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ENTREVISTA

Fútbol: “Los niños son negocio porque son los más baratos”

El periodista Juan Pablo Meneses muestra una radiografía del ambicioso negocio del fútbol al comprar y vender niños.

Antonio Paz Cardona, periodista de Semana.com
28 de noviembre de 2013

En el mundo del fútbol todos esperan encontrarse con un Messi o con un Falcao. Un niño al que puedan cultivar desde pequeño a un módico precio para que luego sea una gran estrella que puedan vender por millones y millones de euros.


El periodista y escritor chileno Juan Pablo Meneses, narra en su libro Niños futbolistas, lo que hay detrás del negocio, un tráfico de menores que pasa desapercibido y no se ve con malos ojos.

Meneses compró un niño por 200 dólares y retrata la historia de miles de compradores que sueñan con tener en su poder al nuevo Messi.

Semana.com habló con el periodista acerca del furor que ha causado su libro, a tal punto que se ha llegado a cuestionar a la FIFA y a grandes ligas europeas.

Semana.com: ¿Este tema de la compra de niños es algo nuevo o simplemente el fútbol y la sociedad se han hecho los de la “vista gorda?

Juan Pablo Meneses: En un principio yo no sabía nada del tema y el libro está hecho para que el que no sepa nada, termine sabiendo. Me han pasado cosas como que el Sindicato Mundial de Futbolistas me llama desde Holanda para preguntarme cómo es eso que se están vendiendo niños. El presidente del sindicato de futbolistas de Chile me envió un requerimiento porque ellos no sabían nada del asunto. A mí me cuesta creer que no supieran, porque las cosas suceden de frente.

Se hacían y se siguen haciendo los de la vista gorda, y esto es básicamente porque es un muy buen negocio. La gente tiene la ilusión de que se puede comprar al nuevo Messi en la esquina y que ese niño pobre te puede hacer millonario. Por eso el libro ha funcionado y ha generado tanto revuelo internacional.

Semana.com: Por lo general los niños que terminan involucrados en la comercialización son muy pobres, ¿ha visto casos de niños ricos que pasen por una situación similar?

J.P.M.:
Es muy difícil, los ricos prefieren comprarse equipos de fútbol antes que jugar. Los millonarios que quieren jugar fútbol juegan en sus propias ligas. En cambio los pobres entran al fútbol no porque les guste el deporte o porque deseen ganar un campeonato; les interesa el fútbol como me dijo un niño en Cali, porque quieren comprarle una peluquería a su madre.

Semana.com: Algunos niños triunfan y vuelven a casa para sacar de la pobreza a sus familiares, ¿podría decirse que comercializar con ellos no es algo condenable?

J.P.M.:
En el libro nunca digo si es bueno o es malo, simplemente pongo un tema sobre la mesa. De hecho, la misma semana que publiqué el libro me contactó desde España un entrenador para crear una ONG y un empresario de Cataluña que quería que compráramos muchos niños porque esto es una mina de oro. 

Un niño a los ocho años no tiene claro qué es lo que quiere, si se dedica al fútbol es porque otros son los que tienen claro qué es lo que quieren. 

Semana.com: ¿Cómo es eso que hay niños de meses y aún por nacer que ya tienen contrato futbolístico?

J.P.M.:
Esta es una sociedad de consumo y lo único que importa es comprar barato y vender caro. Por qué los niños son el gran negocio: porque son los más baratos. Hay un niño holandés de 18 meses que hizo cuatro piruetas en Youtube, tuvo dos millones de visitas en una semana y lo contactaron. En internet hay imágenes donde aparece el niño con el padre firmando un contrato.

En Argentina, el hijo del ‘Kun’ Agüero tuvo un hijo con la hija de Maradona. Tres clubes le ofrecieron un contrato antes de que el niño naciera, todo por los genes; tal como pasa con los caballos.

Semana.com: ¿Cuántos niños triunfan y cuántos fracasan?

J.P.M.:
Nadie triunfa. Messi es el gran culpable de lo que está pasando y él es un gran error estadístico. Su economía ahora es tan buena que la gente piensa que se trata solo de sacar un niño de un barrio pobre, llevarlo a Europa y volverse millonario.

El fútbol es la telenovela de los hombres y en ese sentido siempre cuentan los finales felices: Messi, Falcao, Neymar. Nunca cuentan los que no tienen final feliz porque dejaría de ser  telenovela.

Semana.com: Clubes europeos ya tienen escuelas en Colombia, ¿qué piensa de esto?

J.P.M.: Eso es cierto. Ahora están poniendo escuelas de fútbol en países latinoamericanos. En Colombia ustedes ya tienen varias escuelas del Atlético de Madrid. En realidad lo que hacen es poner factorías para fichar jugadores desde los 9 o 10 años, cosa que si después explotan, pues ya son de estos clubes y les han salido extremadamente baratos.

Hoy en Latinoamérica es prácticamente imposible encontrar un niño de 10 años que sea muy bueno y aún sea “virgen” en el fútbol, ya todos están marcados por los clubes europeos.

Semana.com: ¿Cuál es el perfil de estas personas que comercializan niños?

J.P.M.:
Son tipos ambiciosos, codiciosos. Van desde el manager, entrenador, intermediario, el padre, el tío, el mismo niño que ya quiere comprar cosas con lo que puede ganar, hasta los hinchas; a los que nos parece mal que se lleven a un niño de su ciudad, pero nos parece genial cuando hace goles y pone a nuestro país en la cima con orgullo.

Semana.com: ¿Cómo le respondían los padres cuándo les planteaba un precio por sus hijos?

J.P.M.:
Pensé que me iban a pegar o a dar un balazo. Sin embargo, todos me empezaban a dar precio y muchos me daban a entender algo así como: “Por fin llegaste. Estábamos esperando que alguien se llevara a mi hijo para Europa”.

Semana.com: ¿Qué fue lo que más le llamó la atención de esa cadena de negocio?

J.P.M.:
El nivel de intermediarios que existe. Tú agarras a un jugador y un porcentaje es del uno, otro porcentaje de otro, etc. Por ejemplo, el 20% de Neymar es de una cadena de supermercados.