Cuál es su recuerdo más feliz?
18. ¿Cuál es el peor recuerdo?
19. Si supiera que en un año morirá, ¿qué cambiaría hoy de su vida?
20. ¿Qué es para usted la amistad?
21. ¿Cuál es el papel del amor y el afecto en su vida?
22. Comparta cinco características positivas que le vea a su pareja.
23. ¿Cuán cercana es su familia? ¿Cree que su infancia fue más feliz que la de otros?
24. ¿Qué piensa de la relación con su mamá?
25. Haga tres frases verdaderas de ustedes dos. Por ejemplo, “estamos en esta habitación sintiendo…”
26. Complete la frase: quisiera haber tenido alguien con quien compartir…
27. Si fuera a ser cercano a su pareja, compártale algo que deba saber.  
28. Dígale a su pareja qué le gusta de ella; sea muy honesto.
29. Comparta con su pareja un momento vergonzoso de su vida.
30. ¿Cuándo lloró por última vez ?
31. Dígale a su pareja algo que ya le guste de ella.
32. ¿Qué cosa considera demasiado seria para volverla chiste?
33. Si fuera a morir esta noche sin despedirse de nadie, ¿qué reprocharía no poder comunicar y por qué no lo ha hecho?
34. Si su casa se incendia, luego de salvar a sus seres queridos , ¿cuál  objeto rescataría y por qué?
35. De su familia, ¿cuál muerte sería la más devastadora y por qué?
36. Comparta un problema y pídale al otro que explique cómo manejarlo.