Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 17,5 millones de personas fallecieron durante el 2015 por enfermedades cardiovasculares. | Foto: Foto: Archivo Semana

SALUD

Tips para prevenir enfermedades del corazón

Los problemas cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, pero se pueden prevenir mejorando tres simples hábitos de vida.

11 de julio de 2016

Una de cada tres muertes está relacionada con problemas cardíacos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 17,5 millones de personas fallecieron durante el 2015 por enfermedades cardiovasculares (ECV). Las principales causas detrás de estas muertes son una dieta malsana, el tabaquismo, la inactividad física, el consumo de bebidas alcohólicas y la obesidad. La mayoría son agentes prevenibles.

 “La enfermedad aterosclerótica vascular se da cuando hay un daño en las arterias de cualquier parte del cuerpo. Esto es causado por un depósito de grasa, calcio y de células inflamatorias que hace que haya obstrucción u oclusión de las arterias, ya sean del corazón, del cerebro o de las piernas”, explica el cardiólogo de la clínica Shaio Alonso Merchán. La diabetes, la hipertensión arterial y la historia familiar de enfermedad coronaria prematura son otros factores de riesgo de las ECV.

En este conjunto de padecimientos se incluyen las trombosis; las enfermedades cerebrovasculares; las cardiopatías coronarias, congénitas y reumáticas; las embolias pulmonares, y las arteriopatías. En Colombia, el Ministerio de Salud no ha dudado en afirmar que hay una epidemia de ECV, de las cuales las coronarias son las que más muertes causan en el país.

Álvaro Rodríguez tiene 66 años y hace tres lo operaron de una insuficiencia cardíaca ocasionada por el taponamiento del 90 % de sus arterias, que, como él mismo reconoce, se produjo debido a sus malos hábitos. “A mí no me dio un paro. El síntoma que yo tenía era, sobre todo, una fatiga intensa. No podía caminar 10 minutos sin que me dieran ganas de vomitar o reflujo”, asegura.

Otros síntomas que alertan de una ECV son dolor en pecho; molestias en los brazos, en especial en el izquierdo, y en la espalda. Sudores fríos, palidez, problemas visuales, dolor de cabeza intenso o pérdida de conciencia son otros signos de alerta frente a esta enfermedad.

En Colombia los factores más comunes que pueden producir enfermedades coronarias son la hipertensión y el colesterol malo, así como una incidencia importante de diabetes y tabaquismo. “Hay un problema grave en Colombia y es que hay muchos pacientes con sobrepeso. Se calcula que está aproximadamente por encima del 60 % y obesidad, entre el 15 % y el 20%”, explica Merchán y añade que “cuando alguien presenta estos factores, tiene mayor probabilidad de llegar a ser hipertenso, diabético, a tener colesterol alto y aumenta la posibilidad de muerte”.

Hasta hace pocos años Finlandia era el país en el que más gente moría a causa de fallas cardíacas. Para revertir esta situación diseñaron un programa y trabajaron a conciencia para modificar la dieta de sus habitantes. Aunque parece sencillo, el esfuerzo no fue fácil porque implicó hacer un cambio radical de hábitos.

Factores como la edad, el origen étnico o el historial familiar no se pueden cambiar, pero gran parte de los casos de enfermedades coronarias se pueden prevenir y la clave es modificar hábitos. “Desde temprana edad se debe acostumbrar a los niños a seguir una dieta adecuada y hacer ejercicio. En adultos, se insiste en una dieta baja en sal, azúcares y grasas. También se recomienda hacer mínimo 30 minutos de ejercicio, cinco veces por semana, y controlar con fármacos factores de riesgo como el colesterol y la hipertensión”, concluye Merchán.

Quienes sobreviven a una enfermedad cardiovascular tienen un compromiso de por vida con el tratamiento. “Tengo que hacer dieta permanente: para mí están prohibidas las harinas, grasas y azúcares. Es obligatorio el ejercicio y tengo que tomar 12 medicamentos a diario”, cuenta Rodríguez. La responsabilidad con estos hábitos es el seguro para tener una buena calidad de vida después de un accidente cardiovascular, que puede sorprender en cualquier momento.